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Tuto Marchand
Una vida dedicada al baloncesto
Jenaro "luto" Marchand celebra hoy sus 80 años y recuerda sus hazañas en el básquet, uno de sus grandes amores, y el deporte con el cual lleva un largo y estable "matrimonio"

martes, 9 de diciembre de 2014

Por RAÚL ÁLZAGA

En los 80 años de vida que cumple hoy Jenaro "Tuto" Marchand, éste ha tenido varios matrimonios duraderos, incluyendo 54 con la práctica de la abogacía, 58 de relación con su querida esposa Myrna Rivera y hasta 65 con su vicio del cigarrillo.

Pero, de todos, el más longevo y que más pasiones ha provocado en sus ocho décadas ha sido el deporte del balón y el aro, el cual comenzó a practicar desde los siete años de edad en la YMC A. Ese amor a primera vista fue la semilla que lo catapultó a, eventualmente, a ser jugador del Baloncesto Superior Nacional (BSN), a ser apoderado con los equipos de los Santos de San Juan y los Indios de Canóva-nas, a ser presidente del BSN y de la Federación de Baloncesto y, sobretodo, a trascender a nivel mundial como secretario general de FTBA-Américas.

"Recuerdo que a los cuatro años llegué al Falansterio, primer residencial en Puerto Rico, y allí habían unos canastos chiquitos. Tirábamos con bolas de béisbol. Para ese tiempo me gustaba jugar de todo y mi padre me llevó a mí y a mi hermano Tito a la YMCA. Allí jugábamos tenis de mesa, hacíamos natación y había un pequeño gimnasio para prácticas de baloncesto. Conocí a (Emilio) 'Millín' Romero. Fomentaba que el mayor número de niños fuéramos a la cancha. Ahí me enamoré del baloncesto y tengo un matrimonio con él desde entonces", dijo ayer Marchand al recibir a Primera Hora en su oficina para conversar sobre su vida.

Sus destrezas se desarrollaron lo suficiente como para debutar a sus 17 años de edad en el BSN con los Santos. Jugó con ellos hasta 1955, para después dedicarse un par de años a fungir como arbitro en la liga y en categorías menores. También trabajó como oficial de mesa mientras finalizaba su bachillerato en Ciencias Sociales, cursaba sus estudios en Leyes y se comprometía sentimentalmente con su aún esposa.

Para 1960 se gradúa de derecho y comienza a laborar para el Tribunal Supremo como oficial jurídico, pasando entonces una década alejado de las canchas físicamente, pero no como fanático de sus queridos Santos.

Nace el administrador

Esa separación llegó a su fin en el 1970, cuando fue nombrado presidente del club de fanáticos de los Santos, título que lo acercó mucho al entonces apoderado Juan Elias y le valió un puesto como 'apoderado sustituto'. Ese fue el nacimiento de Marchand el administrador.

"Al poco tiempo logré reclutar a un siete pies americano de nombre Raymond Milligan, que durante un viaje que hice a Islas Vírgenes lo conocí y me dijo que había nacido en Puerto Rico. Ya teníamos a Frank Cortés y regresaron al equipo Julio Toro y Flor Meléndez como jugadores. Flor en un tres destacado y Julio era un cuatro que gardeaba el mejor anotador del otro equipo. Poco a poco, fuimos creando un equipo contendiente desde cero", recordó Marchand.

Para ese tiempo, Marchand también había sido escogido para ser parte del comité organizador del Mundobasket 1974 en San Juan y comenzó su relación con el entonces secretario general de FIBA, el yugoslavo Boris Stankovic, algo que rendiría frutos posteriormente en su vida.

En 1977 y ya como apoderado en función decidió convertir a los Santos en los Indios de Canóvanas, logrando, de paso, reclutar por vía del coach Lou Rossini a dos futuros miembros de la Selección Nacional en Angelo Cruz y el centro Félix Rivera. Su estadía allí duró poco, pues en 1978 fue nombrado presidente del BSN y de la Federación de Baloncesto por los apoderados, puesto que ocupó hasta el 1987.

Durante su incumbencia en el BSN, dice que su mayor contribución fue su esfuerzo por el balance competitivo. "Introduje a los refuerzos, pero que fueran de América Central o del Caribe. La regla era que serían para los últimos seis de la liga y los demás equipos no. Y estuvo la reforma económica en la que aseguramos a todos cogían un pedazo del bizcocho del contrato de WAPA TV. La boletería de los equipos la controlaba la liga, así como la TV y varios auspicios grandes y al final dividía lo recaudado equitativamente entre todos. Claro, se daban bonos a los que llegaban a cuartos de final. Semifinal y final. No se le debía a ningún jugador", recordó.

Pero su éxito mayor aún le aguardaba, y ese llegó en 1987, cuando fue nombrado secretario general de FIBA-Américas, lo que le llevó a renunciar a su puesto en el BSN y la Federación. Allí se ha codeado con la plana mayor de FIBA, siendo uno de sus miembros más destacado a nivel mundial y generando ideas y marcos legales, muchos de los cuales han beneficiado a Puerto Rico y han sido apodados como "Tutazos", incluyendo la aprobación del uso de nietos para naciones que son territorios.

 


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