Archivo General de Puerto Rico y Biblioteca Nacional de Puerto Rico |
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El Archivo ha venido analizando los documentos de numerosas agencias del Gobierno de Puerto Rico a fin de determinar cuáles de los documentos que han perdido utilidad administrativa son de valor informativo o histórico y cuáles pueden destruirse. Ninguna agencia del gobierno puede destruir documentos sin la autorización del archivero general de Puerto Rico. Como resultado de esa labor, realizada en parte con la colaboración del Negociado del Presupuesto, el Archivo ha trasladado a su sede aproximadamente 13,000 pies cúbicos de documentos de valor permanente. Es en la actualidad el mayor repositorio de documentos históricos en la Isla. Contiene alrededor de 80,000 pies cúbicos de documentos, lo que representa aproximadamente 7.5 millas de documentos, ubicados en depósitos habilitados y climatizados para su conservación que incluyen: texto, gráficas (planos, mapas, dibujos), impresos, (periódicos, revistas), películas y grabaciones en formatos variados. Se custodian, preservan y divulgan las fuentes de información primaria que dan fe del acontecer político, social, económico y cultural del pueblo puertorriqueño desde las postrimerías del siglo XVIII hasta la década de los ochenta del pasado siglo. Los documentos que componen el acervo puertorriqueño provienen de las dependencias de gobierno, corporaciones públicas, municipios y colecciones privadas o particulares.
Entre sus
acervos están la Mapoteca, que consta de mapas y planos (siglo XVIII
hasta el primer tercio del siglo XX) que proceden de: colecciones
privadas, fondos documentales de agencias gubernamentales y de
reproducciones de originales de archivos extranjeros;
la Hemeroteca, que consta de 800 títulos de periódicos y revistas
de finales del siglo XIX y principios del siglo XX procedentes en su
gran mayoría de la colección Robert L. Junghanns;
el Archivo de Imágenes en
Movimiento (AIM), que consta de 4,00 títulos en fílmico y 2,000
videocintas; el Archivo Fotográfico, que consta de 150,000 registros entre fotografías y
negativos que documentan eventos de la sociedad, la economía, la cultura
y la política puertorriqueña desde el siglo XIX hasta nuestros días y el Archivo de Música y
Sonido, que consta de 12,000 a 15,000
piezas musicales aproximadamente, de más de 700 compositores y 10,000
grabaciones. La colección comprende partituras, manuscritos y
grabaciones. Estos documentos datan desde el 1732 y se extienden hasta
aproximadamente el 1980.
En
mayo 6 de 1877, bajo el gobierno de Laureano Sanz,
se pone la primera piedra para la construcción de un hospital civil. El
diseño estuvo a cargo del Arquitecto Domingo Sermero. Anteriormente
el hospital estaba proyectado para ser construido frente a la plazuela del antiguo Convento de Santo Domingo, en San Juan, pero las obras se suspendieron sin saber la razón. Se conjetura que pudo haber sido por la proximidad de su ubicación a las casas cercanas del pequeño barrio de Ballajá, por el temor a que se desatara una epidemia. Por
eso el Ayuntamiento busca un mejor lugar y lo encuentra en Puerta de Tierra al sur de la Carretera Central.
El área había comenzado a desarrollarse como un suburbio, como
resultado de las personas que salieron de la ciudad amurallada, en busca
de un lugar más seguro después del terremoto de 1867. Durante el 1878 el ayuntamiento determinó no dedicar el ala este del edificio a hospital, sino a escuela de artes y oficios, en adición a
otra sección destinada a cárcel. Es decir, que, dado el tamaño del edificio y el costo que generaba su mantenimiento, aún continuaba vigente la idea de usarlo para dos propósitos diferentes. En esta ocasión se utilizaría para cárcel y escuela de artes y oficios. Hasta ese momento se habían gastado 169.935 pesos en la
obra. Cinco años más tarde estaba la obra prácticamente terminada y lista para iniciar operaciones bajo la administración directa de la Junta Auxiliar de Cárceles de San Juan. Por disposición del gobierno superior, los mismos pueblos del distrito, antes disidentes, tuvieron también la obligación de sufragar los gastos de mantenimiento de la nueva cárcel a partir de I886. Cárcel Provincial
La cárcel de San Juan, en su nueva ubicación en Puerta de Tierra, se terminó en 1887,
bajo alcalde Martínez Monge y entró en funciones el 21 de agosto de 1888 con el traslado a la misma de cuarenta y seis presos "de condena" de la vieja cárcel". Desde su inauguración, todo el edificio fue recinto carcelario. Dos años antes el ayuntamiento había desistido de la idea de alojar en el mismo edificio la escuela de artes y oficios y la cárcel, consciente de que no podría sostener los gastos de ambas instituciones, y obligado por la necesidad de aumentar las facilidades carcelarias.
En su diseño se utilizó una planta en forma de E, siendo el lado más largo su fachada principal y el brazo central más corto que los laterales; con tres naves separadas por amplios patios para mejor ventilación y segregación de los pacientes según su sexo y enfermedad. En
la planta principal, el brazo central corresponde a una monumental escalera y a la capilla, ambos de doble altura. Entre los brazos se encontraban patios a los cuales abrían las galerías de los pisos. En la obra se reflejan los modelos europeos para instituciones de tratamiento de enfermos.
En el ala central de cada edificio hay una capilla coronada con cúpula. La del Hospital Civil se encuentra detrás de la escalera principal del edificio. Enormes aljibes recogen el agua de lluvia en los patios. Las entradas principales muestran un tratamiento especial, con columnas, frontón neoclásico y sencillo almohadillado. Tres pabellones, uno en el centro y uno a cada extremo, sobresalen del plano de la fachada, definiendo la entrada principal y terminando la fachada. Sencillas pilastras en ambos niveles modulan las fachadas y enmarcan la hilera de ventanas con arcos en ambos niveles. La entrada se enfatiza por un pórtico que sostiene un pedimento. Sus únicos ornamentos son unas secciones de paredes estriadas en el primero piso: la entrada y las
esquinas. Este esfuerzo por proveer al edificio de un toque de elegante nobleza prevaleció en el siglo 19 aún en circunstancias de estrechez de presupuesto; de gran solidez, admirablemente proporcionado, y , a pesar de la severidad de sus líneas y de la escasa ornamentación de la fachada, de agradable aspecto.
Reformas estructurales de la cárcel de San Juan en Puerta de Tierra: 1888-1895 Durante el bombardeo a San Juan por la escuadra
norteamericana en 1898, estaban presos, en la sala de preferencia, Antonio Salgado Izquierdo, detenido en Bayamón por la Guardia civil en la
noche del 4 de mayo por sospechas de que fuese afecto a los americanos; Rafael Arroyo,
Manuel Catalá Dueño y el doctor Juan Rodríguez Spuch, de Yauco, por los mismos
motivos; Santiago Iglesias -hoy senador-, por asuntos políticos; Vicente Mascaró, por
ataques en la Prensa a Muñoz Rivera, y Freeman Halstead, corresponsal del Herald, a
quien se seguía procedimiento militar. Todos dormían en catres de tijera. Poco más de las cinco de la mañana serían
cuando sonaron los primeros cañonazos.
La propuesta de abandonar el edificio de Puerta de Tierra y mudar la cárcel en su
totalidad a otro más apropiado a sus funciones surgió en las postrimerías de la década, durante el mes de diciembre de 1898.
Se consideró el viejo edificio del Presidio Provincial en el Paseo de la Princesa, cerca del puerto, del cual se rumoraba que habría de trasladarse a la Isla de Culebra. Presentó la propuesta el vocal de la Junta Auxiliar, Emilio Ginorio. Denunciaba éste el hacinamiento de reclusos que, con el correr del tiempo, había ido creándose en el recinto de Puerta de Tierra, debido a que el espacio interior, distribuido en su origen para hospital, no permitía la adecuación de espacios necesaria en la institución penal. Algunas áreas cercadas por paredes resultaban muy pequeñas para acomodar a los reclusos, mientras que en las más amplias se había
concentrado un número mayor de los que en realidad cabían. Esas razones y la falta de seguridad que la misma aglomeración de reclusos ocasionaba, llevaron a la Junta a aceptar la propuesta de Ginorio, nombrando una comisión que realizara las gestiones
pertinentes. La mudanza, sin embargo, quedó en nada porque dependía fundamentalmente del traslado a Culebra del Presidio Provincial de La Princesa y este no se materializó.
De reciente construcción,
a lo largo de la parte trasera se ha añadido una incongruente estructura
de un solo piso que corre paralela a la edificación original, a lo largo
de toda su longitud. Sin embargo, esta adición no es visible desde el
exterior. Fábrica de Cigarros
En 1905, el entonces gobernador Todd vendió el edificio mediante subasta pública a la Porto Rican-American Tobacco & Co. convirtiéndola en una fábrica de cigarros.
Varios años después, la compañía cerró operaciones y le vendió la
propiedad a la destilería Bacardí.
Fábrica de cigarros, departamento de despalillado. Puerto Rico ilustrado, 1912
Más tarde, en 1936,
José M. "Pepín" Bosch inició negociaciones con el entonces gobernador Luis
Muñoz Marín para establecer la Destilería Bacardí en Puerto Rico (Bacardi
Corporation of America). En mayo de 1936, un equipo de los destiladores
y los mezcladores llegó a Puerto Rico e incluido José Schueg, Guillermo
Rodríguez Bacardí y Pedro Lay Bacardí, que se quedaron en la isla. El
primer lote de Ron Bacardí se produjo en Puerto Rico en enero de 1937.
En 1939, Bacardí trasladó sus operaciones a la localidad ocupada
anteriormente por la compañía tabacalera. En 1958, debido a su
crecimiento en el mercado de EE.UU., Bacardí y Compañía mudaron sus instalaciones a Cataño.
En la década de los años cincuenta, la estructura iba a ser demolida.
El doctor Ricardo Alegría decidió rescatar el edificio con el fin de
ubicar los documentos históricos de Puerto Rico que permanecían
dispersos en distintas instituciones nacionales y en Estados Unidos. En
1959, el Instituto de Cultura Puertorriqueña lo compró a un costo de
medio millón de dólares. Tras un lento proceso de restauración, en 1973,
el AGPR y la Biblioteca Nacional fueron trasladados al edificio. El histórico edificio sirvió además de creación y almacén de escenografías de los Festivales de Teatro Puertorriqueño e Internacional del ICP; y constituyó territorio fundacional de la primera Escuela de Artes Plásticas que dirigiera Miguel Pou y luego pasara a manos de Lorenzo Homar.
El único cambio a la estructura ha sido la adición de un edificio en la parte posterior, que ha cerrado totalmente los patios.
La Biblioteca Nacional de Puerto Rico
La biblioteca se inauguró oficialmente
el 11 de abril de 1973. Ese año la Biblioteca fue reubicada en su actual
sede en la avenida Ponce de León 500, en Puerta de Tierra, en el
edificio conocido como el Archivo General y la Biblioteca General de
Puerto Rico. A partir del 2003, la Legislatura de Puerto Rico
mediante la Ley Núm. 188 de 17 de agosto de 2003
designó a la dependencia como Biblioteca Nacional de
Puerto Rico, ya que en su misión está
adquirir, preservar y difundir la bibliografía puertorriqueña escrita
y publicada en el País o en el extranjero, por autores puertorriqueños
o foráneos sobre temas puertorriqueños.
Entre las colecciones que alberga,
se encuentran: Libros Raros de Puerto Rico y General, The Van Deussen
Library of Puerto Rico, Children’s Foundation, Colección
Puertorriqueña, Eugenio María de Hostos, José S. Alegría, Juan Martínez
Capó. Fuentes: |
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