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En 1911, el obispo Alfredo Jones de San Juan
solicitó a los Redentoristas que se hicieran cargo de la Parroquia San
Agustín, en uno de los sectores más empobrecidos de la capital. Al año
siguiente, los Redentoristas asumieron la dirección de la parroquia. El
primer párroco, Padre John Lynch, quien había trabajado en Mayagüez y
conocía el éxito de la escuela parroquial, dirigida por las Hermanas de
la Caridad, decidió establecer un colegio en su nueva parroquia. Pero
las Hermanas de la Caridad rechazaron la invitación para trabajar en San
Juan. En los Estados Unidos, los Padres
Redentoristas habían trabajado con las Hermanas de Notre Dame en Boston,
Nueva York, Filadelfia, Baltimore y Annapolis, entre otros lugares. Ya
los Redentoristas habían invitado a las Hermanas de Notre Dame a dirigir
la escuela de Mayagüez. En aquel entonces, la Orden no pudo aceptar la
invitación, aunque expresó la confianza de que la respuesta sería en la
afirmativa en una segunda ocasión. Cuando llegó la invitación para
dirigir la escuela en Puerta de Tierra, la propuesta fue aceptada. Durante el mes de marzo de 1913 con el apoyo de varios legisladores, el Padre Lynch promovió una ley para proveerle a los Padres Redentoristas un terreno para construir una escuela para el Barrio de Puerta de Tierra. El 26 de marzo de 1913 se pasó la ley que le transfirió un solar de 4,400 metros a los Redentoristas con tal de que construyeran una escuela industrial y la operaran por un mínimo de 15 años sin cobrar nada a los niños que a ella asistieran.
En marzo de 1914 comenzó la construcción de la nueva escuela, poniéndose su primera piedra. Los obreros fueron los mismos vecinos del Barrio, contratados para ayudarles también ya que muchos estaban en la huelga de los trabajadores del tabaco, muchos de los cuales vivían en Puerta de Tierra y estaban sin trabajo. Los Padres Lynch y el recién llegado Padre Joseph "Gerardo" Strauss compraron una casita en "Sal si puedes" para empezar a instruir a los niñitos del Barrio. Había capacidad para 70 niños.
Para el 9 de agosto de 1914 la estructura fundamental de la nueva escuela de hormigón estaba terminada. El mismo día en que San Pío X murió, la vieja iglesita y la casa cural fueron destruidas para construir un nuevo templo. Cuatro días después se ofrecía Misa en el edificio de la Escuela. A lo largo del año de 1914 se procedió con la construcción del convento, de la Iglesia y de la casa cural o Rectoría. El
5 de febrero de 1915 Monseñor Jones bendijo la primera piedra de la Iglesia.
A la semana Mons. Jones y los sacerdotes de la Diócesis, que entonces cubría toda la isla, tuvieron un retiro en las facilidades del Colegio. En julio de 1915 llegó el nuevo Párroco de San Agustín, el Padre Charles "Carlos" Hoff. Esto de ponerse un nombre a veces distinto del original en inglés se desarrolló como una costumbre entre los Redentoristas de Puerto Rico.
Primer día de clases, 1915. |
EL 28 DE AGOSTO de 1915,11 Hermanas zarparon en el
vapor Brazos desde el puerto de Nueva York hacia San Juan, "en la lejana
isla de Puerto Rico", según relatan las Crónicas de 1915 del Convento
San Agustín. Estas misioneras que expandían la obra de la Congregación
de las Hermanas de Notre Dame en América eran Sisters Timona, Justilla,
Alexina, Verissima, Viviana, Ermelinda, Cupertino, Anacleta, Maris
Stella, Genevieve y Arnulpha. Sólo una de ellas hablaba español: Sister
Verissima tenía raíces españolas de nacimiento. Para que aprendieran
español, Padre Carlos contrató a la Srta. Beatriz Lasalle, principal de
una de las escuelas más grandes de San Juan.
El 1 de septiembre de 1915 llegaron las primeras
Hermanas de Notre Dame. Como el convento aún estaba en construcción, varios salones de clase
habían sido acondicionados para que las Hermanas los usaran como
vivienda. En uno de los salones se habían colocado 11 camas con sus
respectivos mosquiteros, lo cual les llamó mucho la atención, aunque muy
pronto se dieron cuenta de lo práctico que eran. Otro salón fue
dividido: una parte servía como comedor y sala comunitaria mientras que
en la otra parte se hallaba la cocina.
Por fin, EL 13 de
septiembre de 1915 se efectuó el primer contacto de las Hermanas de
Notre Dame con los estudiantes a quienes iban a enseñar y los padres de
estos alumnos. Alrededor de 1,000 nombres de niños que deseaban estudiar
en el colegio habían sido anotados por los sacerdotes antes de que
llegaran las Hermanas.
Pero este primer año sólo se recibirían estudiantes para los primeros
cuatro grados y se les pidió que fueran ese día para recibir los papeles
de admisión y para el examen médico. Cientos y cientos se presentaron y
fue inolvidable el clamor por los papeles, la impaciencia de muchos
junto a la alegría y la desilusión. De los 670 niños examinados,
alrededor de 150 fueron rechazados por razones médicas.
El 22 de septiembre de 1915, ocho de las Hermanas se mudaron al nuevo
convento. El 30 de octubre ya todas se encontraban en el nuevo convento
y al día siguiente se efectuó la ceremonia para bendecir el Convento de
Santa Teresa.
Según relatan las Hermanas en las Crónicas, el
27 de septiembre de 1915 "comenzaron las clases e indudablemente pasamos
uno de los días más importantes e inolvidables de nuestras vidas". Una
multitud de 560 niños de entre 5 y 15 años se presentaron con sus
certificados de admisión.
Al principio, una escena caótica de niños y niñas que reían y gritaban
mientras salían de un salón y entraban a otro desordenadamente. No
podían comprender por qué debían quedarse en un solo salón, con una sola
maestra, usando un escritorio en particular.
Para el primero de octubre de 1915 la matrícula había subido a 589 y
para el 11 de octubre ya pasaba de 600. El primer año de operación
terminaría con una matrícula de 638 alumnos.
Al cabo de la primera semana en la escuela, según relatan las Crónicas,
"las Hermanas aún están con vida pero eso es casi lo único que se puede
decir ... Nada, o muy poco, se puede hacer en términos de estudio. Toda
destreza y tacto se usa para mantener callados y serenos a los
estudiantes y para evitar que peleen. Las niñas pelean tanto como los
niños".
Pero para los
niños, el jueguito y el desorden duró muy poco: la callada eficiencia y
firme disciplina que caracterizaba a las Hermanas entró en acción y del
caos surgió el orden. Muy pronto los niños se acostumbraron a callar
cuando la Hermana entraba al salón, a levantar la mano antes de hablar,
a hacer fila para entrar y salir del salón o para ir al baño a la hora
del recreo. El nombre del nuevo juego se llamaba "disciplina", una
disciplina que caracterizaría las escuelas donde enseñarían las Sisters
de Notre Dame.
El 29 de mayo de 1919, otra fecha histórica. Siete jóvenes—cuatro niñas
y tres niños -- recibieron sus diplomas de octavo grado de Mons. Jones.
Fueron ellos Luisa Castillo, Inocencia Classen, Eduvigis Félix,
Saturnino González, Ramón Lombardero, Justina Román y Francisca Torres.
El senador Martín Travieso pronunció el mensaje de graduación en el que
delineó algunas verdades sobre la necesidad de una educación, sobre
todo, una educación religiosa, y sobre la gratitud que deberían
manifestar a los sacerdotes y a las religiosas por todas las bendiciones
que la escuela había traído a Puerta de Tierra.
El 19 de mayo de 1920 la escuela recibió su certificado de acreditación.
Esto significaba que los graduados podían entrara escuela superior sin
ningún otro examen.
El primero de mayo de 1921 un pavoroso incendio en Puerta de Tierra dejó
a 500 personas sin hogar. El colegio se convirtió en centro de
distribución de ropa y 40 personas fueron acomodadas en el amplio salón
de reuniones y las Hermanas les suplieron ropa, alimentos y medicinas.
En septiembre de 1922 se añadieron clases de ciencias domésticas:
costura para las niñas y dibujo mecánico para los niños. Para esa misma
época se cambió el uniforme rojo y blanco de las niñas a verde y blanco.
La labor de las Hermanas y los Padres Redentoristas para con los niños
menos privilegiados era constante. Con el auspicio de la Asociación de
Padres y Maestros y como parte de las actividades del colegio y la
parroquia, y con ayuda del gobierno, se estableció un comedor escolar en
el que a través de los años más de 200 niños recibían a diario una
alimentación balanceada. El comedor escolar aún existe y es libre de
costo para los niños que aprovechan este servicio.
El 13 de junio de 1943, 21 niños y 19 niñas recibieron sus diplomas de
sexto grado, al finalizar el primer año en que se instauró el sistema
6-3-3 de enseñanza. Ese año se celebró por última vez la graduación de
octavo grado. El curso escolar 1944-'45 comenzó con clases hasta el
noveno grado. El 17 de junio de 1945, la primera graduación de escuela
intermedia: 19 alumnos recibieron sus diplomas de manos del obispo Davis.
En febrero de 1946 se celebró la primera reunión de la Asociación de
Padres y Maestros. Más de 400 padres asistieron, demostrando una vez más
el alto grado de interés que tenían en la educación de sus hijos y el
agradecimiento que sentían por las Hermanas de Notre Dame. El PTA desde
un principio se mostró interesado en ampliar el Colegio para ofrecer
clases a nivel de escuela superior, lo cual comenzó en 1950. En
diciembre de 1952 se recibió la acreditación para las clases de ciencia
a nivel de escuela superior.
En junio de 1953, la primera graduación de escuela superior se efectuó
en el auditorio de la Universidad de Puerto Rico. Los miembros de esa
clase eran: Librada Acosta, Carmen Álvarez, Haydée Álvarez, Virginia
Avilés, Antonia Casanova, William Cintren, María Antonia Colón, María
Antonia Cubano, Eligio
Farrait, Manuel Fernández, Pura Figueroa, Damarys López, Elsie Herrero,
Ana Martínez, José Bruno Merle, Olga Molina, Altagracia Mulinelli, Daisy
Ocasio, Petra Pacheco, Carlos Pares, Rosa Pastrana, Margarita Reyes,
María Mercedes Rojas, Myrna J. Sesman, Pedro Valentín, María Teresa
Vélez y Agustín Villahermosa.
Con una Misa de Acción de Gracias se conmemoró en la Iglesia de San
Agustín el Jubileo de Oro de las Hermanas de Notre
Dame el 29 de abrilde 1965.
Las Hermanas de Notre Dame, que estuvieron ayudando y encargadas del Colegio hasta el 1993.A
pesar de las dificultades económicas y una merma en el número de
maestras Hermanas, el Colegio San Agustín continúa prestando un servicio
muy valioso al área de Puerta de Tierra. Maestras laicas trabajan con
mucha dedicación junto a la actual principal, Sister Marie Benítez. El
Colegio, la Asociación de Padres y Maestros y los Padres Redentoristas
realizan actividades para el fondo de becas para los estudiantes de
escasos recursos económicos.
El emblema que lo distingue representa al Colegio
San Agustín como Escuela Redentorista e influenciada por el carisma de
las Hermanas de Notre Dame por sus siglas JM. Representa Pan de
Vida, éxito, triunfo a través de la sabiduría y el I conocimiento de
Jesús y María. Su misión es la formación de la vida humana en relación a
sus metas finales, respetando el bienestar de esas sociedades de las
cuales, como ser humano, es miembro y de cuyas responsabilidades, como
adulto, compartirá adecuadamente. El colegio educa a cada niño al máximo de sus
potencialidades para poder funcionar eficientemente en la sociedad
moderna.
La escuela trata de desarrollar la capacidad para fomentar juicios
correctos, impartiendo a los jóvenes una educación que los ayude a pasar
de una fe recibida a una fe efectiva y personal.
La misión es una de carácter libertadora, fomentando en los jóvenes
su libre expresión de esa energía creadora que los coloca en actitud
crítica y constructiva ante el mundo en que vivimos.
-Padre John Gaucci, CSsR.
-Padre Terry Tull
-La historia de las Hermanas de Notre Dame/
Luis A. Villares 1959 |
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