La educación en Puerto Rico (1900-2005)

 


Por Rosa Rodríguez Meléndez

Inmediatamente después de la ocupación americana, el sistema escolar experimentó una serie de modificaciones radicales. El clima de cambios, modificaciones y adaptaciones a partir de 1898, ocasionó desajustes en todos los ámbitos de la vida de los puertorriqueños, sobre todo en el campo de la educación, institución fundamental para la integración al nuevo sistema de cultura y valores (Brau,1937,277). 

Entre los intentos por lograr este objetivo, identifica Aida Negrón de Montilla (1990, 9) la celebración  de las fiestas nacionales norteamericanas, la organización de ejercicios patrióticos basados en la lealtad hacia los Estados Unidos, el cambio curricular y la sustitución de las estructuras de organización y leyes escolares, incluido el cambio de idioma y de libros que reflejaban la vida
norteamericana. En los inicios de la ocupación militar, el estado caótico, resultante de la guerra hispanoamericana, hizo imperativa la adopción de medidas temporales para implantar el nuevo régimen. Entre éstas, el cierre de las escuelas y la suspensión de maestros, muchos de los cuales regresaron a España ante la situación de incertidumbre en Puerto Rico.

Las nuevas autoridades no ocultaron sus intenciones de "educar para americanizar". En las mentes de muchos de estos funcionarios, la educación era una herramienta para convertir a los puertorriqueños en "buenos americanos". Desde luego, la idea de americanizar al pueblo a través de la educación no agradó a todo el mundo. 

El proyecto de americanización provocó fuertes resistencias, principalmente entre quienes se alzaron en oposición creciente al dominio estadounidense. Otros puertorriqueños favorecieron el objetivo de la americanización, más no de los métodos para alcanzarla. Para ambos grupos, los aspectos mas controversiales de las reformas educativas fueron la centralización del sistema educativo y la imposición del inglés en las escuelas.

El 3ro. de octubre de 1898, se celebró en el Teatro Tapia una asamblea para estudiar la situación en Puerto Rico luego de la ocupación. De esta asamblea, y de sus resoluciones, se determinó el inicio del nuevo sistema educativo para los puertorriqueños. Se disolvieron todas las instituciones del gobierno español, entre éstas la Junta Provincial de Educación Pública, y se comenzó el proceso de reestructuración del nuevo modelo de enseñanza. Se instituyó el Negociado de Educación bajo el Departamento de lo Interior, entidad gubernamental responsable de implantar el nuevo régimen escolar.

En el verano de 1899 comenzó un período de experimentos, de éxito variado, con el propósito de establecer la escuela pública gratuita americana como la base del 
gobierno republicano y la prosperidad de los negocios. Este período de experimentación duró hasta después que el Gobierno Civil se estableció en Puerto Rico, el 1 de mayo de 1900, y, de hecho, hasta que la Legislatura aprobó una ley integral de la educación el 31 de enero de 1901.

Desde 1900 la administración educativa estuvo a cargo del Comisionado de Educación, un funcionario nombrado por el presidente de los Estados Unidos e investido de poderes muy amplios. El cargo de comisionado fue ocupado por norteamericanos hasta 1921, cuando se nombró al primer puertorriqueño (de fuertes sentimientos proamericanos), Juan B. Huyke. Dichos funcionarios dirigieron un sistema de instrucción pública muy centralizado, pues ellos tomaban la mayor parte de las decisiones sobre nombramientos, currículo, programas y otros asuntos importantes. Los primeros comisionados escogieron principalmente a estadounidenses para supervisar a los maestros. La mayoría de estos supervisores no hablaban español y apenas podían comunicarse con los profesores a su cargo quienes, a su vez, no hablaban inglés.

Para evitar problemas de esta índole y acelerar la americanización de el sistema de instrucción, durante los primeros años del siglo, se importaron cientos de maestros estadounidenses. Aunque muchos llegaban con buenas intenciones, pocos estaban preparados para trabajar en un ambiente tan distinto al suyo. No sabían español, no entendían las costumbres y la forma de ser de los puertorriqueños y, en muchos casos, compartían la creencia de que la cultura nativa era inferior a la suya.

En enero de 1899, el gobierno norteamericano nombró a John Eaton, ex Comisionado de Educación, para hacerse cargo de los asuntos educativos. Eaton, a su vez, seleccionó al Sr. Víctor S. Clark como su ayudante. Por instrucciones de Eaton, una de las primeras gestiones de Clark fue visitar la Isla, con el propósito de hablar con los maestros, repartir libros, mapas y la bandera de Estados Unidos de Norteamérica, así como de inspeccionar las escuelas y preparar un informe general, incluyendo en éste la localización de los centros educativos.


Para comenzar los cambios requeridos, Eaton recomendó al gobernador de Puerto Rico, Guy V. Henry, una serie de estrategias y reformas; entre éstas, la construcción de escuelas y el alquiler de mejores casas con propósitos educativos, libros y pupitres, entre otros materiales para la enseñanza.

Basándose en el sistema escolar de Massachusetts, el 1ro. de mayo de 1899 el gobernador proclamó la primera ley escolar bajo el dominio norteamericano en Puerto Rico. La ley establecía la escuela pública (Common Public School) por grados (Graded School) para todos los habitantes entre los seis y dieciocho años, no más de cincuenta estudiantes por maestro o maestra, la "coeducación"; es decir, que no se separaría niños y niñas, el calendario académico según el estadounidense (de lunes a viernes), la división de la isla en seis distritos escolares (San Juan, Fajardo, Arroyo, Arecibo, Ponce y Mayagüez), y la matrícula y los libros gratuitos. Se instituyeron las juntas municipales y sus responsabilidades; entre otras, la cualificación de los maestros y maestras mediante exámenes, el nombramiento de los directores escolares, ya que en el sistema español no existía esta posición, el sueldo de los funcionarios y la adquisición de los materiales educativos, así como la inspección de los edificios escolares, todo mediante los maestros de inglés, quienes "are familiar with the American school system", según Eaton (AGPR, Fondo: Municipal, Serie: Instrucción Pública, Legajo 69) La ley, también, autorizó una escuela normal para la preparación de maestros y maestras, y los comienzos de la organización de la Universidad de Puerto Rico.

Las leyes escolares quedaron sin efecto con la renuncia del general Guy V. Henry, ese mismo año. El nuevo gobernador militar de la isla, George W. Davis, disolvió los departamentos de Estado, Tesoro e Interior, y creó la Oficina de Asuntos Municipales, de Rentas Internas y de Agricultura, dejando en función la Oficina de Educación con una Junta Insular de Educación, la cual continuaría las recomendaciones de Eaton y Clark.

Se comenzó con el diseño y construcción de varias escuelas modelos bajo la supervisión de Víctor S. Clark, las cuales tendría "el propósito de ilustrar en forma concreta lo que es y debía ser una escuela americana" (Annual Report of the Commissioner, 1900, 258); entre éstas, una en Ponce, una en Fajardo y otra en San Juan. La escuela de San Juan, según Osuna, (1949) comenzó sus funciones el 24 de septiembre de 1899 con un departamento de escuela superior y una facultad de cinco profesores. El edificio de madera, se construyó frente a la Plaza de Colón en el Viejo San Juan, esquina de Puerta de Tierra, donde luego se localizó el Casino de Puerto Rico, hoy Centro de Recepciones del Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. La escuela fue inaugurada oficialmente el 16 de enero de 1900.

El 3 de julio, el periódico La Democracia, bajo el titular "Un Edificio Quemado", reseñaba la destrucción de la Model and Training School, recalcando la posibilidad de que fuese un acto intencional. De inmediato, el gobierno inició una investigación. La pesquisa concluyó que el fuego comenzó por algún accidente en el salón de química, localizado en el segundo piso.

Con el establecimiento del gobierno civil en 1900, Martin G. Brumbaugh fue designado Comisionado de Educación. Le correspondió a Brumbaugh la organización del Departamento de Instrucción. En primer lugar, Brumbaugh vió la posibilidad de abrir unas ochocientas escuelas, todas bajo la administración del Departamento de Instrucción. Mención aparte fue la Escuela de Ponce, tanto por las óptimas condiciones del edificio, como por las iniciativas pedagógicas que allí se llevaban, "debidas al esfuerzo personal del General Henry y su esposa" (Annual Report of the Commissioner, 1900, 19-20). Aparentemente, este edificio pudo haber sido construido antes que la Model and Training School de San Juan, pues los documentos registran sus inicios previo al 1900 para la llamada "escuela americana de Ponce". Con este dato, habría que examinar con más detenimiento la posibilidad de que ésta sea la primera escuela construida por los norteamericanos en Puerto Rico.

Al aumentar la demanda de maestros, surgió la necesidad de mejorar su adiestramiento. En 1900, una escuela normal e industrial fue abierta en Fajardo, una institución preparatoria para maestros tanto rurales como urbanos. Desafortunadamente, la distancia que separaba este pueblo del resto de la isla hizo que solo unos 20 maestros se matricularan inicialmente. La escuela normal se movió a Rio Piedras en 1901. En este edificio se comenzó, a partir de el 12 de marzo de 1903, la Universidad de Puerto Rico, institucionalizada mediante Ley de la Asamblea Legislativa durante la administración de Samuel McCune Lindsay, Comisionado de Educación desde 1902 hasta 1904, quien auspició la legislación. 

En 1908 el Gobierno de los Estados Unidos extendió a Puerto Rico la ayuda dispuesta por la Ley Morrill- Nelson, convirtiendo a la Universidad en una Institución por Concesión de Tierras (Land Grant). Esto impulsó el crecimiento de los estudios superiores, y el 23 de septiembre de 1911 se estableció el Colegio de Agricultura en Mayagüez como parte de la Universidad de Puerto Rico. Un año después se le cambió el nombre a Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM), nombre con el cual se le conoció por 50 años.

En el 1908 un grupo de maestros de la zona occidental de Puerto Rico se reúne en la escuela Farragut de Mayagüez y acuerda constituirse en una entidad que denominan Asociación Puertorriqueña de Maestros. Un año más tarde, el 4 de marzo de 1909, un grupo de maestros de San Juan se reúne en el Ateneo Puertorriqueño y decide fundar otra entidad magisterial con el nombre de Asociación Insular del Magisterio. El sábado 8 de julio de 1911 se reúnen las dos organizaciones en el Teatro La Perla de Ponce y crean lo que hoy se conoce como la Asociación de Maestros de Puerto Rico. 

Durante los primeros años del siglo XX, el gobierno norteamericano, a través del Departamento de Educación, inició en las escuelas públicas del país varios programas-dirigidos sobre todo a las niñas en los grados intermedios-, encaminados a re-orientar los trabajos que históricamente habían realizado la mayoría de las mujeres puertorriqueña pobres en el espacio doméstico: limpiar, lavar ropa, cocinar, tejer y criar. Agrupados bajo el nombre de «economía doméstica», se inició desde 1902 --no sin tropiezos ni dificultades-- la diseminación de una serie de saberes sobre higiene, nutrición, embellecimiento del hogar, cuidado de la apariencia y organización de las tareas domésticas que se predicarán como soluciones a las penurias sociales de las familias puertorriqueñas.

Para 1913 el gobierno insular había invertido catorce millones de dólares en la educación. Seiscientos treinta escuelas graduadas (urbanas), 1,050 escuelas rurales y cuatro escuela superiores habían sido construidas. En aquella época había 1,974 profesores, y la asistencia a la escuela había aumentado a 162,000. La educación vocacional ofreció cursos a los alumnos en agricultura, el dibujo, artes manuales, ciencia doméstica, y música. El número de planteles, maestros y alumnos del sistema de instrucción pública continuó incrementándose año tras año, especialmente en los niveles elementales. Gracias a esto, el analfabetismo se redujo notablemente, de un 80 por ciento en 1899 a un 41 por ciento en 1930 y a un 35 por ciento en 1935.

En 1915, designaron al Dr. Paul G. Molinero Comisionado de la Educación. Con él vino un cambio en el método de enseñanza, puesto que la ocupación americana había estado enteramente en inglés con el español tratado como asignatura especial. El Dr. Molinero estableció el idioma español como el medio de la instrucción en los primeros cuatro grados, inglés en los tres grados subsiguientes, e inglés y español para los grados intermedio y superior. Este método fue utilizado hasta noviembre de 1934, cuando el Comisionado de Instrucción, José Padín ordenó que la instrucción se impartiera en español en todos los grados elementales, con el inglés enseñado como clase especial del primer grado.

Con el nombramiento del Dr. José M. Gallardo como Comisionado de la Educación en junio de de 1937, un nuevo programa escolar fue adoptado  poniéndo énfasis especial en la enseñanza del inglés. La instrucción se dá en español en los primeros dos grados, con inglés como asignatura secundaria; en el tercero y cuarto la razón es dos tercios en español y un tercio en inglés; en los quinto y sexto grados, mitad español y mitad inglés; mientras que en el séptimo y octavos grados, la división era un tercio en español y dos tercios en inglés. La educación en el nivel superior sería totalmente en inglés, con el español siendo tratado como asignatura secundaria.



 

Lámina del tío SAM, inclinándose sobre un escritorio y dando una conferencia a 4 niños (Filipinas, Hawai, Puerto Rico y Cuba) delante de niños que sostienen libros (varios estados de los E.E.U.U.). Hay un indio americano en el fondo, sosteniendo un libro al revés y un muchacho chino en la puerta. 1899.
 

La orden de enseñar en inglés, y no en español que es el idioma de los puertorriqueños, provocó protestas, no solo de los partidos políticos y grupos que empezaban a afirmar la nacionalidad puertorriqueña, sino también de la Asociación de Maestros y los estudiantes de secundaria y universitarios, entre otros. Estos opositores planteaban que la enseñanza en inglés, lengua extranjera  para los alumnos, no hacía sino confundir y atrasar el aprendizaje. Cuestionaban la importancia dada a los valores nacionales de Estados Unidos, soslayando los de la patria. Alegaban, además, que la imposición del inglés producía cierta resistencia sicológica. Es decir, que el plan de enseñar a la fuerza en ese idioma, en vez de ayudar en su aprendizaje, lo retrasaba.
 
Todos estos argumentos irían ganado terreno en la política educativa puertorriqueña durante las próximas décadas, hasta derrotar por completo la política de imponer el inglés como vehículo de enseñanza.

Dos eventos significativos que repercutieron en el problema del lenguaje tuvieron lugar en el 1948. El gobierno colonial de la isla fue modificado para permitir a los puertorriqueños elegir al Gobernador. Segundo, el Gobernador fue investido con la autoridad para designar al comisionado de Educación. El Gobernador electo, Luis Muñoz Marín, designó a Mariano Villaronga, quién por decreto administrativo instituyó el español como el idioma para la educación en Puerto Rico en el año escolar 1949-1950. Por vez primera desde 1898, Puerto Rico tuvo el español como el lenguaje oficial para la instrucción en todos los niveles de la educación pública.

En 1949, el Comisionado de Educación fue nombrado por primera vez por el gobernador de Puerto Rico, con el consejo y consentimiento del Senado. Sin embargo, este cambio no afectó las funciones que desempeñaba. Además, durante este año se creó la División de Educación de la Comunidad. Para esta época la organización del nivel central constaba de un Comisionado, dos Subcomisionados (uno a cargo de lo docente y el otro de lo administrativo) y un Primer Oficial Administrativo, á cargo de los asuntos de personal y de planificación. Además, existían ocho divisiones principales: Educación Vocacional, Rehabilitación Vocacional, Finanzas, Personal y Planificación Escolar, Investigaciones y Estadísticas, Educación a la Comunidad, Comedores Escolares y División Técnica. 


Durante el 1952 se aprueba la constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en la cual se estipulan los siguientes derechos relacionados con la educación y que reflejan el deseo de todos los que trabajaron y trabajan por mejorar la educación puertorriqueña desde los años de la colonización española hasta nuestros días.

"Habrá un Sistema de Instrucción Pública, el cual será libre y no sectario."

"La enseñanza será gratuita en la escuela primaria y secundaria y, hasta donde las facilidades del estado lo permitan se hará obligatoria para la escuela secundaria".

"La asistencia obligatoria a las escuelas públicas primarias, hasta donde las facilidades del estado lo permitan , según se dispone en la presente, no se interpretará como aplicable a aquellos que reciban insrucción primaria en escuelas establecidas bajo auspicios no gubernamentales".

En un esfuerzo por lograr que más puertorriqueños continuaran estudios académicos a nivel superior, en 1981 el Banco Gubernamental de Fomento estableció la Corporación para la Asistencia de la Educación Superior en Puerto Rico. Esta subsidiaria garantizaba préstamos otorgados a estudiantes por la banca privada bajo un programa del gobierno federal. Igualmente, el Banco creó la Asociación de Préstamos Estudiantiles de Puerto Rico que ofrecía préstamos a bajos intereses para estudios postgraduados

Ante los vertiginosos cambios que se van desarrollando desde la mitad del siglo XX, se ha convertido en una necesidad imperiosa el realizar sistemáticamente estudios que permitan tener un panorama claro de la situación educativa día a día.

En 1990 se presenta el Informe Final de la Comisión Especial Conjunta para la Reforma Educativa Integral de la Asamblea Legislativa del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Los resultados de este estudio y los trabajos de la comisión que lo preparó culminaron con la Ley Orgánica que regula la educación elemental y secundaria del Sistema de Educación Pública de Puerto Rico (Ley Num. 68 de 28 de agosto de 1990). Esa ley substituyó la Ley Escolar Compilada de 1903 que fue enmendada en innumerables ocasiones, pero no derogada hasta ese momento. Además, sustituyó el término Secretario de Instrucción Pública por Secretario de Educación. De varios estatutos de esta ley Num. 68 se origina la Ley Num. 18  del 16 de junio de 1993, Ley para el Desarrollo de las Escuelas de la Comunidad, se crearon las escuelas de la comunidad y se les otorgó autonomía académica, fiscal y administrativa para que pudieran operar de forma efectiva. 

La Escuela de la Comunidad es la unidad funcional del Sistema de Educación Pública de Puerto Rico. Dicha unidad está constituida por los estudiantes, el personal docente, el personal administrativo y el personal externo. El personal docente lo componen los maestros, los directores de escuela, los bibliotecarios, los orientadores, los trabajadores sociales, y el personal con funciones técnicas, administrativas y de supervisión. El personal administrativo lo componen empleados de oficina, de los comedores y de mantenimiento de la Escuela. El personal externo lo componen los padres de los estudiantes y los representantes de la comunidad servida por la Escuela.

Al 31 de diciembre de 2005, según los registros del DE había 1,523 escuelas de la comunidad operando en las 10 regiones educativas: Arecibo (172), Bayamón (183), Caguas (178), Fajardo (97), Humacao (145), Morovis (99), Mayagüez (160),Ponce (184), San Germán (109) y San Juan (196). 

 Todo este proceso culmina en la nueva Ley Num. 149 de 15 de julio de 1999, conocida como Ley Orgánica para el Departamento de Educación Pública de Puerto Rico y la nueva Ley Num. 158 de 18 de julio de 1999, conocida como Ley de la Carrera Magisterial.

Desde 1925 hasta el presente se ha logrado un progreso significativo. El Departamento de Educación se ha reorganizado para lograr mayor solvencia económica  y eficiencia, los estándares para el desempeño se han elevado en los cuerpos administrativos, supervisores, y docentes; la reorganización se ha efectuado en línea con ideas progresivas de la educación y un esfuerzo definido se ha hecho dirigido a realizar los objetivos sociales y económicos del sistema educativo en Puerto Rico

junio 2006


Bibliografía

Ángela López Borrero (2005) Mi Escuelita
Educación y arquitectura en Puerto Rico. Editorial Universidad de Puerto Rico

Scarano, Francisco A. (1999). Puerto Rico: Una historia contemporánea. McGraw-Hill. México.

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Negrón de Montilla, A. (1990, ed.).  La americanización de Puerto Rico y el sistema de InstrucciónPública 1900-1930

Scarano, Francisco A. (1999). Puerto Rico: Cinco siglos de historia. McGraw-Hill. México.

Víctor R. Fajardo Vélez (1999) Historia de la Reforma Educativa: Transformación de la Escuela Pública Puertorriqueña. Editorial Departamento de Educación. Gobierno de Puerto Rico.

DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
Informe Especial DE-07-12 6 de noviembre de 2006.

Image Envision / Jamie Voetsch