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Por Nathaniel Soltero
Un estudio sobre la atención médica de carácter público en Puerto Rico, llevado a cabo recientemente por un funcionario del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, demostró el hecho de que los servicios médicos y de hospitalización que se le brindan a los enfermos indigentes por por las municipalidades responsahles de rendir tajes servicios, han estado muy lejos de ser satisfactorios y han resultado en todos los sentidos, inadecuados e insuficientes para remediar las necesidades actuales. Muchos de los hospitales municipales han empobrecido hasta un punto tal, que están en posición de ofrecer solamente el servicio de custodia de sus pacientes...
Así lo revela el señor Félix Lamela, Secretario Ejecutivo de la Escuela de Medicina Tropical, que forma parte de la Universidad de Puerto Rico, en un trabajo que publicó recientemente —en la revista "Hospital", que es el órgano oficial de la "American Hospital Ass o c i a t i o n" de la cual es miembro activo—. sobre el desarrollo de los hospitales en la isla y en el que hace especial mención del nuevo Hospital para Investigación de Enfermedades Tropicales. En su bien escrito y mejor preparado trabajo, el señor Lamela ofrece una explicación detallada de los planes que hay en mente para el futuro desarrollo y engrandecimiento del Hospital de Medicina Tropical.
SOLAMENTE DOS UNIDADES
''Mientras las municipalidades están supuestas a cuidar de sus propios indigentes enfermos, no importa Ia clase de enfermedades que padezcan," dice el señor Lamela, "el Gobierno Insular ha asumido la responsabilidad mayor del cuidado institucional de los dementes, los tuberculosos y los leprosos. También opera el Gobierno Insular el único hospital en la isla para tratamiento de las enfermedades contagiosas graves. Hace varios años se concibieron los planes para un sistema de Hospitales de Distrito Insulares, pero hasta la fecha solamente dos pequeñas unidades han sido establecidas— una en Ponce de alrededor de 80 camas y la otra en San Juan con 50 camas, adyacente a una parte integrante de la Escuela de Medicina Tropical."
Hace historia más adelante el señor Lamela y dice que "la Escuela de Medicina Tropical fue creada a virtud de una ley de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico en el año 1924, la cual disponía la transferencia a la Escuela de toda la propiedad del anterior Instituto de Medicina Tropical e Higiene." Explica también que la misma resolución proveía para la construcción de un edificio adecuado para laboratorios, biblioteca y oficinas. Y que tal como lo dispone otra ley de la Asamblea Legislativa, la Escuela está gobernada por una Junta Especial de Síndicos, integrada por cinco miembros, tres de los cuales son escogidos por la Junta de Síndicos de la Universidad de Puerto Rico de entre sus propios miembros, y los otros dos son nombrados por la Universidad de Columbia, por lo que "la Escuela de Medicina Tropical funciona bajo los auspicios de estas dos universidades, cuyas relaciones, contribuyen en gran parte, a la extraordinariamente buena reputación
Que ha logrado establecer la Escuela en el campo de las investigaciones científicas".
RAMAS QUE ABARCAN LOS DEPARTAMENTOS
La facultad de la Escuela de Medicina Tropical, incluyendo a sus asociadas, totalizan actualmente 135 miembros de distintos grados quienes trabajan conjuntamente,contando adem,ás con la colaboración de los médicos locales, consultores, y profesores visitantes de los Estados Unidos.
Explica el señor Lamela que los departamentos de investigación de la Escuela de Medicina Tropical abarcan la bacteriología, la patología, la química, la salud pública, las enfermedades contagiosas, la parasitología, la climatología, la micología, la medicina tropical y la cirugía. Las clases sobre éstas ramas científicas son ofrecidas a un limitado número de estudiantes post-graduados en los más avanzados campos de la ciencia médica y a los investigadores capacitados se les extienden todas las facilidades y se les brinda todo estímulo posible para la continuacion de sus estudios.
EL EDIFICIO DE LA ESCUELA
"El edificio de la Escuela de Medicina Tropical", dice más adelante el Secretario Ejecutivo de dicha prestigiosa institución, "es una joya del renacimiento español, copiada fielmente del Palacio de Monterrey, en Salamanca, y está ubicado como a 300 pies de retirado del mar, contiguo al parque que rodea el Capitolio Insular. El Hospital, construido en el año 1929, se une a la Escuela y aunque originalmente estaba destinado a un Hospital de Distrito para la atención de casos de toda índole y así ha funcionado desde que se constituyó, la Escuela lo ha utilizado tanto como le ha sido posible para el estudio clínico y su mayor rendimiento de servicio consiste precisamente en eso. Los planes actuales comprenden la reconstrucción total del viejo hospital para adaptarlo en mayor grado al estudio e investigación científica y proporcionar al mismo tiempo un buen Hospital de Distrito con alrededor de 250 camas, a fin de atender a las necesidades de la comunidad de San Juan.
 "Los planes para la reconstrucción del Hospital de la Escuela," sigue diciendo el señor Lamela, "son el resultado de un estudio realizado por el doctor William H. Walsh, consultor del Hospital, quien fué utilizado como consultor especial por el Director de la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico. El doctor Ernest H. Gruening, El doctor Walsn hizo un amplio estudio en San Juan, sobre el cual sometió un informe al Director de la Administración de Reconstrucción de Puerto Rico, doctor Ernest H. Gruening, a la facultad y al Director de la Escuela de Medicina Tropical, doctor George W. Bachman. Los planes finales para la reconstrucción del hospital de investigación fueron desarrollados después de varias conferencias con todos los funcionarios concernientes y están basados en las recomenda-iones del consultor y el arquitecto Edgar Martin, de Chicago."
DESCRIPCIÓN DE PLANES PRELIMINARES
Describe en otra parte de su trabajo el señor Lamela, los planes arquitectónicos preliminares para la reconstrucción del Hospital que forma parte de la Escuela de Medicina Tropical y dice: "Toda vez que el Hospital está materialmente unido a la Escuela de Medicina Tropical, se hizo necesario y se estimó conveniente el continuar el mismo diseño exterior en la nueva construcción y por lo tanto se seguirá el atractivo tipo del renacimiento español de la Escuela en la edificación del Hospital. Toda la estructura, incluyendo la Escuela formará un cuadrángulo con un patio en el centro. El Hospital estará cara al Norte y dominará ininterrumpidamente el mar."
Hablando sobre las facilidades que ofrecerá el primer piso de la nueva construcción, el señor Lamela dice que una institución de investigación médica requiere un de departamento apropiado de pacientes para suplir todas las facilidades necesarias de elección cuidadosa de casos para ser admitidos al hospital. "Asi se observará", dice, "que el Departamento de pacientes aquí ha sido diseñado de tal manera que ofrece espacio y equipo necesarios para procedimientos de diagnóstico. Aquí también se propone ofrecer la continuación del tratamiento para dar de alta a pacientes de manera que los resultados finales puedan ser confirmados y anotados. Para el tratamiento de condiciones de cirugía menor coincidentes y también para atender a emergencias, un pequeño cuarto de cirugía estará situado en el área del hospital de pacientes contiguo a una habitación para el metabolismo basal y la electrocardiografía."
La entrada principal al Hospital dará hacia el mar y esta área estará ocupada de un lado por la sala de recibimiento y por una serie de habitaciones para exámenes médicos, y en el otro lado por un apartamiento para el Jefe Médico, quien será el Director y cuyo secretario actuará como empleado a cargo de la información. Contigua a la oficina del Director estará la habitación de archivo de los casos y en el lado opuesto del pasillo estará el cuarto de consultas de los médicos y el departamento de Rayos X. Esto último, comunicándose por un corredor de servicio con el cuarto de emergencia y con el departamento de pacientes. El ala sureste estará ocupada por el cuarto de conferencias de la facultad, los laboratorios clínicos y de investigación científica, la capilla y el depósito de cadáveres. Este último quedando debajo de la sección patológica de la Escuela en el segundo piso, a la cual estará conectada un elevador de mano.
Segundo Piso
Las facilidades del segundo piso las explica el señor Lamela en la siguiente forma: "Este piso se dedicará a salas generales y a habitaciones con una o dos camas, con todas las facilidades esenciales para su servicio. Habrá treinta camas para adultos y seis camas para niños en este piso; una galería protegida por tela metálica para la sección de niños y otra para ambas secciones de mujeres y hombres. Cuartos especiales en este piso han de estar provistos de aire acondicionado, de modo que cualquier condición atmosférica o terapéutica pueda ser obtenida mientras el paciente está bajo observación y estudio."
TERCER PISO
Las salas este y oeste del tercer piso, según detalla el señor Lamela, constituyen una completa y nueva adición al antiguo hospital y el frente o lado norte presentará la misma fachada que muestra el grabado. Un auditórium en donde quepan alrededor de 125 personas se proveerá en el ala oeste y se conectará éste con un apartamiento quirúgico completo, incluyendo una habitación central para las hojas clínicas. Un departamento de investigaciones, vivienda para los médicos residentes, comedores y cocinas muy modernas se encontrarán también en este piso. El servicio de alimento para los pacientes estará centralizado puesto que todas las dietas en esta institución, serán especiales. La cocina y los comedores estarán provisionalmente localizados en el tercer piso, porque no hay otro espacio apropiado, que pudiera dedicárseles. Se espera, sin embargo, que cuando se adquieran más terrenos, pudiera ser posible localizar las cocinas en él, librando por lo tanto el espacio en el tercer piso para otros fines.
"La reproducción fotográfica de la concepción arquitectónica del desarrollo completo del Centro Médico en San Juan de Puerto Rico", termina diciendo el señor Lamela, "muestra a la Escuela de Medícina Tropical tal como existe y las adiciones futuras por hacer. El Hospital de estudio e Investigación, ahora en desarrollo, constituye la sección de este grupo en el Norte, frente al mar. La estructura superior en el este representa el Hospital de Distrito para 250 camas, el que estará íntimamente afiliado a la Escuela y constituirá una unidad independiente bajo una administración separada. El terreno sobre el que descansará el Hospital de Distrito que muestra la fotografía, es propiedad del Departamento de la Guerra, y se están dando los pasos necesarios para conseguir su transferencia al Departamento del Interior para lograr el fin que se persigue. Se espera que cuando se adquiera esta tierra se haga una asignación de fondos para el Hospital de Distrito."
OBRA DE INCALCULABLES BENEFICIOS...
Tal es la magnitud de la obra que empezará a realizarse dentro de poco—ya se ha desocupado el actual edificio de la Escuela de Medicina Tropical, habiéndose trasladado los pacientes que en el estaban recluídos al Hospital Presbiteriano—obra que rendirá incalculables beneficios no sólo a los porto rriqueños, sino también a todos los habitantes de los países tropicales en el Nuevo Mundo, que aparte de ser afines a nosotros en la lengua, las costumbres, las tradiciones y los ideales,lo son también en las enfermedades...
Y decimos esto, porque si hasta ahora, en su reducido local, la Escuela de Medicina Tropical ha rendido labor tan meritoria en el campo de las investigaciones científicas—patriótica para todos los que amen verdaderamente su terruño y ansíen ver colmados de la genuina felicidad que brinda una salud perfecta; humana en su sentido general y profesional—podrá ahora cuando cuente con mayores recursos y mayores facilidades completar la labor empezada y superarla, con proyecciones que tengan repercusión mundial y que coloquen a sus médicos directores en el augusto sitial de la admiración y el respeto profesional.
Solamente a un hombre quién en más de una ocasión ha demostrado su sincero interés por Puerto Rico, y quien hizo posible la cristalización de la Administración de Reconstrucción con cuyos fondos se llevará a la práctica el encomiable proyecto, es a quien tenemos que agradecerle en el futuro los beneficios que derivemos los latinos, los del trópico, de esta trascendental obra... al presidente de los Estados Unidos, Franklin D.Roosevelt,
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