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Sunchi Tizol fue una de las organizadoras de la actividad que, sin duda, puso a gozar a los participantes del hogar. La acompaña Tato Feliú Pesquera.

Música y alegría contra la soledad

martes, 20 de enero de 2015

Rosita Marrero/ Primera Hora

Viejitos gozan en bailable celebrado en Hogar Nuestra Señora de la Providencia, en Puerta de Tierra.
 

Sus expresiones lo decían todo.
Mientras los bailarines, los cantantes y los músicos ofrecían su espectáculo, las decenas de residentes del Hogar Nuestra Señora de la Providencia, en Puerta de Tierra, disfrutaban de su arte, arrobados, atentos... entusiasmados.

Unos cantaban o tarareaban dando muestras de conocer muchas de las melodías, que seguramente les traían recuerdos de sus vivencias.

Recordar es volver a vivir y es lo que hicieron muchos de los residentes del asilo presentes en la bohemia celebrada como antídoto para la soledad y la depresión.
Clotty Coll organizó el acto, junto a Sunchi Tizol y el apoyo de un grupo de voluntarias. "El propósito es traerles alegría a los viejitos", dijo Coll.

"De ahí la importancia del voluntariado. En este País que hay tantas cosas que hacer y la gente no se ocupa. Tenemos problemas de salud mental bien grandes en el País; de depresión", destacó. ¿Porqué es importante el voluntariado? "Habernos muchas personas que tenemos los medios económicos, el tiempo y no somos conscientes de la situación del País. El Gobierno no lo puede hacer todo solo. Nosotros tenemos que buscar amistades. Recluta cinco amigas mías. Traímos entremeses, sandwichitos... y los artistas. Muchas veces, el dinero lo botamos en cualquier cosa por ahí y esto es una causa maravillosa", dijo.

Coll mencionó otras voluntarias como Epi González, Leandra Zayas y Lisandra Newman, además de las ex presidentas del Club Cívico de Damas, que hoy preside Zoraida Marrero.

Tizol, en tanto, comentó que "llevo décadas trabajando en este hogar, que es un paraíso para mi, que vivo enamorada de él. Estas monjas hacen una labor increíble e incalculable. Es la época decisiva de cada individuo, la ancianidad, en la que se plantea qué le corresponde hacer y quién los va a cuidar. Yo doy fe de que esto ha sido por décadas el mismo ambiente de fe, cariño y amor", acotó Tizol. ¿Cómo ayuda alosviejitos? La alegría que esto les trae a ellos porque si no la soledad es aislamiento, es depresión.

¡Ay pena, penita pena! La voz de la española María José Jiménez se dejaba sentir con profundidad.
Los residentes miraban embelesados a los bailarines pertenecientes al grupo de sevillana de Río Piedras Heights, que dirige Luis Iglesia.

"Somos gente bailona. Venimos aquí por servir al Señor. Participamos de corazón. Al igual que lo hace el de Tango de Puerto Rico", dijo Iglesias, entre risas.
"Está muy buena la actividad", comentó la residente Manuela Fernández.
Lucrecia Santiago, en tanto, tarareaba la canción Dos gardenias para ti.
"La actividad (estuvo) maravillosa, preciosa. Se lo agradecemos mucho", apuntó.
Para Tato Feliú Pesquera fue "tremendo espectáculo. María José ha venido antes aquí", acotó.
Genoveva González comentó emocionada: "Ay, divino. Bello, bello. Todo está divino. A mí esta música me fascina. Eso que cantaron argentino: 'Adiós, Pampa mía, preciosa'. Ay Dios mío, esto estaba precioso".