Noticias - Artículos

Inicio 

El Mundo
MIERCOLES, 4 DE ABRIL DE 1984 P.1


Allanan escondite Macheteros

 


Por Juan R. Ramos y López
Redacción de EL MUNDO 

En lo que se considera como un duro golpe al clandestinaje politico en la Isla, las autoridades federales allanaron ayer una oficina que presuntamente era utilizada por la organización “Ejército Popular Boricua Macheteros" como escondite para sus operaciones ilícitas y de sabotaje. 

El operativo de las autoridades, durante el cual no se arrestó persona alguna, produjo innumerables pistas sobre las actividades de los Macheteros, incluyendo las que han realizado conjuntamente con otras organizaciones clandestinas, tales como las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) en pro de la independencia de la Isla. 

El allanamiento realizado en horas de la madrugada de ayer reveló que la oficina, localizada en la avenida Ponce de León, en Puerta de Tierra, San Juan, era utilizada para confeccionar artefactos explosivos. También era usada para guardar explosivos y armas de fuego y para imprimir comunicados de prensa sobre actos de sabotaje y clandestinos, así como varias publicaciones entre las que se encuentra “La Voz Obrera”, órgano informativo clandestino de los Macheteros. 

Al cumplimentar una orden de allanamiento emitida por el magistrado federal Jesús A. Castellanos, los agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) confiscaron también documentos sobre los actos de sabotaje y operaciones clandestinas de la organización y comunicados de prensa sobre los mismos. 

La investigación federal sobre los grupos clandestinos que operan en Puerto Rico y Estados Unidos, revela que sus miembros reciben entrenamiento conjunto, intercambian personal y equipo y se proveen ayuda económica unos a otros. 

Además, las técnicas operacionales utilizadas por los grupos son idénticas, en muchas ocasiones. Durante los pasados cinco años, los grupos han participado conjuntamente en unas seis actividades clandestinas. 

El escondite, ubicado en el tercer piso del edificio número 210 de la Ponce de León, fue descubierto accidentalmente por un policía uniformado que investigaba el escalamiento de una oficina contigua perpetrado durante el fin de semana y que fue reportado por su propietario en la tarde del lunes. 

Las autoridades federales, que asumieron jurisdicción en la pesquisa debido a la naturaleza de las actividades y estallidos dinamiteros perpetrados por los grupos, clandestinos que luchan por la independencia de la Isla, analizaban y clasificaban ayer toda la evidencia confiscada en la oficina para deter- (Por favor, ver página 4-A)
minar su procedencia y tratar de identificar a las personas relacionadas con la misma. 

La oficina había sido alquilada a una dama que se hacia acompañar por un individuo no identificado, ambos jóvenes, según informó la propietaria del edificio Milta Ardin al ocupante de la oficina contigua a la allanada, de acuerdo a la declaración jurada ofrecida por el agente federal Joseph L. Reyes para obtener la orden de registro. 

Según el affidávit, Miguel Angel Elvira notificó a las 3:30 p.m. del lunes al policía Eugenio Colón Carrasquillo, que su oficina en el número 303 del edificio mencionado había sido escalada y que se habían llevado una grabadora de mensajes telefónicos. Cuando ambos llegaron al tercer piso notaron que la puerta de la oficina 301 estaba abierta y que la misma aparentemente también había sido escalada. 

Ambos entraron a la oficina 301 para examinarla y constatar si había sido vandalizada. El policía declaró que observó un rifle sobre una mesa cercana a la puerta de una segunda habitación dentro de la oficina. También vió una caja similar a una de zapatos que contenía un artefacto explosivo listo para ser utilizado. 

Colón Carrasquillo procedió a solicitar la ayuda de la División de Explosivos de la Policía, cuyo comandante Jesús García Aviles y otro personal se presentaron en la oficina mencionada, donde encontraron un artefacto explosivo casero. Este consistía de un envase plástico de seis pulgadas de largo po una y medio de diámetro, conectado con unos cables a un reloj alterado y una batería de nueve voltios. 

Debido a que el artefacto no había sido activado, decidió dejarlo en el referido lugar, donde también observó sobre una servilleta de papel, una sustancia granulada similar a la que había visto en el escenario de actos de sabotaje y atentados dinamiteros que había investigado anteriormente. 

Garcia Avilés también dijo a los agentes federales que observó en la oficina varias bombillas de flash de cámara fotográfica que aparentemente serían utilizadas como detonadores para hacer estallar artefactos explosivos y cables para dicho propósito. 

El comandante de la División de Explosivos informó que además vio en dicha habitación otros componentes electrónicos, varias máscaras, un mimeógrafo para imprimir, varias copias de las publicaciones “La Voz Obrera” y “Pensamiento Crítico” que son editadas por los Macheteros, según el FBI. 

La primera es una publicación clandestina que no está disponible para el público en general; y la segunda apoya la filosofía de las acciones de varias organizaciones clandestinas en la Isla y se ofrece para la venta, según el FBI. 

De hecho, los agentes recibieron información en el sentido de que en el pasillo del edificio se escuchaba un ruido similar al producido por un mimeógrafo en funcionamiento, proveniente de la oficina 301. Por esta razón se presume que en la misma se imprimían las publicaciones y los comunicados que los Macheteros enviaban a la prensa sobre sus actividades.

El Comandante policíaco dijo que además vio en la oficina un archivo que contenía lo que parecían comunicados de prensa sobre actos clandestinos del pasado y otro material considerado como subversivo por las autoridades. 

Sobre la impresión de documentos en la oficina, las autoridades señalan que después de cada acto clandestino, los Macheteros han emitido comunicados de prensa, algunos de los cuales han sido analizados en laboratorios del FBI. Las pruebas determinaron que los comunicados son escritos a maquinilla y luego reproducidos de un original en una máquina similar a un mimeógrafo. Dos máquinas de este tipo fueron confiscadas ayer en la oficina. 

Una edición de “La Voz Obrera” descubierta durante una investigación del Ser vicio Secreto sobre sellos falsificados el 17 de noviembre de 1980, mostraba el logo utilizado por los Macheteros en su primera página. 

Un análisis de este ejemplar reveló que la tinta roja y verde utilizada en la primera plana es distribuida en la Isla por la firma Gestetner Corporation. Ediciones anteriores de la publicación también fueron impresas con dicha tinta, según las autoridades. 

Entre los objetos confiscados ayer habían recipientes de tinta, así como papeles en blanco para la impresión de publicaciones y comunicados. 

De lograrse el arresto de los que utilizaban la oficina, luego de examinar la evidencia, podrían ser acusados por violaciones a las leyes federales de explosivos y por actividades clandestinas. 

Uso de escondites seguros 

El uso de escondites considerados como seguros por los grupos subversivos y clandestinos, principalmente el FALN que opera en Estados Unidos, se ha extendido a la Isla debido a los métodos similares de operación que utilizan. 

Según el FBI, los escondites son apartamentos, oficinas y casas que utilizan los grupos para reunirse, planificar actividades, esconder armas, documentos y explosivos y para esconderse de las autoridades. 

La seguridad de estos lugares es mantenida a toda costa para evitar que las autoridades los descubran y por tal razón usualmente son comprados o alquilados bajo nombres falsos. El lugar seleccionado se utiliza estrictamente para propósitos de la organización y no para actividades sociales o personales. 

La información sobre los escondites ha sido ofrecida por Freddie Méndez, quien fue arrestado el 4 de abril de 1980, en Evanston, Illinois, conjuntamente con otros 10 miembros del FALN que resultaron convictos en un tribunal federal. 

Méndez se convirtió en testigo de las autoridades federales y ha ofrecido información variada sobre el modo en que operan diferentes grupos clandestinos que luchan por la independencia de Puerto Rico. 

Según Méndez, las organizaciones clandestinas de la Isla también utilizan escondites similares a los cerca de 12 que han localizado las autoridades en Illinois, principalmente en Chicago, y que eran utilizadas por el FALN.