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"The Christian Herald" y sus lectores abrieron otra escuela dominical para los niños desamparados en Puerto Rico.

Christian Herald
Nueva York, 21 de febrero de 1900

Cuando ese valiente y distinguido soldado cristiano, el general Guy Y. Henry, con el último esfuerzo de su pluma, hizo una súplica conmovedora en las columnas de THE CHRISTIAN HERALD en nombre de los "Corderitos de Puerto Rico", debe haber previsto la respuesta que vendría de los simpáticos corazones estadounidenses. 

Durante casi tres meses, las nevadas del invierno han estado sobre la tumba de ese soldado-estadista, que era querido por la gente oscura de la pequeña isla de las Indias Occidentales, pero su atractivo ya ha dado sus frutos. Los planes educativos están en progreso en Puerto Rico y los miles de niños hasta ahora desamparados están siendo alcanzados por las escuelas en los días de semana y los domingos en el trabajo espiritual, los lectores de esta revista han cooperado fielmente con los buenos misioneros que ya están en el campo, y ahora tienen la satisfacción de presenciar el crecimiento sustancial de esa parte del trabajo al que se han dedicado sus esfuerzos.

Desde San Juan llega la alegre noticia de la apertura de nuestra nueva Escuela Dominical en la sección Puerta de Tierra de la ciudad. En esta página aparece una fotografía del edificio de la escuela, con los estudiantes y maestros agrupados al frente. Esta fotografía fue tomada en Lunes 29 de enero por acuerdo especial. En la parte delantera del edificio, a la derecha, hay un letrero con la inscripción en español: "Escuela Dominical del Heraldo Cristiano. Los Domingos a las tres de la tarde". En el balcón del elegante edificio se encuentran los maestros y sus asistentes. El Sr. Jamieson, nuestro Superintendente, está junto a la Rev. Zerah C. Collins, a cargo del trabajo de Y. M. C. A. en la isla. Con respecto al distrito en el que se encuentra la nueva escuela, y el trabajo en general, el Sr. Jamieson escribe:

La elevación espiritual de esta gente no es cuestión de unas pocas semanas o meses. Es una cuestión de años. El trabajo de la escuela dominical y la extensión de la iglesia no son un crecimiento de hongos, sino el fruto de años de trabajo inteligente, paciente y de oración. La escuela dominical, EL HERALDO CRISTIANO,  ha comenzado en Puerta de Tierra y el buen trabajo será llevado a cabo de manera sistemática y sincera por mí mismo, asistido por el reverendo Sr. Erwin, la Sra. Erwin y otras dos damas, quienes están profundamente interesados ​​en este más que prometedor campo  de esfuerzo misionero. 

El alquiler del edificio es de doce dólares al mes en oro. Se pueden alojar unos ciento veinte niños. La ubicación es central, por lo que todos tienen la misma oportunidad de asistir. Tengo algunas tarjetas y volantes impresas para distribuir entre la gente, notificándoles cuándo y dónde se llevarán a cabo los cursos

Además del trabajo dominical, habrá un servicio todos los miércoles por la noche para el beneficio especial de los adultos, lo que, naturalmente, tenderá a mantener el interés en la Escuela Dominical. Necesitamos setenta y cinco Nuevos Testamentos en idiomas español e inglés,  y ​​también requerimos la misma cantidad de himnarios en español.

Another Sunday School Opened for Porto Rico's Neglected Children by "The Christian Herald" and its Readers.

Christian Herald
New York, February 21, 1900

When that brave and distinguished Christian soldier, Gen. Guy Y. Henry, with the last effort of his pen, made a touching plea in the columns of THE CHRISTIAN HERALD in behalf of the "Little Lambs of Porto Rico," he must have foreseen the response that would come from sympathetic American hearts.

For nearly three months past, the snows of winter have lain upon the grave of that soldier-statesman, who was beloved by the dusky people of the little West Indian island, but his appeal has already borne fruit. Educational plans are in progress in Porto Rico and the thousands of hitherto neglected children are being reached by week-day and Sunday Schools in the spiritual work, the readers of this journal have co-operated loyally with the good missionaries already in the field, and they now have the satisfaction ot witnessing the substantial growth of that part of the work to which their efforts have been devoted. 

From San Juan comes the cheering news of the opening of our new Sunday School in the Puerta de Tierra sectíon of the city. A photograph of the school building, with the schollars and teachers grouped in front, appears on this page. This photgraph was taken on Monday, January 29 by special arrangement. On the front of the building, to the right, is a signboard bearing the inscription in Spanish: "Escuela Dominical del Heraldo Cristiano. Los Domingos a las tres de la tarde," Which being ranslated, reads: "The Christian Herald Sunday School. Open at three O' Clock in the afternoon." On the porch of the neat-looking building are the teachers and their assistants. Mr. Jamieson, our Superintendent, stands beside Rev. Zerah C. Collins, in charge of the Y. M. C. A. work on the island. Concerning the district in which the nevv school is situated, and the work generally, Mr. Jamieson writes:

The uplifting of this people is not a question of a few weeks or months. It is a question of years. Sunday School work and church extension are not a mushroom growth, but the fruit of years of intelligent, patient, prayerful labor. THE CHRISTIAN HERALD Sunday School has been begun in Puerto Tierra and the good work will be systematically and earnestly carried on by myself, assisted by the Rev. Mr. Erwin, Mrs. Erwin and two other ladies, who are taking a deep interest in this
most promising field of missionary effort. 

The rent of the building is twelve dollars a month in gold. About one hundred and twenty children can be accommodated. The location is central, thereby giving all an equal chance to attend. I am having some cards and bills printed for distribution among the people, notifying them when and where the school will be held. In addition to the Sunday work there will be a service every Wednesday evening for the special benefit of adults, which, of course, will naturally tend to keep up the interest in the Sunday School. 

We need seventy-five New Testaments in the Spanish and English, language, and we also require the same number of hymn books in Spanish.