El Servicio Naval de Radio de los Estados Unidos
en Puerto Rico comenzó con una pequeña estación telegráfica inalámbrica
ubicada en la parada 71/2 en Puerta de Tierra, frente al océano
Atlántico por el norte y al sur la Carretera Central, hoy Avenida
Constitución. Luego del cambio de soberanía en 1898 estos predios habían
permanecido bajo el dominio militar. En diciembre de 1903 el
Contralmirante Dunlap instaló un transmisor de tres kilovatios con el
propósito de establecer comunicación con una estación similar en la isla
Culebra y navíos en alta mar. Esta fue la primera estación inalámbrica
en la Isla. Esta estación se enlazaría con otra a ubicarse en Culebra,
así como con los buques en alta mar y con las estaciones de Guantánamo,
Colón, Cayo Hueso, Santo Domingo, Haití y San Martín. Su objetivo
principal era ofrecer un sistema de comunicación eficaz y rápido al
Comandante en Jefe de la flota norteamericana y a las demás agencias
gubernamentales, tanto civiles como militares. Era una de 54 estaciones
radiales pertenecientes al Departamento de Marina, y una de las 10 de
potencia mediana.
Las comunicaciones inalámbricas eran para entonces una novedad. Solo
seis años transcurridos desde la primera transmisión práctica, a una
distancia de cinco kilómetros entre las poblaciones de Laverck Point y
la isla Fratholm, en el canal de Bristol, lograda por el italiano
Guillermo Marconi. Al mismo tiempo que Marconi patentaba la radio,
Aleksandr Stepanovich Popov construyó de forma independiente un
dispositivo, para captar las perturbaciones eléctricas de la atmósfera,
que luego sería conocido como antena.
El Código Morse fue el método de transmisión preferido durante la
primera mitad del siglo XX. El primer detector de ondas
electromagnéticas de la estación naval consistía de un rudimentario
sistema electromecánico, que recibía e imprimía los mensajes en forma de
puntos y rayas sobre una cinta de papel.
N A U fue el indicativo oficial designado para la emisora naval. En sus
comienzos, casi todas las estaciones de radio tenían más de dos letras,
como las oficinas telegráficas de tierra. La llamada que cruzaba el aire
para contactar la estación de San Juan era al principio "S A". Luego
cambió a N A U, siguiendo la normativa acordada para todas las llamadas
de radio, consistentes de tres o cuatro letras, o una cifra y dos
letras, siendo la última la utilizada por las estaciones de radio
aficionadas que comenzaban a proliferar en gran cantidad.
El almirante Manney, jefe del Negociado de Equipo Naval, llegó a un
acuerdo con Abraham White, presidente de la American De Forest Wireless
Telegraph Company,
para la adquisición por parte de la armada de cinco de los mejores
circuitos telegráficos inalámbrico en el mundo para esa época. La Armada
tenía la necesidad imperiosa de una conexión inalámbrica entre sus bases
navales en Guantánamo, Culebra y Key West, tomando en cuenta de que en
caso de surgir hostilidades con una potencia extranjera el sistema de
cable submarino sería el primer punto de ataque. La necesidad de
proteger la Zona del Canal agravaba el problema de encontrar un medio
secundario alterno para la comunicación, y la junta general había
aprendido una lección cuando Porto Arthur quedó aislado durante la
guerra.
Por lo tanto, el Negociado de Equipos de la marina inició una serie de
pruebas de competencia bajo la dirección del Teniente Comandante Jayne,
y el resultado fue el convenio entre el almirante Manney y el Sr. White,
extendiendo la firma de un contrato por la cantidad total de $58,666 para
suplir al Gobierno de instrumentos inalámbricos. La compañía garantizaba
el funcionamiento y servicio en estas instalaciones: - Key West a
Panamá, Puerto Rico a Key West, costa sur de Cuba a Panamá, Pensacola a
Key West y Sur de Cuba a Puerto Rico.
Dos meses después de instalada la primera estación, en febrero de 1904,
el departamento naval decidió substituir el transmisor por uno de mayor
potencia, y para tales propósitos levantó tres mástiles de 210 pies de
altura cada uno y puso en funciones un aparato de radio marca "De Forest",
de treinta y cinco kilovatios. Los mástiles soportaban una antena de trescientos pies de largo.
La energía para esta instalación era suplida por la compañía de energía
eléctrica local, pero se observó que cada vez que el transmisor entraba
en funciones, causaba substanciales caídas de voltaje en las líneas de
distribución de dicha compañía. Por lo tanto, la armada decidió
construir su propia planta; y para diciembre de 1905 la estación operaba
con energía generada de forma independiente con resultados
satisfactorios. El aparato podía
comunicarse con Guantánamo (SI) Colón (SL) y Cayo Hueso en la Florida
(RD), sus líneas de larga distancia conectaban con las del Gobierno
donde estuviesen disponibles los servicios telefónicos y telegráficos.
Después de emitir las "Instrucciones para la Transmisión de Mensajes por
telegrafía sin hilos ", el Departamento de la Marina ordenó el 30 de
noviembre 1904, a todas las estaciones de radio navales en tierra,
transmitir con prontitud todos los informes meteorológicos y avisos de
tormenta emitidos por el Negociado del Tiempo en los horarios
designados. Además, se les exigió transmitir la información sobre
huracanes tan pronto los avisos se recibieran, así como en los horarios
regulares pautados. Todos
los buques de guerra de la marina norteamericana equipados con radio
debían transmitir observaciones meteorológicas, dirigidas al Negociado
del Tiempo, al menos una vez al día, o más frecuentes cuando las
condiciones de tormenta existieran.
En 1913 el equipo de comunicaciones fue nuevamente renovado al
instalarse un transmisor fabricado por la Federal Telegraph Co. de 30
kilovatios, para el cual se incluyó la erección de dos torres de acero
de 300 pies de altura cada una, a un costo de aproximadamente 17 mil
dólares, que substituyeron los tres mástiles 210 pies originales.
Los resultados fueron espléndidos, logrando mayores distancias de
transmisión y el establecimiento de comunicaciones con barcos de la
Armada en alta mar.
La tecnología en comunicaciones avanzaba a pasos acelerados y no bien
había transcurrido un año y el aparato circular de 30 Kv. se volvió
obsoleto. Como ya se formulaban planes en 1914 para trasladar las
operaciones relacionadas con la transmisión de señales a la nueva
Estación Naval de Radio en Cayey se intentó entonces solo modificarlo ,
logrando algunos resultados satisfactorios.
Sin embargo, faltaba por dotar a Puerto Rico de una estación radial de
alta potencia. En 1916 el Departamento de Marina sometió un presupuesto
preliminar para su construcción en el pueblo de Cayey, "principalmente
para ser utilizada en operaciones navales" Al año siguiente, la Ley de
Fondos Navales asignó la cantidad de 40 mil dólares para este proyecto.
Hacia 1918 se estaba terminando la construcción de la estación naval de
radio de Cayey "que no sólo garantizaría la comunicación con las
posesiones norteamericanas en las Indias Occidentales, sino que también
prestaría un servicio transatlántico". Esta estación era una de las 67
construidas por el Departamento de Marina durante el curso de la guerra
y una de las 5 estaciones inalámbricas transoceánicas existentes en
Estados Unidos. Puerto Rico había pasado a formar parte de una vasta red
de comunicaciones que cubría todo el globo.
La estación de San Juan utilizó por varios años un transmisor de chispa de la Armada
de cinco Kv. como complemento, que rindió buen servicio al lograr
comunicación con Santo Domingo, R.D., Port Au Prince, Haití y la isla de
San Martín. Los barcos de la Armada y mercantes cerca de las costas de
New York tenían poca dificultad en enviar sus mensajes directamente a la
Estación Naval de San Juan. No obstante la estación comenzó a utilizarse
exclusivamente para la recepción una vez entraron en funciones los
nuevos transmisores en Cayey. Los operadores de la estación de San Juan
manejaban los transmisores de Cayey a través de remotas líneas de
control terrestres.
En el cuarto de control, operadores especializados hacían turnos de
relevo de día y de noche en puestos de recibo individuales; siendo el
propósito principal de la estación "prestar al Comandante en Jefe de la
flota de los Estados Unidos de Norteamérica, a la marina y otros
departamentos del gobierno un eficiente y rápido servicio".
El personal de esta estación central de distrito y el Cuartel General
del Superintendente de Comunicaciones del distrito estaba compuesto por
cuatro oficiales y treinta y un hombres enlistados. Entre los oficiales
que llegaron a estar destacados en la instalación se encontraban: el
teniente C. T. Hull, superintendente de Comunicación de Distrito; el
teniente D. T. Hunter, U. S. N., Médico Insignia; H. A. Rigby, pagador y
artillero y W. H. Rechsick, oficial encargado de la Estación.
Un edificio de concreto de dos pisos se usaba para las labores del
radio, además de contener el transmisor y los instrumentos, alojaba las
oficinas para los oficiales y operadores. Se encontraba además un cuarto
de primeros auxilios, en el cual prestaban servicios un farmacéutico
graduado y uno alistado bajo las órdenes del Médico de la Marina. Tenían
su residencia en otros edificios aledaños dentro de la instalación: el
superintendente de comunicación de distrito, el oficial a cargo de la
Estación, dos operadores casados y enlistados solteros.
Para el 1930 los transmisores de arco y chispa prácticamente habían ya
desaparecido. Incluso por ley, la instalación y operación de esta clase
de equipo fue prohibida, debido a la fuerte interferencia que causaban
en las bandas de radiofrecuencia. Fueron remplazados por equipos más
confiables y eficientes que utilizaban "válvulas electrónicas", o tubos
al vacío para su funcionamiento. En 1936, los transmisores de la
Estación Naval de Radio de San Juan, NAU, que habían sido instalados en
las montañas de Cayey se trasladaron a Isla Grande, lugar más cercano al
sitio de recepción y centro de comunicaciones.
En 1940 la Naval Radio Station San Juan tuvo un cambio en su designación
a Naval Communications Station San Juan. La instalación para el
transmisor en Isla Grande se mudó a Martin Peña y los receptores a
Carolina. A finales de 1941 se construyó en la estación de San Juan una
edificación para comunicaciones a prueba de bombas, y se levantó
una tercera torre para antena de 250 pies de altura. La estación naval de comunicaciones en San Juan fue nuevamente
re organizada en el 1951, con sus receptores ubicados en Sabana Seca. En
la década de 1970 todas las operaciones de la estación fueron
transferidas a Fort Allen y pasó a llamarse Naval Communications Station
Puerto Rico.
Ref.
El Libro de Puerto Rico, 1923 Capítulo X, Telegrafía Inalámbrica Naval
Building the Navy's Bases in World War II: A History of the Bureau of
Yards and Docks, 1940-1946, Volume 2
Letter, President of the General Board of the Navy to President of
Board on Organization of Radio Service, January 8, 1915, Records of the
General Board of the Navy, File 419, op. cit.
Lt. Cari Townsend Hull, U.S.N., y Francis W. Khoadley, "U.S.A. Naval
Communication Service" en Fernández García, op. di., págs. 715-717.
..
History of Communications-Electronics in the United States Navy
Captain Linwood S. Howeth's, 1963
La Presencia Militar
de Estados Unidos en puerto Rico 1898 1918,
María Eugenia Estades font"U.S.A. Naval
Communication Service"Lt. Cari Townsend Hull, U.S.N., y Francis W.
Khoadley,
en Fernández García, op. cit., págs. 715-717. Annual
Report of the Navy Department, 1914. pág. 140.,
Annual Report of the Navy Department, 1916 (Washington, D.C., Government
Printing Office, 1916), pág. 28, 29. A historic look at
NCTS as it prepares to celebrate a century of communications
Lt. Nichol Shine, NCTS Public Affairs, November 2003
Activities of the
Naval Communication System
by Alvin H. Grobmeier, CDR, USN Ret. |
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La Casa Cuna de San Juan fue inaugurada el 18 de
septiembre de 2008. Las instalaciones del Programa están situadas en los
terrenos donde estuvo enclavada la antigua estación
naval de radio y donde al final estuvieron las viviendas de los
oficiales de la U.S. Naval Reserve; adyacentes
al Parque Luis Muñoz Rivera en Puerta de Tierra, San Juan.
La rehabilitación de los 10 edificios existentes había comenzado desde
septiembre del 2006. Dichos terrenos fueron cedidos al Municipio de San
Juan como resultado de gestiones realizadas por el Alcalde Jorge Santini
con distintas agencias Federales. Dichas gestiones dieron como resultado
el que el Departamento de Salud y Servicios Humanos Federal cediera
estos predios en abril del 2004 para el desarrollo del Programa. El terreno de Casa Cuna,
con un extensión de 225 metros cuadrados, está valorado en $30 millones.
La Casa Cuna de San Juan, es una iniciativa de la Sra.
Irma Garriga, Primera Dama de San
Juan, conceptualizado en el 1999, quien se encargó de la logística y
creación del Programa. Está adscrito a la Oficina para el Desarrollo
Integral de la Mujer del Municipio de San Juan, así como del Centro Más
Salud de Puerta de Tierra. Para su ejecución se invirtieron alrededor de
$7.3 millones, entre fondos del “Community Development Block Grant” (CDBG,
por sus siglas en inglés) y otras partidas, como empréstitos y otras
asignaciones federales.
El Proyecto tiene como propósito proveer de un hogar de transición a los
niños y niñas maltratados de 0 a 3 años de edad, y está dirigido a
mejorar la calidad de vida de estos menores proveyéndoles un ambiente
que ha de garantizar el reconocimiento de su dignidad como seres
humanos, en el que reciban todos los servicios necesarios para promover
su desarrollo óptimo; sin distinción de raza, credo, sexo o condición
social. Esto incluye a menores que por razones particulares son
entregados/as voluntariamente por sus padres/madres biológicos/as,
tutores/as legales y aquellos/as menores que son referidos/as por el
Departamento de la Familia. Se les provee de servicios alimenticios,
servicios de salud y enfermería las 24 horas.
La Casa Cuna de San Juan se convirtió en agencia de adopción en
septiembre del 2008 luego de ser certificada como tal por el Departamento de la Familia.
Seis de los edificios sirven de residencia para los niños y niñas. Dos
de ellas completas de una planta y cuatro que son apartamento abajo y
arriba. Las completas cuentan con 2 cuartos y un baño, sala, comedor y
cocina. Las otras tienen la cocina, sala, comedor y baño, en la primera
planta y tres o más cuartos y dos baños en la segunda planta. El
edificio de administración es de dos pisos. En el primer piso está la
recepción, oficinas, un salón de conferencia, cocina de empleados,
lavandería y el área de desarrollo de los niños. En el segundo piso se
encuentra la oflcina de la directora, Primera Dama, Directora de ODIM,
sicólogo, dos trabajadores sociales, secretarias, etc. Además hay una
cocina industrial, salón de actividades para usos múltiples; almacén
administrativo, equipo y materiales, oficinas de Manejo de emergencias y
de la Policía Municipal y parques pasivos para niños, uno por cada dos
casas.
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Olga Tañón donó $50mil dólares
al centro de adopción y atención de niños, La Casa Cuna de San
Juan. La acompañan la primera dama de San Juan, Irma Garriga y el
alcalde Jorge Santini/Gerardo Bello |
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La primera dama de San Juan,
Irma Garriga, acompañó a la autora Tere Rodríguez-Nora mientras
leía su más reciente cuento infantil "En busca de la paz". /Janizabeth
Sánchez |
Ref. Municipio de la Ciudad Capital de
San Juan Bautista Ordenanza num. 12
Serie 2006-2007
(P. de O. Num. 16, Serie 2006-2007)
Contundente progreso en programa de Casa Cuna, Municipio de San
Juan
martes, 27 de marzo 2007
A fuego” la inauguración de Casa Cuna
Melba Brugueras El Vocero
20 de septiembre de 2008
Develan Polo de la Paz en la Casa Cuna de San Juan
Janizabeth Sánchez / Primera Hora
9 de noviembre de 2008
Amigos de la Casa Cuna de San Juan |
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