Por Bibiana Hernández
Suárez
Mencionar “Infanzón” en el barrio de Puerta de Tierra era costumbre diaria. Tanto por los Almacenes Infanzón, como por la familia que le dio su nombre.
Los Infanzón eran comerciantes asturianos que llegaron a Puerta de Tierra, y por generaciones dicha familia se caracterizó por ser muy laboriosa, sencilla y buena. Todos en el barrio los querían y los respetaban. En 1916 don Ramiro y sus hijos fundaron el establecimiento en la Calle San Agustín esquina Tadeo Rivera. Posteriormente su hijo mayor, Ramiro, y sus sobrinos, José María, Manolo y Guillermo, continuaron con la tienda. En ella se vendía de todo y fue una de las primeras tiendas por departamentos en Puerto Rico. Todavía se puede ver el letrero en la fachada del edificio que mira hacia la calle San Agustín:
Scrs. De Infanzón & Garc[ia, 1916.
El piso superior del edificio era una sastrería, y luego fue el almacén donde los Infanzón guardaban la mercancía. El piso inferior era la tienda misma. En ella se vendían telas, principalmente, y en cada sección de la tienda también se vendían diversos productos para el hogar, perfumes, ropa para niños, damas y caballeros, calzado y carteras, entre otros. Y al cliente que no tenía el dinero al momento, que era casi todo el barrio, se le fiaba la mercancía. No existían las tarjetas de crédito, pero sí la palabra de honor de la gente humilde del barrio, válida para los honrados comerciantes.
Con el tiempo, don Ramiro regresó a España y otros familiares se mudaron a vivir a otros pueblos de Puerto Rico. Fue entonces cuando el almacén cesó funciones en Puerta de Tierra. Se mantuvo cerrado por muchos años y hubo una etapa en que fue utilizado como edificio de viviendas. Pero posteriormente, el desuso lo llenó de basura y malas presencias.
Hasta que en el 2015, un grupo de jóvenes y niños se unieron para hacer algo por el barrio, que había caído casi por completo en el mismo deterioro de los Almacenes Infanzón. El grupo escogió el nombre de “Brigada PDT”, y se dio a la tarea de rescatar el edificio Infanzón, limpiar sus predios, pintarlo, decorarlo con hermosos murales, y sellarlo para que no regresaran ni la basura ni las malas presencias.
Y a esos mismos muchachitos se les ocurrió una idea. ¿Por qué no reactivar el edificio Infanzón para hacerlo un centro comunitario en el cual ellos y todos los residentes de Puerta de Tierra pudieran reunirse, recibir talleres, tener una biblioteca y también un área especial para exhibir la historia del barrio? En seguida pusieron manos a la obra. Se hicieron las gestiones necesarias, muchas y muy largas, y al fin la Brigada PDT y la gente del barrio están a punto de poder llamar al edificio Infanzón con el nombre de Museo Histórico de la Comunidad de Puerta de Tierra.
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