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Martes 26 agosto 1980.   pág.10


Escándalo en Hacienda

La investigación que se ha practicado en Ponce con respecto a transacciones realizadas por una firma allí ubicada que se dedica a la importación y venta de automóviles ha revelado que a una relación trabada entre la gerencia de la firma y un funcionario de alta jerarquía en el Departamento de Hacienda puede responsabilizarse por un fraude contributivo en exceso de dos millones de dólares. Los auditores de la agencia han informado una deficiencia contributiva de cerca de un millón de dólares, pero hay razones para creer que adicionalmente se ha desarrollado una evasión contributiva en exceso de millón y medio de dólares.

Evidencia documental revela que la importación de automóviles se realizaba entre una firma de exportación en Miami dirigida por un hermano del dueño de la firma importadora en Ponce. La documentación comercial utilizada para levantar embarques de automóviles de los muelles, preparada en Miami no respondía ppresumiblemente al valor contributivo de los automóviles recibidos. Cualquier subvaloración de artículos tributables es un elemento de fraude cuyo importe es fácil de determinar por el DH ya que a esta aqencia le consta el valor de toda mercancía que se recibe en Puerto Rico. Es bajo esta táctica de evasión que el importe del fraude se estima puede rebasar el millón y medio de dotares.

Transacciones de esta indole realizadas por concesionarios de la Chrysler—Plymouth en Ponce han requerido un trato privilegiado de parte de funcionarios del Departamento de Hacienda. Estos han consentido frecuentes sobregiros en la fianza que se requiere a los importadores, y han expedido permisos especiales para retirar mercadería de los muelles sin tener a mano la documentación original por los automóviles recibidos. Hay evidencia también de que se han tramitado expedientes de reembolso de contribuciones a esa firma a sabiendas de que la empresa tenía deudas contributivas sin atender con el DH.

Evidencia circunstancial allegada revela, además, que el dueño de la empresa se ha ausentado del país luego de haber vendido su negocio asi como sus bienes personales.

La Situación ya investigada había sido previamente denunciada cuando se informó que e! señor Manuel Mártir Santiago, alto funcionario del DH había recibido trato preferente de parte de la firma Chrysler—Plymouth de Ponce. La investigación oficial encomendada al Departamento de Justicia exoneró al señor Mártir Santiago de haber incurrido en irregularidad alguna en sus relaciones oficiales o comerciales con la firma de referencia.

Un curioso corolario de la situación de fraude señalada es que la firma comparecerá el 28 de agosto a una vista contributiva en el DH en la que se ventilará una alegación de la firma Chrysler—Plymouth a los efectos de que su deuda contributiva es de $230.OOO y no de $999.293 como señalan los auditores de Hacienda. La vista ha sido autorizada bajo la firma del señor Mártir Santiago, justamente el funcionario al que se le considera ilícitamente involucrado en las transacciones con la firma Chrysler—Plymouth de Ponce.

En la audiencia señalada para el jueves deberá discutirse a fondo el alcance de todas las transacciones de carácter dudoso llevadas a cabo por la firma aludida mediante la benévola actuación de funcionarios de Hacienda en detrimento de la recaudación de fondos públicos y en abierta violación de las reglamentaciones fiscales a las que esa dependencia esta llamada a darle la más ringurosa vigencia.

La evidencia documental y circunstancial que ha trascendido a la luz pública en relación con este caso impedirá que se prolongue por más tiempo el velo de secretividad en que se le ha mantenido por tanto tiempo. El encubrimiento de actuaciones ilegales no puede realizarse impunemente por mucno tiempo en un sitio como Puerto Rico. Tarde o temprano la verdad saldrá a realizar, y en un caso como este quedarán cuentas incobrables como triste recordatorio de actuaciones en que no han debido incurrir funcionados en los que se ha depositado un alto grado de responsabilidad y confianza en la administración pública.