|
Con el equipo de la fragata "Sarmiento"
El domingo por la tarde se llevó a cabo el más brillante partido de fútbol celebrado desde hace mucho tiempo; hacía más de tres años que no se veía tan concurrido el terreno de fútbol como el pasado domingo por la tarde, más de cien automóviles rodeaban el campo; y más de mil espectadores entusiastas de este deporte y curiosos que se acercaban a ver fueron apiñándose y interesándose a medida que el partido entraba en calor por lo reñido de la lucha.
La fragata argentina "Presidente Sarmiento", con la cortesía que caracteriza a los argentinos, envió a tierra un once de artistas con el balón Inglés; por el equipo seleccionado por el entusiasta manager del Club Náutico, señor Ernesto Sánchez, jugaron los siguientes: portero, Cortés; defensas, Andréc Bueso, García; medios. Paco Bueso, Laureano, Eulogio García; delanteros, Navarrito, Oberto, Cayere, Otero y Vigil. Actuaron de jueces de linea los infatigables entusiastas Más, de Ponce; y Pepe Roán, de San Juan. Arbitró muy justamente el veterano Portelita.
Inicióse el partido con un brillante avance argentino que demostró en seguida el calibre de su juego. La dificultad del terreno por ser demasiado blando para su juego ayudó grandemente la defensa de las rápidas acometidas de los ligeros delanteros argentinos.
Así mismo los náuticos secundaron esta defensiva con otra que dominó por unos minutos a los visitantes; vimos una. lucha entre titanes; los argentinos juegan bien, y fuerte, hay que darse cuenta de que son todos ellos jugadores desde pequeñitos ya que es el deporte favorito de Argentina: los nuestros se multiplicaban, especialmente los defensas y el medio centro Laureano; Cortés en la portería estuvo simplemente colosal. Tuvo estilo, colocación y valor en todo momento.
Podemos asegurar que todo el equipo Náutico jugó con un amor propio digno de loa; lucharon nuestros muchachos con la convicción de que al menos si perdían perderían peleando pulgada por pulgada.
Terminó el primer tiempo con un goal a favor del equipo argentino, puntuación que animó a los nuestros pues que siempre el equipo visitante ha propinado grandes palizas a nuestras selecciones en otros años anteriores.
Era tanto el entusiasmo del público que ante las jugadas emocionantes de uno y otro bando aplaudía frenéticamente, lleno de delirio; hemos de consignar en esta crónica como nota de relieve el alto espíritu de sportsmanship que reinó durante todo el partido, pues a pesar de que se jugó fuerte, fue siempre un juego limpio y tanto los visitantes como los nuestros dieron muchas pruebas de su caballerosidad y su deportismo.
Hemos de felicitar a los veintidós jugadores per su lucha; hemos de decirles a lodos lo mismo: gracias, muchas gracias, por la tarde llena de emoción que nos habéis brindado, que se repita pronto.
Merece nuestro aplauso especial la labor de los defensas y medios argentinos, fue la más alta demostración de estilo y fortaleza.
De los nuestros... Cortés invencible, Bueso y García como dos leones que cuidan su guarida, no permitieron nunca un shut libre y rompieron siempre las combinaciones de los gauchos; Laureano, con un delirio, (porque así hay que llamarlo) de jugarlo todo solo, contuvo siempre el avance sistemático del equipo argentino, cortó más juego él solo que el resto del equipo todo junto. Los demás, todos jugaron sus puestos mejor de cuanto podía esperarse ya que se superaron a sí mismos para no dejarse vencer.
Los náuticos se apuntan con este empate de 1 a 1, una gran victoria por tratarse de un equipo vencedor siempre, y por un amplio margen con equipos superiores al nuestro.
|
