Vladimir Schwindeman-Romano, al centro, fue recibido por el comisionado Alberto Cruz Albarrán y el comandante Manuel Nieves.
(Vanessa Serra Díaz). |
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Niño estadounidense regala 250 peluches a los bomberos de Puerto Rico
Sábado, 30 de diciembre de 2017
El Nuevo Día
Por JESSICA RÍOS VINER
Cuando tenía 2 años, Vladimir Schwindeman-Romano tuvo que ser transportado por bomberos hacia un hospital al sufrir fiebre alta y convulsiones. Doce años después, aún recuerda la cara de preocupación de su madre, y el miedo y desasosiego que sentía.
Sin embargo, también recuerda que el aterrador trayecto cambió cuando uno de los bomberos le.. colocó un osito de peluche sobre el pecho.
"Me sentí mejor. Me sentí seguro. Y vi a mi mamá verse mejor", evocó el adolescente de 14 años, que reside en Connecticut con su madre, Marian Schwindeman-Romano.
Un gesto que para muchos puede parecer pequeño y hasta insignificante transformó la vida de "Vlad". A los 6 años, montó un puesto de limonadas con un solo enfoque: recaudar dinero para poder donarles osos de peluche a los departamentos de bomberos de Estados Unidos.
2,500 OSITOS
"No quiero que los niños estén asustados cuando estén en un camión de bomberos, quiero que se sientan consolados", explicó Vlad, quien, a través del Teddy Bear Foundation, ha donado 2,500 ositos de peluche entre Connecticut y Massachussetts, desde que comenzó la iniciativa.
Ayer, el solidario joven llegó hasta la estación de bomberos de Puerta de Tierra, en San Juan, para entregar 250 osos de peluche -la mayor cantidad que ha donado hasta el momento- al comisionado del Negociado del Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico, Alberto Cruz Albarrán.
"Quería ayudar a Puerto Rico porque fueron golpeados muy fuertes por el huracán", expresó el adolescente.
El dinero para comprar los peluches es recaudado a través de la venta de limonadas y galletas en el verano, y donas y sidra de manzana en el otoño.
VISTE EL UNIFORME
Vlad fue recibido con entusiasmo y admiración por Cruz Albarrán y varios bomberos, quienes ayudaron al adolescente a vestir un uniforme por primera vez, usar la máscara y tanque de aire comprimido que utilizan los rescatistas, montarse de pasajero y usar la manguera del camión.
Marian reveló que, de todas las entregas que ha hecho, es la primera vez que lo reciben de esta manera y que tiene la experiencia de ser un bombero "de verdad".
"¡No puedo creer que le sirva el uniforme! Él está en el cielo ahora mismo", expresó Marian, mientras Vlad enrollaba poco a poco la inmensa manguera que utilizó minutos antes. "Oh, no. Ahora va a querer ser bombero", dijo la madre entre risas.
Pero Vlad no quiere ser bombero. "Realmente, quiero seguir haciendo esto. Expandirlo o, tal vez, conseguir auspiciadores. Quisiera poder comprar un camión de bomberos para dárselo a Puerto Rico porque lo necesita".
"Él trabaja duro y realmente cree que puede hacer una diferencia. Es un niño asombroso. Á su corta edad me ha enseñado más a mí, que lo que yo podría enseñarle a él", comentó Marian, quien vivió varios meses en LuquiUo cuando era universitaria.
Ambos indicaron que las ayudas que quieren dar para la isla están lejos de acabarse. "Vamos a recolectar más dinero porque queremos regalar 100 osos más. Nos llevamos una lista de cosas que queremos donar para ayudar a los héroes de Puerto Rico", afirmó Marian.
Mientras, Cruz Albarrán aseguró que cuando se terminen los 250 ositos, que serán repartidos entre las 91 estaciones bajo su cargo, tienen en planes continuar la iniciativa.
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