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El cine como bastión ante la lucha contra el desplazamiento


Los cineastas Ana María García y Adrián Pérez Rodríguez han intentado capturar, desde el documental y la ficción, las duras historias de esta realidad.


Los cineastas Ana María García y Adrián Pérez Rodríguez (Suministrada)

elnuevodia.com
21 de febrero de 2025
Por Víctor Ramos Rosado


Rodeados por fachadas de cemento expuesto, con extraños balcones curvados que parecen sacados de alguna película retrofuturista, dos cineastas esperan, sentados sobre un banco, mientras el mundo de concreto en el que se encuentran comienza a cubrirlos con su sombra. Aquí, de cierto modo, empezaron muchas cosas, mucho antes de que pusieran sus lentes sobre estos lares. El Falansterio de Puerta de Tierra, diseñado bajo el peculiar estilo del Art Deco, fue el primer proyecto de vivienda pública construido en Puerto Rico.

El complejo se construyó, como muchas otras obras de la zona, en terrenos ocupados por manglares. Se debieron hincar sobre 1,000 pilotes de concreto para poder dar comienzo a la obra, que, finalmente, inauguró el 7 de noviembre de 1937, todo realizado con fondos de la Puerto Rico Emergency Relief Administration (PRERA), un programa perteneciente al Nuevo Trato del presidente Franklin Delano Roosevelt para combatir los efectos de la Gran Depresión. Con el paso de los años, la titularidad de las propiedades fue trasladada a los residentes.

Décadas después, tanto el Falansterio como otras partes de Puerta de Tierra se han visto afectadas por uno de los terribles males de estos tiempos: el desplazamiento. Con la llegada de inversionistas del extranjero que comenzaron a adquirir propiedades en la zona, inició también un proceso de gentrificación que cada vez más ha hecho del área una menos apta para las personas que siempre la han habitado.

Sentados a la sombra del Falansterio, Ana María García y Adrián Pérez Rodríguez, han trascendido sus roles como maestra y estudiante y, como colegas, comparten lo que los atrajo a querer contar las historias de estas comunidades en filme.

“El proyecto comienza con una serie que tiene el Centro de Estudios Puertorriqueños en Hunter College de Nueva York, la serie se llama ‘Puerto Rican Voices’ y ellos me pidieron que sometiera un proyecto y a mí me interesa mucho el problema del desplazamiento en Puerto Rico y empecé a hacer lo de las leyes 20 y 22, que ahora están contenidas en la Ley 60. Mi interés siempre fue ver en qué beneficia esto a los puertorriqueños, y mi conclusión es que realmente no hay beneficios reales”, explica García, quien ha dedicado su carrera al cine documental y cuyo trabajo más reciente, “The Tax Paradise”, recoge una parte de ese testimonio.

“En un momento dado se requería la contratación de un mínimo de cinco locales, pero según los economistas en el documental, eso es una simple gota en medio del mar. José Pérez Riera, que fue Secretario de Desarrollo Económico y Comercio, y que entendemos que fue quien pensó dio forma a estas leyes, él dice en el documental, en un momento dado, que estas leyes tenían que ser algo ‘too good to be true’ para los llamados inversionistas”, continuó.

Aun así, se le quedó corto, dice, pues tuvo que condensar todo en un espacio de 28 minutos y es un tema que, insiste, requiere mucho más tiempo por la profundidad de los efectos que ha tenido esta ley en todo Puerto Rico.

“En Puerta de Tierra ya está todo gentrificado, se han comprado una gran parte de la Calle San Agustín, a pesar de las protestas de residentes. Y el efecto ha sido devastador, es doloroso ver cómo la gente se tiene que ir, porque el otro efecto sumamente negativo que han tenido estas leyes es que requieren como requisito la compra de una casa, pero estas personas han comprado en grandes cantidades por todo Puerto Rico, empezaron en las costas y zonas turísticas, pero ya están metidos en el campo, comprando terrenos. El efecto terrible es que ha subido los precios de bienes raíces, tanto para comprar como para alquilar, y la gente joven tiene dificultad buscando un hogar, creando sus familias”, explica.

Su proyecto fue laureado en octubre con un New York Emmy. En la pieza participan economistas como Francisco Catalá y José Caraballo Cueto, al igual que líderes comunitarios de Puerta de Tierra, varios políticos y otras figuras que comparten sus perspectivas sobre la situación actual que vive la zona, y el archipiélago, a grandes rasgos.

Desde su primer documental, “La operación”, pasando por filmes como el icónico “Cocolos y Rockeros” y “Rafael Cancel Miranda: ‘I’m not sorry for what I did’”, García se ha dedicado a contar historias que resuenan con las vivencias del país y a formar cineastas a través del camino. Uno de esos cineastas fue el ahora director Adrián Pérez Rodríguez.

“Yo pienso que mis intereses son muy parecidos, nacen desde la misma necesidad de explorar esta situación social en Puerto Rico. En mi caso lo trabajé desde la ficción, con una mirada bastante realista, así que podemos decir que se trata de una situación que puede pasar en cualquier comunidad deseable, en cualquier momento, aquí en Puerto Rico, y que ha pasado. Yo me topé con la convocatoria que realiza la Alianza Francesa anualmente, en el que convocan cineastas para la competencia del ‘Cortadito’, que es una competencia de cortometrajes, y en el momento ya estaba trabajando en un proyecto que tocaba el tema de estas leyes y estaba empapado y había hablado con varias personas que habían vivido esta experiencia desde sus diferentes perspectivas, y quería hacer algo con esa información, quería buscarle la vuelta, y a través de la ficción logré trabajar una historia que, al menos, nos diera un tipo de esperanza”, explicó sobre su propio proyecto, titulado “La torre de Inés”.

Su cortometraje fue grabado, precisamente, en el Falansterio, ubicado en uno de los lugares que, según han documentado los cineastas, más ha sufrido el impacto del desplazamiento. Más allá de eso, explica Pérez Rodríguez, este interés por narrar una de las realidades actuales de su país nació en los mismos salones de clase en los que Ana María fue su profesora. El joven cineasta insiste en que la huella dejada por figuras como Ana María en su generación ha sido crucial en su visión sobre la necesidad de utilizar el arte como una herramienta de cambio social.

“Creo que el cine tiene el potencial de ser un instrumento de examen, de análisis, de mirada, de revelación y eso es importantísimo. Mi trabajo es un instrumento muy importante que he utilizado por décadas para hablar de estos temas y denunciar”, explica la veterana profesora.

“En el arte cabe todo, hay todo tipo de expresiones que deben existir, porque al final todo se complementa, porque hay una expresión humana que se está dando. En el caso de mi generación hay una necesidad de seguir explorándonos a nivel social y de poder comprendernos, cada vez la vida en Puerto Rico se siente más compleja, más absurda, complicada y contradictoria. Creo que se da un proceso natural de querer explorarnos y entendernos y muchas de estas generaciones nuevas están trabajando con estas ideas”, añade por su parte Pérez Rodríguez.

Bajo la sombra del Falansterio, estudiante y maestra parecen ir formando parte del extraño paisaje urbano. Debe ser una de esas cosas que pasa cuando se entrega cuerpo y el alma a un ideal y al trabajo que hay que hacer para atreverse a imaginar nuevas formas de vida.

“The Tax Paradise”y “La torre de Inés” se proyectaron el 22 de febrero, en una actividad  en el propio Falansterio de Puerta de Tierra.