Casi al tope los refugios de San Juan
Primera Hora

Alrededor de 300 empleados del municipio han sido activados para trabajar en los refugios.

Martes, 19 de septiembre de 2017 
Por Javier Colón Dávila 

Como alternativas adicionales están las tres escuelas del municipio, la Biblioteca Carnegie, el Colegio Universitario y el vestíbulo de la Torre Universitaria.

El Municipio de San Juan ha cerrado todos sus refugios por la noche del hoy, aunque su alcaldesa Carmen Yulín Cruz aclaró que el ayuntamiento cuenta con más instalaciones para albergar refugiados en caso de que sea necesario.

A las 9:30 p.m. el total de refugiados alcanzaba 1,236 repartidos en varias instalaciones, incluyendo el Coliseo Roberto Clemente (579) y el coliseíto Pedrín Zorrilla (366). La Congregación Mita les ha dado techo a 577 personas, aunque ese total no se le adjudica al Municipio de San Juan.

Alrededor de 300 empleados del municipio han sido activados para trabajar en los refugios.

Como alternativas adicionales, aunque tendrían que ser habilitadas con la ayuda del gobierno central, Cruz mencionó las tres escuelas del municipio, la Biblioteca Carnegie, el Colegio Universitario y el vestíbulo de la Torre Universitaria. 

El municipio cuenta con suficiente agua y alimentos para dos semanas, aseguró. Todos los generadores del municipio, excepto una, son utilizadas actualmente.

De los 1,236 refugiados, 30 fueron llevados a instalaciones médicas. Quedan 89 camas disponibles entre las clínicas de Río Piedras, residencial Luis Llorens Torres, Dispensario Belaval, Dispensario Hoare y el Hospital Municipal.

La primera noche en preparación para la llegada de María no ha estado exenta de controversias. En el caso del Coliseo Roberto Clemente, Cruz confrontó a una mujer que pretendía entrar con un medio galón de ron. Otra mujer se fue molesta porque no se le habilitó un espacio para fumadores y porque supuestamente se le dijo que no podría salir en tres días. 

Cruz, a preguntas, aclaró que mientras haya vientos de huracán no se permitirá la salida de nadie.

Además, producto de una confusión por un registro, dos personas salieron del refugio en solidaridad con una pariente que no pudo entrar a la instalación tras abandonarla.

Cruz, incluso, reconoció que contratiempos se avecinan como el aseo personal de los refugiados. “Yo no tengo 579 duchas y me están preguntando cuándo se podrán bañar. Si esto pasa del viernes… sé que habrá quejas”. 

Tras la emergencia, brigadas que pernoctarán en el coliseo comenzarán salir a abrir paso en las principales vías.