Paseo Lineal Puerta de Tierra ya tiene restaurante

Por Pablo Venes Molina/sal.pr 
8/05/2017


A la hermosa vista que ofrece el recién inaugurado Paseo Lineal Puerta de Tierra, en San Juan, se une el olor a pescado fresco y sabor criollo con la llegada del primer restaurante en abrir sus puertas en este lugar.

Con una oferta gastronómica que se especializa en la comida criolla y mariscos, Ladi’s Place se convierte en el único restaurante del nuevo paseo que diariamente atrae a cientos de turistas locales e internacionales. El local, estratégicamente ubicado en la entrada a la Isleta de San Juan, sirve además como carta de presentación a la comida boricua para estos turistas que llegan hasta allí.

“Por años hemos estado recibiendo peticiones de nuestros fieles clientes, quienes nos estaban pidiendo que abriéramos un restaurante en el área metropolitana; y después de reflexionarlo con mi familia decidimos establecernos acá, en Puerta de Tierra, porque así también íbamos a llegar al público turista”, explicó Juan González, propietario del restaurante que se estableció en 1938 en el municipio de Salinas.

Desde entonces a Ladi’s Place se le ha conocido como el lugar donde se originó el famoso mojo isleño, una salsa confeccionada a base de salsa de tomate, cebollas, pimientos, ajos y hojas de laurel, que adereza la mayoría de los pescados preparados en este lugar.

“Esa ha sido la esencia de nuestra cocina de toda la vida y nunca cambiará”, apuntó González, en entrevista con SAL!, acerca del establecimiento cuyo menú invita a todos los comensales a sumergirse en un mundo de aromas y sabores del mar, sobre todo justo en la entrada del local donde ubica una vitrina llena de pulpo, langosta, chillo, mero y demás frutos marinos.

Sabor del Caribe en el Atlántico

“Imagínate si queremos que la experiencia y el sabor sea igual (que en el restaurante ubicado en Salinas) que decidimos continuar nuestro compromiso con los pescadores de Salinas. Tanto los peces como las langostas y hasta nuestros plátanos seguirán siendo de nuestro pueblo”, comentó el empresario dejando claro que se mantendrán fieles a sus raíces costeras.

“No vamos a cambiar la fórmula, más bien ahora es que las personas en la zona metro podrán gozar de los sabores que nosotros tenemos allá, en el Mar Caribe”, añadió sonriendo para luego explicar la variada oferta de mariscos que tienen a diario.

El mero en rueda y el chillo frito entero son los protagonistas del menú que también incluye muslitos de pescado, filete de rodaballo, salmorejo de jueyes y langosta fresca entera.

En cuanto a los aperitivos, los chicharrones de mero y pimientos de piquillo rellenos de jueyes aportarán el toque de sabor necesario para despertar el apetito; al igual que bocados muy típicos de Salinas, como las empanadillas de camarones, pollo o pescado, y los tostones rellenos de langosta, pulpo o carrucho.

Más allá de los pescados y mariscos

Aunque la auténtica salsa de mojo isleño es la más conocida, en Ladi’s también se pueden degustar otras tres salsas de la casa: la criolla, al ajillo o a la mantequilla.

La carta también satisface los gustos de las personas alérgicas a los mariscos, ya sea con cualquiera de sus mofongos rellenos de pollo, churrasco y bistec, o con diversos cortes de carnes a la parrilla.

Entre los postres, el flan de coco de la casa y el “cheesecake” de Nutella se han convertido en un “must”, al igual que el dulce de lechoza con queso y los tradicionales casquitos de guayaba acompañados por trozos de queso blanco del país.

“Ladi’s es y seguirá siendo un lugar único en el que toda la familia podrá reunirse y disfrutar de buen marisco y comida criolla”, dijo el empresario mientras afinaba el alumbrado del amplio salón comedor interior, que incluye una extensa barra en la cual sirven la Sangría Ladi’s, la bebida de la casa hecha a base de vino tinto, así como piña colada, mojitos y frappés de parcha, fresa y mangó.

A pesar de que el ambiente es mucho más moderno en comparación con el restaurante ubicado en Salinas, el nuevo espacio conserva el sentido de hospitalidad y compromiso por parte del personal.

“No es coincidencia que estemos frente al mar. Esa es parte de la experiencia que nos hizo lo que somos hoy día y ese fue precisamente el primer criterio cuando estábamos buscando un local”, contó González al tiempo que dirigía a unos clientes hacia las butacas al aire libre, en las que podrían sentarse con su copa y apreciar la costa norte de la isla.