Muñeca ciega cautiva arqueólogos en yacimiento de Puerta de Tierra

martes, 23 de febrero de 2016 
Por Nydia Bauzá/ El Nuevo Día
 



La muñeca es parte de las piezas arqueológicas de diversas etapas recuperadas durante los trabajos de la construcción del Paseo de Puerta de Tierra, en San Juan. (Teresa Canino)

La pieza de 1902 se detectó en las ruinas de una casa militar.


Con sus labios pintados de rojo, sus dientes blanco perla, pero sin ojos, apareció entre la arcilla el pasado 4 de enero.

Se trata del fragmento de una fina muñeca de cerámica de 1902, según establecieron arqueólogos que trabajan en un yacimiento que guarda un gran trozo de la historia de la Isla.

La muñeca es parte de las piezas arqueológicas de diversas etapas recuperadas durante los trabajos de la construcción del Paseo de Puerta de Tierra, en San Juan.

La cara rosada apareció junto a una diminuta peinilla negra en los cimientos de una residencia militar que se cree fue construida a mediados del Siglo 19 por los españoles y que luego fue ocupada por la milicia norteamericana, en los años tempranos de la ocupación estadounidense.

Así lo reveló el arqueólogo Juan Miguel Rivera Groennou, quien lidera los trabajos en el proyecto para remozar uno de los principales accesos a la ciudad amurallada.

“Podemos plantear que junto con el oficial que ocupaba la casa, vivía su familia, incluyendo una hija o quizás más de una”, sostuvo Rivera Groennou.

La muñeca, sin cuerpo y sin pelo, fue descubierta a unos dos pies por debajo de la superficie en uno de los canales de desagüe de la residencia militar, explicó en entrevista con este medio.

“La muñeca estaba rota y nosotros la pegamos. Alrededor había trozos de lo que parece ser el rostro de otra muñeca”, relató el arqueólogo mostró diversas piezas históricas rescatadas en el área durante excavaciones que iniciaron en diciembre 2014 y que concluyeron en enero pasado.

Rivera Groennou estimó que el cuerpo de la muñeca “seguramente” era de trapo, por eso no resistió al paso del tiempo. “En esa época este tipo de muñeca tenía la cabeza, brazos y piernas en cerámica y el torso en tela”, detalló. Entonces, mostró el dorso de la cabeza de la muñeca que tiene grabada la fecha de fabricación de 1902.

Explicó que cerca de la muñeca recuperaron un par de cepillos de dientes en hueso, sin celdas. “Estos objetos venían con los militares, sobre todo los de uso personal”, sostuvo el investigador, quien estudió arqueología en la Universidad de Granada, en España.

Especificó que estos hallazgos fueron encontrados en la última excavación que se llevó a cabo entre diciembre de 2015 y enero de 2016, al norte de la Avenida Luis Muñoz Rivera, frente al edificio sede de la Guardia Nacional y el Museo de la Guardia Nacional.


Cinco pabellones

Anteriormente, en noviembre de 2015 habían encontrado los restos del edificio completo (la residencia militar), con un sistema de desagües en las esquinas, que en algún momento se utilizaron para tirar basura. “Los materiales corresponden a la ocupación norteamericana, pero en una época bien temprana de entre 1899 y 1900”, acentuó el especialista.

En enero de 2015, relató Rivera Groennou, comenzaron a divisar los remanentes asociados a unos cinco pabellones que se cree que eran utilizados como dormitorios por soldados y en abril del pasado año, hicieron las excavaciones. Añadió que estas construcciones eran de ladrillo y mampostería.

Del yacimiento, que descubrieron en noviembre pasado, rescataron piezas enteras de fina losa blanca, algunas con diseños en relieve, de varias vajillas que datan de esa época, enumeró el arqueólogo. Algunas tazas y platos llevan sellos de fábricas de Ohio y Nueva Jersey y otras, llevan grabadas las siglas QMD (Quarter Master Department) o (Departamento de la Intendencia) de Estados Unidos. “El que tenía estos platos era un oficial de rango, ahí no vivía un soldado raso”, apreció Rivera Gronneou

El científico indicó que de acuerdo con las investigaciones que han realizado, en 1989 el Ejército norteamericano le encargó a la compañía de Nueva Jersey la elaboración de piezas de platos y otros utensilios de cocina.

“Por las fotos aéreas sabemos que aquí había unos edificios, se demolieron otros y se construyeron. Toda esta área como residencia de militares estuvo en uso por 150 años”, precisó el arqueólogo

“Uno de los aspectos más interesantes de esta colección es que todos los platos tienen sus sellos de fábrica y a través de esos sellos podemos rastrear la compañía”, indicó para agregar que una de las fábricas es de Trenton, Nueva Jersey y que llegó a Puerto Rico con la milicia estadounidense.

Rivera Groennou, con un equipo de ayudantes, entre ellos, el arqueólogo, Omar Vargas Alicea, realizaron un total de ocho excavaciones grandes en los predios de la construcción del Paseo de Puerta de Tierra. El proyecto levantó protestas de residentes del sector capitalino, así como del casco del Viejo San Juan. Se espera que la obra de construcción concluya este año.

El investigador sostuvo que ya concluido el trabajo de campo, ahora tiene la encomienda de monitorear las obras de construcción para cerciorarse de que no se impacten los yacimientos que quedarán protegidos con mallas debajo del Paseo. “Estos son los cimientos de las seis estructuras militares, entre ellas, la base del edificio completo de finales del siglo 19, explicó Rivera Groennou, quien fue contratado por la Administración para el Financiamiento de Infraestructura (AFI).

Dijo que el proyecto del Paseo se modificó para dejar sobre las plazas la huella de esas ruinas. “Estos cimientos se documentaron y se cubrieron con una malla, para protegerlos y se volvieron a enterrar. No se trata de una muralla, sino que eran varios edificios que eran utilizados como pabellones militares y el más grande, era una residencia militar”, acentuó.

El Paseo de Puerta de Tierra, se extiende por dos millas desde el Puente Dos Hermanos hasta el Viejo San Juan y tiene un costo de cerca de $38 millones.