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Noviembre 27  1893  P.2

PLAZA DE TOROS


Con tiempo excelente, bastante público, si bien pocas faldas, pero había dos Rosarios capaces de hacer rezar á un moro, se dio comienzo á la corrida anunciada para el día de ayer.

Los muchachos se presentaron en el redondel á la hora marcada, y el despejo lo hizo un alguacil caballero en un poderoso potro.

La llave tuvo que ir á recogerla á Cangre jos, pues la presidencia tomó asiento en un palco con bastantes bríos al parecer.

Antes de salir el primer mosquito, uno de los individuos de la plana menor hizo las delicias del público, bailando una danza un poco putrefacta. Por fin un corneta, situado no sabemoe donde, tocó un aire guerrero. Al aviso salió "Verdugo," de color gateado, como dicen por acá, corni-abierto, serradas las puntas, de algunas libras y poder, pero un tanto haragán. Llevaba una cartera de viaje al costado derecho, á la que los inteligentes llamaron moña.

La caballería, no era muy de buen agrado; sin embargo tomó tres varas sin novedad para las sar dinas de Nantes que montaban los picadores. Cumplió sus deberes reglamentarios, sin causar estorcíón alguna por imposibilidad física.

El presidente ensefió algo al "cornetero" y este tocó el aria final de "Lucía." Los muchachos, que son muy listos, cogieron los palitroques. Dos pares buenos del Vieja, uno al cuarteo y otro al sesgo, un par de Arandita á la media vuelta describiendo un círculo con su hermoto cuerpo, aplausos á los tres, á los banderi llos y al toro, el que como un tomate fue dispuesto á otra cosa.

Nueva serenata del pitador, unas palabritas dulces de caballero al presidente, que le oyó acariciándole su perilla, dos pases naturales, uno cambiado que hizo cuadrar al animal como un recluta, una estocada en hueso, bien dirigida, un pase natural, un mete y saca que muchos llaman de recurso y que hizo pedir perdón a la res,pidiendo el pasaporte al puntillero, un intento de nueva lucha del "Verdugo" que se puso frente a frente al matador, y un descabello á pulso al segundo intento, pusieron fin á su preciosa vida. Palmas, tabacos, gorras de marinero; en fin, la mar.

Los hermanos da la paz y caridad se llevaron su cadáver que ha ser presa de los taurófobos.

Segundo toro: negro retinto, bien armado de pié y empuje. Salió voluntarioso para la gente de caballería, mató un jaco al Argentino que cayó rodando por el suelo y se vio apuradillo por el cariño que le tomó el animal; gracias á un coleo muy aplaudido del Vieja, no precenciamos un destripamiento, ¿y esos quites, matadores? El Melonero regaló al animal un buen puyaso; el público pedía caballos, y con razón, y el presidente mandó tocar banderillas.

Morenito le plantó un par al encuentro, bueno y Guerrilla otro de frente, regular; palmas á los dos.

El busó, todavía muy entero y sin estar preparado para la brega de muerte, fue condenado á la pena capital por la presidencia.

Juaniqui agarra los chismes y brinda y tras muchos pases con la derecha, con la izquierda, de telón, de pecho cinco estocadas y cuatro pinchasos, donde vimos volapiés, medias vueltas, pase de banderillas y hasta recibiendo el toro con peligro de recibir además una cornada, tras de una larga faena del matador que se puso en peligro se calentó y no se ocupaba de las salidas, hubo que encerrar al becerro en el corral con grande alboroto del público. Serénate Juaniqui que una mala tarde cualquiera la tiene.

Tercer toro: careto. corni-abierto, pocas libras y poco poder; anémico, algo más aficionado al juego que el primero.

Toma tres varas regularmente puestas por los chicos que perdieron un colibrí. El Vieja coge los palos. Se acordó de la Giralda, y logró poner su nombre más alto que Santa Juana, que es la veleta que luce aquella torre tan alta. Aranda puso un par al sesgo bastante bueno y el segundo lo citó varias veces; pero el animal no estaba para bromas y se huyó recibiendo un palitroques donde pudo.

Tocan á muerte y Caballero después de una buena faena y un pinchazo bien marcado, un soberbio mete y saca que fue lástima sacara el matador el pincho para que la estocada hubiera lucido bien. Nuevo trabajo para cuadrar al "Guajiro" y un volapié hicieron entregar al bruto su alma al dios baco.

Toca el turno á "Retozón" ¡qué gasas de poner motes! que toma dos buenos puyasos que le brincharon con mucha resistencia los caballeros. Guerrilla y Morenito cojen las banderillas, al toro no entra por uvas, sin embargo el primero pone medio par caído y por simpatía cayó también al suelo encontrándose con un descocido en el callón que hubiera llegado á la pelleja si no es por ese barbián de Vieja que es más feo que Picio, pero que trabaja con fé, arrojo é inteligencia. ¡Ole, viva Se villa! Aplausos y tabacos.

Pide el público fuego para el toro, y mal pedido, y señala al Vieja para dárselo, después de muchas idas y venidas, muchas vueltas y revueltas le plantó un par de frente; pero fue cojido en la salida y enganchado por la chaquetilla, saliendo intacto por una feliz casualidad. Gran ovación.

Tocan á muerte y Juaniquí se dirije sereno al animal y repitió la faena del segundo toro siendo el Retozón lo mismo que aquel encerrado en el corral.

En resumen el ganado dio juego; la cuadrilla hubiera hecho más si hubieran estado más unidos; los picadores regular, las capas muy bien distin guiendose el Vieja y Juaniquí. Los banderilleros bastante bien y en la suerte de espada, Juaniquí sereno, pero desgraciado y Caballero sereno aplomado, seguro y firme. La presidencia en hebreo; y el público esperando mejores toros para la segunda corrida y que se perfeccione el servíció de placa un poco.—Los comienzos siempre ton duros.
—Santa Juana.