Historia de Puerta de Tierra

 


Casa unifamiliar. Circa  1935

 

Barrio Obrero


Uno de los asuntos que los líderes obreros plantearon ante los gobernantes con mayor frecuencia fue la escasez de vivienda adecuada para los obreros. Este problema se agudizaba porque al comienzo del siglo 19 las zonas urbanas de San Juan, Ponce, Mayagüez y Arecibo crecieron rápidamente. 

De acuerdo con un informe del Comisionado del Trabajo realizado a principios del siglo 20, Puerta de Tierra era la zona de mayor concentración humana en todo Puerto Rico. La razón era que estaban agrupados allí los principales talleres y fábricas de San Juan. Como no existía un sistema adecuado de transportación pública, las personas venían de toda la isla a buscar alojamientos alquilados en esa área. Por eso vivían allí muchos miles de personas en barracones mal iluminados y casi sin ventilación. El Partido Socialista luchó por que se crearan barrios obreros en las principales ciudades y por que se distribuyeran parcelas en los pueblos del interior. Barrio Obrero fue uno de los primeros proyectos de vivienda auspiciados por el Partido Socialista.

Para ofrecer atención directa al problema de vivienda pública para la ciudad capital, la Comisión de Hogares Seguros autorizó, en 1921, la construcción de viviendas unifamiliares. Serían hogares para obreros y artesanos desplazados de los arrabales de Puerta de Tierra -conocidos como Salsipuedes, Hoyo Frío y Gandulito, que serían eliminados para facilitar el dragado del Canal San Antonio. El cieno del dragado proveía el relleno para esos predios. Desafortunadamente, antes de que las familias fueran reubicadas, el dragado había terminado, y el cieno había inundado los arrabales.

Con este dragado se ampliarían las facilidades del puerto, al crear espacio para acomodar embarcaciones de mayor tamaño y los nuevos almacenes portuarios. La construcción de la avenida que iba desde  La Marina hasta Miramar, cerca del 1926, (hoy avenida Fernández Juncos), delimitó los terrenos al sur de ésta para usos relacionados con las actividades portuarias, así las viviendas allí ubicadas tuvieron que ser relocalizadas. 

La Comisión compró 62 acres de terreno en Santurce y ofreció contratos subsidiados por los lotes a las familias desalojadas del arrabal, como compensación por la pérdida de sus hogares. Esta iniciativa representa el primer intento de renovación urbana por vía de la eliminación de arrabales en Puerto Rico. Barrio Obrero fue la única comunidad realmente planificada en esos predios y fue concebida desde sus comienzos con agua, energía eléctrica, alcantarillado y otros servicios públicos. Se construirían 600 casas para las familias desplazadas de Puerta de Tierra en la Isleta de San Juan, pero finalmente se construyeron tan solo 260 viviendas (50 de hormigón y 210 de madera). Durante los primeros dos años, se establecieron en Barrio Obrero unas 460 familias. Ya para 1935 la barriada contaba con 1,146 viviendas, además de comercios y facilidades comunales.

Como no se había construido una iglesia, los nuevos residentes de Barrio Obrero viajaban hasta Puerta de Tierra para asistir a  misa en la Parroquia  San Agustín. Se mantuvieron los vínculos familiares, sociales y culturales entre ambos barrios a pesar de estar distanciados.

Lamentablemente, la relocalización de los residentes de un área que, aunque deteriorada, estaba céntricamente localizada, a un local relativamente alejado de los centros de empleo, resultó infructuosa. El informe oficial de la Homestead Commission indicaba que para 1922, sólo el 25 por ciento de las casas en Barrio Obrero estaban ocupadas por los antiguos residentes de Puerta de Tierra. 

Los residentes eventualmente vendieron sus contratos a personas que no necesitaban el subsidio. Muchos de ellos regresaron a Puerta de Tierra.  Por tal razón, los oficiales a cargo de los primeros proyectos de renovación opinaron que era un error invertir fondos públicos en desarrollos de viviendas donde se repartían lotes y edificaciones a familias que recibían la ayuda gubernametal y luego liquidaban sus préstamos, con descuentos, a favor de individuos que no la necesitaban. Estos eventos coinciden con la fundación de los primeros núcleos de residentes del barrio Hoare entre las Paradas 12 y 15.

Fuentes
-Homestead Commission, 1925, p. 106)
-El Mundo 21 de mayo 1935, p. 13