Últimamente se han publicado en la Prensa diaria numerosas quejas de vecinos que se lamentan del deficiente servicio del alumbrado público que tiene la ciudad de San
Juan, precisando trayectos, calles y zonas en los cuales la falta de luz apareja peligros para las personas que por allí transitan de noche. Entre otros sitios que se encuentran en este lamentable condición, se menciona el trayecto entre la Ponce de
León y la Biblioteca Carnegie, muy frecuentado durante las primeras horas de la noche por alumnos de las escuelas públicas, especialmente niñas, que acuden a la biblioteca en busca de libros y referencias para sus clases,
exponiédose al pasar por allí a las molestias de los zagaletones y desocupados que acostumbran apostarse en los puntos más oscuros de aquella zona.
Aludiendo a este problema, el Administrador General de la Puerto Rico Railway Light and Power Co., señor P. W. Raymer, ha escrito una carta al director de nuestro colega «La Correspondencia de Puerto Rico", que aparece publicada en la edición del martes, en la cual afirma que tienen razón los que piden mayor cantidad de alumbrado en el trayecto cercano a la biblioteca insular y en otras muchas calles que también carecen de luz suficiente.
Como se ha asegurado que el Gobierno de la Capital invierte crecidas sumas de dinero en el alumbrado público, el señor Raymer trae a colación el dato de que en el año 1928 San Juan tenía una población de ciento seis mil habitantes gastaba mensualmente la cantidad de cuatro mil ochocientos ochenta y ocho dólares en este servicio. Agrega que en la actualidad la Capital tiene una población que se estima en ciento cincuenta y un mil habitantes y que en alumbrado público sólo se está gastando ahora la suma de tres mil ciento treinta dólares mensualmente.
Este solo dato basta para poner de manifiesto la causa de la deficiencia que se advierte en el alumbrado de la ciudad. Si la población ha aumentado en un cuarenta y dos por
ciento en el transcurso de los últimos diez años y la ciudad ha alcanzado un extraordinario desarrollo en igual periodo, habiéndose urbanizado un gran número de zonas hasta hace poco deshabitadas y habiéndose levantado importantes barriadas residenciales en distintos puntos de la Capital, no puede pretenderse que la asignación para el alumbrado público que era suficiente hace diez años baste para llenar las necesidades del presente. Menos aún puede pretenderse que el alumbrado
séa satisfactorio cuando la partida se ha reducido unos mil setecientos cincuenta dólares mensuales.
Es cierto que en el curso de estos años ha habido una rebaja en las tarifas del alumbrado público, pero la rebaja no guarda proporción con las necesidades adicionales que el crecimiento de la ciudad determina en materia de alumbrado público, especialmente cuando la asignación para este servicio ha sufrido la merma que ya mencionamos.
La Puerto Rico Railway Light and Power Company alega que no tiene culpa de clase alguna en cuanto a las deficiencias del servicio de alumbrado público de la ciudad y, hace recaer toda la responsabilidad de esas deficiencias en el Gobierno de la Capital. De acuerdo con los datos que publica el
señor Raymer, claramente se destaca el hecho de que la Administración Municipal no está prestando al problema del alumbrado toda la atención que merece.
No pueden alegar las autoridades que ello se debe a la llamada crisis de las finanzas municipales, porque la verdad es que ha habido sustanciosos aumentos en las asignaciones para otros servicios y otras dependencias y otros empleos y empleados. El desarrollo urbano de la Capital, la apertura de nuevas calles, la construcción de populosas barriadas y el mejoramiento de las instalaciones eléctricas de aquellas vías nunca las han tenido satisfactorias, exigen que la administración provea más amplios recursos para dotar la ciudad de un completo y eficiente servicio de alumbrado público. A la juiciosa consideración del Alcalde y de la Junta de Comisionados referimos este asunto, con la esperanza de que se tomará la acción pertinente para corregir las apuntadas deficiencias a la brevedad posible.
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