Nuevamente apelo a los niños de Puerto Rico. A esos que siempre han contribuido para el engrandecimiento de los deportes en la isla y que no permanecen sordos ante la llamada del deber.
Nuestro eximio campeón centroamericano, Juan Luyanda, embarcará a principios de septiembre próximo para cursar estudios en Lincoln University, Pennsylvania. Ahí tendrá la oportunidad no sólo de obtener su carrera, sino de demostrar en la competencia de consagrados, que aquí en Puerto Rico producimos atletas que pueden medirse con los mejores del continente. La señora madre de Luyanda ha venido a nuestras oficinas. Es su dolor de madre abnegada, que en este momento de felicidad en que su hijo ve abrirse ante él nuevos horizontes, no puede comprarle aquellas cosas que ella desea que él lleve consigo, para que allá en el continente recuerde esta tierra nuestra.
¿Los niños de Puerto Rico no contribuirían con un centavo cada uno para ofrecerle a la señora madre de Luyanda un pequeño tesoro, que ella sabrá agradecer, para satisfacer su lógico y sublime deseo de madre? ¿Los niños de Puerto Rico no iniciarán inmediatamente esa colecta en sus respectivas poblaciones y la remitirán Inmediatamente a esta Comisión ya que tan pocos días faltan para que Luyan da embarque tranquilo y satisfecho?
Aunque nos hemos dirigido a los niños, no dudamos que los adultos oirán la llamada angustiosa, y corresponderán a ella como es de es perarse.
Teófilo MALDONADO
Comisionado de Recreo y Deportes
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