La liga de Puerta de
Tierra estuvo ubicada en los terrenos que actualmente ocupa el Pabellón
de la Paz, en el Parque Muñoz Rivera, y justo al lado de la estación
naval inalámbrica de los Estados Unidos de norte América en la Parada 71/2 al norte de la Avenida Ponce
de León. El público en San Juan se congregaba para presenciar los
partidos en la cancha de La Liga y en los terrenos aledaños a las
ferias, frente a la playa "La Ocho" en Puerta de Tierra.
En Puerto Rico se jugó antes de la Guerra Hispanoamericana, y el primer
partido oficial en el deporte que se jugó en la Isla fue entre dos
equipos denominados "Almendares" y "Borinquen". Pero el Béisbol cuando
realmente se desarrolló fue después de la Guerra Hispano-Americana,
cuando Puerto Rico regresó a la normalidad y el mundo maravilloso de los
deportes floreció en su esplendor inicial.
El Béisbol de esta época era, como en el caso de la generalidad de los
deportes en Puerto Rico, un "deporte dominical y de días de fiesta." Las
escuelas solían jugar los viernes, después de las tres de la tarde, que
era la hora en que terminaba la sesión vespertina en el sistema escolar.
Aunque los equipos no fueran de escolares, lo cierto es que en esta
etapa inicial del Béisbol en Puerto Rico prevalecía un ambiente escolar
en cada partido. Se escribían canciones y versos a los equipos y el
público alentaba los equipos con gritos usualmente reservados para la
grey estudiantil. Uno de los más destacados equipos de la época era el
de la Escuela Superior de Ponce, cuyos jugadores fueron estrellas
destacadas en la historia del deporte en la Isla. Fue el equipo de la
"Ponce High," con Pedro "Fabito" Faberllé en el "box" el que dio al
Béisbol puertorriqueño momentos de gloria al vencer a equipos
visitantes.
No solamente las escuelas lo incluyeron en su programa deportivo anual,
sino que
Foto de la
revista Puerto Rico Ilustrado, mayo 1916 |
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muchas industrias nuevas también organizaron equipos de sus
empleados y aún oficinas del gobierno también tuvieron equipos
representativos de sus dependencias. Eso explica los nombres de algunos
de los equipos que forman parte de la historia inicial del Béisbol en
Puerto Rico. Se jugaba Béisbol los domingos y días feriados solamente,
pero el interés por el deporte era muy grande.
El fanático medio no conocía los secretos del juego, pero su
entusiasmo lo hacía comprender la magnitud de un batazo, o el control de
un lanzador o la audacia de un corredor de bases. Debe recordarse que
para esta época la transportación en Puerto Rico no se había
desarrollado y que los caminos eran malos. Para jugar Béisbol se viajaba
más en tren que en automóvil o en coche, pero aún con tales
dificultades, muchos fanáticos acompañaban al equipo de sus simpatías en
sus visitas a otras poblaciones. Los terrenos de juego eran
acondicionados por los mismos jugadores, y ciertamente no eran buenos
terrenos de juego. El cuadro interior generalmente era de barro, y el
campo exterior la mayoría de las veces también lo era. Algunas veces era
un pastizal que había sido desyerbado apresuradamente para permitir que
el guardabosque pudiera correr "en el juego del domingo."
Gran propulsor del Béisbol en esta primera etapa fue Amos Iglesias.
Nacido en Brooklyn de padres español e irlandesa, vino a Puerto Rico a
temprana edad, y fue oficialmente la primera persona que en un juego de
Béisbol, lanzó la bola para el 'home." Era el lanzador del "Borinquen"
en el primer juego de Béisbol celebrado en Puerto Rico. De esta época
surge también la figura de leyenda de Florentino López, a quien se
atribuye haber actuado de receptor sin protectores y sin guante.
José "Pepe" Santana, natural de Puerta de Tierra, fue para el Béisbol
de Puerto Rico lo que Babe Ruth para las Grandes Ligas. Sus tremendos
batazos le convirtieron en una atracción extraordinaria para el Béisbol
puertorriqueño. En la temporada en que actuó en la Liga Nacional de
Color de Estados Unidos, fue uno de los peloteros más destacados,
bateando jonrones con la misma frecuencia y consistencia que lo había
hecho en Puerto Rico.
Equipos de calidad tuvo muchos el Béisbol puertorriqueño de esta época,
pero es inevitable mencionar el "Puerto Rico Sports" que dirigiera
Lorenzo Roque. Organizado por los mismos peloteros, el equipo tenía una
fabulosa alineación de extraordinarios jugadores, incluyendo a Ciquí y
Fabito Faberllé, Sammy y Willie Thompson, Monchile Concepción.
Pero campeonatos con la organización propia de un torneo se celebraron
dos antes del 1930. El primero fue uno organizado por la Asociación de
Cronistas Deportivos bajo el título de "Campeonato de Béisbol Aficionado
" Fue ésta la primera vez que el Béisbol nuestro reconoció la existencia
de aficionados y profesionales en su medio. Hasta entonces lo cierto es
que existía una sola clase. El campeonato de Béisbol Aficionado se jugó
en la vieja Liga de la Parada 8 en Puerta de Tierra y resultó un éxito
rotundo, no solamente por el gran número de equipos inscritos, y la
calidad del Béisbol que se jugó, sino también porque atrajo buenas
concurrencias.
Los cronistas deportivos demostraron que no solamente escribían del
deporte, sino que también podían organizado y dirigirlo. En el torneo
nacieron varias estrellas del deporte.
El segundo de los torneos fue el organizado por el cronista deportivo
Jacobo Córdova Chirino, quien firmaba sus escritos con el nombre de
pluma de "Tobal," y cuya columna diaria, titulada "Desde Mi Cofa"
publicada en el antiguo "El Imparcial," era muy leída. Córdova Chirino
logró la inscripción de dos equipos de San Juan, "Wico" y "Wrigley's" y
equipos representativos de Caguas, Juncos, Guayama, Cayey y Mayagüez.
Los representantes de los equipos y Córdova Chirino designaron al
licenciado José Ramírez Santibáñez como Alto Comisionado del Béisbol
para este torneo. Juncos, inspirado por Pedro "Perucho" Cepeda, ganó el
campeonato. Pero lo más importante fue que atrajo grandes concurrencias
despertando inusitado interés por el Béisbol.
Ref.
Los Deportes en Puerto Rico,
Emilio E. Huyke
Puerto Rico Ilustrado, abril 1916
Puerto Rico Ilustrado, mayo 1916
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