Por Malón Rojas Daporta
Johnny Torres, estudiante de cuarto año de la Escuela Superior Barbosa, en Puerta de Tierra, es una promesa en
el campo de los cohetes opinan sus maestras. El joven de 18 años está tan interesado en la construcción de esos artefactos que hace alrededor de tres años viene realizando pruebas con los que construye. Dice ha lanzado ya 16 de ellos en la playa de Peña Pará.
Johnny tiene uno de sus cohetes en exhibición en la feria científica de la Barbosa, y éste acapara el interés de todos los que visitan el salón donde opera esta actividad escolar. Dice que lo construyó en aproximadamente ocho días, cuando lo mandaron a acostar porque estaba enfermo.
El jovencito vive en la calle San Agustín, de Puerta de Tierra, con su madre la señora Polonia Rivera viuda de Torres y dos hermanas menores. Revela que para realizar sus pruebas se tiene que ir a la playa porque "ya los vecinos hablan mucho". Se refiere a las explosiones que causó con sus primeros experimentos.
En una de esas ocasiones relata que un amigo le dio un cigarrillo, y al prenderlo una chispa hizo explotar la carga del cohete que preparaba, provocando una explosión. De esa experiencia tiene un recuerdo que llevará por mucho tiempo, una gran cicatriz de quemadura sobre el dorso de su mano derecha.
En otra ocasión preparó un cohete con un tubo de aluminio para una prueba estática, lo cual, según nos explicó, quiere decir que no era para que se elevara. La combustión hizo fundir el tubo de aluminio. Por eso él construye sus cohetes con cartón de cajas de juguetes, y les da consistencia y solidez reforzándolos con muchas capas de cartón, cordón y alambre. La carga de combustible va adherida a cada etapa del cohete por medio de varillas.
Los cohetes de Johnny son de dos etapas, cada una de las cuales tiene su carga.
Para esto usa diferentes combustibles: la primera etapa lleva una mezcla de clorato de potasio y la segunda de nitrato de potasio. El experimenta con diferentes combustibles y prepara las mezclas con azúcar en vez de carbón, porque, según explica, es más seguro. El carbón fue lo que precipitó la explosión que le quemó la mano. Revela el estudiante que en su casa lo han dejado libre el uso del cuarto de los ca chivaches para sus experimentos, pues ya empezaba a interrumpir la tranquilidad hogareña con las pruebas.
Sin embargo, dice que nadie está en contra de sus experimentos, sino por el contrario los fomentan tanto su madre y sus hermanas como sus profesoras. Johnny Torres aspira a estudiar cualquiera de las ingenierías que incluyen estudios en el campo de los cohetes. Dice que tiene buenas notas en todo pero sus materias favoritas son las ciencias, especialmente la química y la física.
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