Siguiendo el dictamen d'anunzziano que nos dice que es preciso renovarse para vivir, el Hotel Condado y el Escambrón Beach Club están en plan de renovación. El señor A. Agudo, veterano hotelero, nombrado recientemente "housemanager" del Hotel Condado, donde colabora eficazmente con su hijo, don Pedro Agudo, Director-Gerente del "Condado" y del "Escambrón", acaba de regresar de los Estados Unidos, donde fuera en misión especial relacionada con las radicales innovaciones que están ya en progreso en ambos centros.
Contratados por el señor Agudo han llegado a Puerto Rico, procedentes de los Estados Unidos, dos renombrados jefes de cocina, uno para el "Condado" y otro para el "Escambrón", y un Joven y ya famoso "maitre d'hotel", Marcelino Palacio, traído directamente del reconocido restaurant Jack Dempsey, de Miami, Florida, habiendo trabajado anteriormente con magnifico récord en el Waldorf Astoria, St. Moritz and "House of Helen Morgan" en Nueva York, y por diez temporadas consecutivas en el Gran Casino Nacional de la Habana. Palacio ocupa ahora en el "Condado" el puesto de Bettio, quien ha pasado al "Escambron".
Ernesto Fernández, es el nombre del nuevo "chef de cuisine" en el Escambrón Beach Club. Fernández ha ganado sus charreteras en el "Continental" de San Sebastián; en el Belmont de Nueva York; en el Hotel Statler, de Detroit; y en el Palmer Hlouse, Town Club y Reslaurant "L'Aiglon" de Chicago. De este último sitio, famoso por su cocina francesa e hispanoamericana, logró conquistarle el señor Agudo para que viniera a Puerlo Rico.
A cargo de la cocina del Hotel Condado se halla ahora el "chef" Francisco Ortíz, cuya brillante hoja de servicios comprende hospederías tan famosas como el "Skaiting Palace" de París; el Hotel Rítz y Casa Turnier de Madrid; el Hotel de France en Biarritz; el "Continental" de San Sebastián; el "Imperial de Madrid y el Waldorf Astoria y "Old Algiers" de Nueva York. Chef Ortiz es miembro del club de jefes de cocina "Epicure de la Cuisíne Tecnique Mundial".
Está visto que el Hotel Condado y el Escambrón Beach Club no se duermen en sus laureles rehusando terminantemente caer en la desastrosa rutina que suele llevar a las organizaciones al estancamiento y al fracaso.
CRONIQUEUR.
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