Extractos del artículo de:
Roberto H. Todd
El abastecimiento de agua para la población de San Juan parece ser tema
inagotable y constante de hace más de dos generaciones. Desde que España
regia nuestros destinos, se viene tanteando sobre el tema y aún no hemos
acertado en la solución verdadera. Allá por los años de 1885 al 1887, el
Ingeniero Civil español, señor Gadea, que pertenecía al Cuerpo de
Ingenieros del Estado hizo estudios para establecer el acueducto de San
Juan, derivando y bombeando las aguas del Rio Grande de Loiza, estudios
que no llegaron a aprobarse por ciertas dificultades que presentaba el
plan y que hubiera costado mucho dinero al Municipio. Este proyecto debe
encontrarse en los archivos del Municipio de San Juan, donde lo dejamos
cuando ocupábamos el cargo de Alcalde.
Andando los años, el notable ingeniero puertorriqueño, don Arturo
Guerra-Mondragón, hermano mayor del licenciado Miguel Guerra-Mondragón,
ocupando el cargo de Arquitecto Municipal, estudió el plan de derivar
las aguas del Río Piedras para el acueducto de San Juan y el Municipio,
habiendo acordado adoptarlo, allá por el año de 1897, contrató un
empréstito de 300,000 pesos especiales, que era la moneda circulante
entonces, con el Banco Español, y se emprendió la obra. La guerra de
Estados Unidos y España en 1898 paralizó las obras y con la llegada de
las tropas americanas, después del 18 de octubre el Municipio tuvo que
hacer otro empréstito con el Gobierno Militar para continuar la
colocación de la tubería y asi poder surtir de agua a las tropas y a las
poblaciones de San Juan y Rio Piedras.
Este acueducto, calculado para una población de 25 a 30,000 habitantes
cumplió su cometido, pues el Río Piedras tenía agua suficiente para las
necesidades de San Juan y de Río Piedras, únicas ciudades a servir
entonces. Allá por el año de 1913, siendo ingeniero municipal don
Fernando Montilla, se proyectó un estudio del Río Bayamón, y el
ingeniero ayudante, don Miguel Ferrer, acompañado de los ingenieros del
Departamento del Interior, señores Guillermo Esteves y Jesús María
González, realizaron ese trabajo que no pudo llevarse a la práctica.
Mas tarde, en 1917, por tener que suplir de agua urgentemente a las
tropas que estaban acampadas en "Las Casas", se efectuó el cambio de
bombas de vapor por las movidas por fuerza eléctrica y filtros mecánicos
y más luego se cavaron pozos profundos en Hato Rey que ayudaron la
capacidad del acueducto de Río Piedras con 4,000.000 de galones diarios.
Vino el cambio de administración en San Juan y el gobierno Travieso-Diez
de Andino nombró en 1923 una Junta Técnica compuesta de los ingenieros
F. D. Márquez, comisionado municipal de Obras Públicas, como presidente;
vocales Celso Caballero, ingeniero representante del Departamento del
Interior; G. Ramirez de Arellano, ingeniero representante del
Departamento de Sanidad; José Antonio Canal, ingeniero consultor, y por
último, Manuel Font, ingeniero Jefe de las Obras del Empréstito y
Secretario de la Junta, todos profesionales en quienes hay que admitir
capacidad y experiencia para estudiar la posibilidad de utilizar las
aguas del Rio Bayamón para el acueducto.
En la primera reunión celebrada por esta Junta que fue el 28 de junio de
1923, se acordó que se proyectase la construcción de un acueducto
derivando las aguas del Rio Bayamón y para una probable población en el
año 1940, de las poblaciones de San Juan, Rio Piedras, Bayamón. Cataño y
Guaynabo y seconvino en que esa población sería el doble de la que
existía en 1920. Se acordó también que el consumo probable por habitante
en 1940 debía estimarse para San Juan en 300 litros, para Bayamón y Rio
Piedras en 250 litros y para Guaynabo en 200 litros.
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En la reunión del 30 de junio de 1923, el ingeniero consultor señor
Canals presentó un cálculo de población para los años 1930, 1935 y 1940,
así como del consumo, fijando la población de San Juan en 1940 en
142.000 habitantes; Rio Piedras y Hato Rey en 22,000; Bayamón y Cataño
en 34,000; y Guaynabo en 1.400. Ya sabemos que en el año de 1938 los
habitantes de esas poblaciones han rebasado esas cifras.
Pero lo más importante en esta estudio técnico es que el ingeniero
Canals en la referida sesión del día 30 de junio lanzó un aviso
profético que ninguno de los ingenieros de la Junta rebatió ni discutió
siquiera. He aquí ]o que dice el Informe que tenemos delante:
"Canals: Señor presidente, partiendo de los dos acuerdos tomados por
esta Junta en sus sesiones de anteayer y en la de hoy; oí primero de los
cuales fija la población, probable del territorio que ha de servir el
nuevo acueducto en el doble de la cifra que alcanzaba en el censo de
1920, y el segundo fija el consumo medio probable per cepita y por día,
en cada una de las zonas en que se dividió el territorio; he formado
este estado número 1 de población y consumo de agua probable en los años
1930, 1935 y 1940, es decir, para un período de 15 años, más o menos,
después de la terminación del nuevo acueducto, que supongo tendrá lugar
en el año 1925".
"Veremos en este estado que en 1940 el volumen medio diario de agua que
habrá de suministrar el nuevo acueducto ascenderá a la cantidad de
57,025 metros cúbicos, y a esto corresponde un gasto medio de 660 litros
por segundo, que tendrá que dar el Rio Bavamón".
"Ahora bien el caudal de este río fue, según el aforo practicado en
1920, de 516 litros por segundo, y en el aforo practicado en 28 del mes
en que estamos, dio solamente 512 litros por segundo para el caudal del
rio. De suerte que es en años de sequía como los dos recientes de 1920 y
el actual, el caudal del Río Bayamón no será suficiente en un futuro
próximo, para abastecer en aguas a los habitantes del territorio que el
nuevo acueducto proyecta servir".
Quiere decir lo que acabamos de copiar, que lo que está sucediendo
actualmente y ha venido sucediendo desde que empezó a funcionar este
acueducto, se sabia que habría de suceder, por la misma Junta de
Técnicos que hizo el estudio del actual acueducto.
...
El dinero, que es siempre factor importante en toda obra como ésta, no
es lo principal del problema del agua para San Juan. Lo más importante,
lo principal, lo indispensable, es que le caudal de agua de donde se
nutra el acueducto, séa suficiente para las necesidades de ésta y de las
futuras dos o tres generaciones. Y todos convenimos en que el caudal del
Río Bayamón no es suficiente para siquiera las necesidades actuales. No
hay que ver más que lo que resulta cuando estamos en la estación de
sequía y el agua no llega en abundancia a la toma del acueducto, allá en
los montes de Aguas Buenas y el Municipio se ve obligado a aminorar la
distribución de agua y nos pone a ración.
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