Preocupa construcción en terreno inestable

Viernes, 18 de marzo de 2016 
Por Laura M. Quintero, EL VOCERO
 
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) emitió comentarios y permisos para que se atendieran los problemas de erosión en este litoral


Vecinos del Viejo San Juan reiteraron su indignación por la destrucción del acantilado y la zona costera que ha ocurrido frente al antiguo bastión de Tajamar, como parte de los trabajos de construcción del Paseo Lineal de Puerta de Tierra que han estado combatiendo desde hace un año por vía administrativa y judicial.

Fotos compartidas en las redes sociales por la comunidad sanjuanera evidencian la enorme erosión que existe en el acantilado de la Avenida Muñoz Rivera frente al edificio de la Guardia Nacional, donde se desarrollará una terraza con vista al mar como parte del proyecto del paseo lineal.

El ingeniero de la Autoridad para el Financiamiento de la Infraestructura (AFI), Samir El Hage, indicó a EL VOCERO que ese sector es el más crítico de un total de 12 puntos de erosión que identificaron durante los planes de construcción. Adjudicaron la erosión al sistema pluvial que corre por esa zona cuyas tuberías rotas provocaron escorrentías que a su vez debilitaron el terreno.

La portavoz de AFI, Sheysa Otero, confirmó a su vez que se trata de un terreno inestable, lo que adjudicó al descargue de agua que intentan reparar mediante un plan de prevención de erosiones.

El ingeniero El Hage explicó que por tal razón se removió la vegetación para establecer un sistema de control de erosión con celdas a nivel vertical que permitan reconstruir el talud previo a dar paso a la construcción del paseo peatonal y la terraza.

El Hage reconoció que la erosión en ese sector cobra importancia por ser una zona altamente arqueológica con restos de la era colonial, lo cual coincide con el reclamo de los vecinos de que se estaría poniendo en riesgo el patrimonio histórico y cultural de la Isla. Durante el proceso de limpieza de la superficie, se descubrieron dos estructuras del siglo 18 y 19 que aparentaban ser murallas de defensa nunca antes documentadas. Se descubrieron también más recientemente, vasijas del siglo 19 en lo que se percibió era una licorería clandestina en esta misma zona.

Los vecinos catalogaron la destrucción de la costa como un “crimen ambiental”. Desde el inicio, residentes y comerciantes protestaron por el proceso atropellado en que se otorgaron los permisos sin realizar vistas públicas.

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) emitió comentarios y permisos para que se atendieran los problemas de erosión en este litoral. Esta agencia aprobó una concesión de la zona marítimo terrestre para los fines de restauración y control de erosión durante los trabajos de construcción.

“Todas estas agencias tienen el deber de evaluar que el proyecto se construye acorde con los permisos y endosos otorgados”, se limitó a contestar la agencia por correo electrónico.

Para el licenciado Omar Saadé, quien representó a la comunidad sanjuanera en un pleito en el tribunal, el proyecto resultó ser un “desastre” por todas las complicaciones que han surgido en cuanto a la erosión costera, los hallazgos de yacimientos arqueológicos y la falta de liquidez de la compañía desarrolladora Omega Engineering, así como las acusaciones por lavado de dinero que enfrenta su presidente, Oscar Iván Rivera, en Panamá.

“Este desastre, de un proyecto que nadie pidió y que no se sabe a qué intereses responde, se pudo haber evitado si el tribunal hubiera permitido que se citara a las agencias, pero el Apelativo determinó que no era el foro adecuado”, expresó Saadé.