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Golpe Histórico a vitrales centenarios.

Unos seis vitrales en la Iglesia San Agustín, que en su mayoría narraban la vida de Jesús, sucumbieron a la furia del huracán María.

Jorge Rodríguez
El Vocero

Cuatro majestuosos edificios conformados por la Iglesia de San Agustín con 27 hermosos vitrales alemanes, su parroquia, colegio y el Convento de Hermanitas Redentoras, dieron vida a principios del pasado siglo XX al barrio de extramuros de Puerta de Tierra, donde estaba enclavado el peligroso sector Salsipuedes.

Parientes de libertos, exesclavos de las islas circundantes que hablaban patois, creóle e inglés, expulsados otros de la capital murada del Viejo San Juan, rodeados de cañones de guerra tras el cambio de soberanía español al de Estados Unidos, con cientos de estibadores y todo el negocio clandestino que se creó alrededor de estas vidas, abundaban. Los padres redentoristas que vinieron a ocupar los sitios religiosos, les pusieron a trabajar y levantaron a miles de estas almas hará ya 102 años.

Los edificios cuya grandeza arquitectónica comnparaba con los monumentos históricos eclesiásticos españoles, incluía una iglesia que semejaba a la Catedral del Sacre Coeur de Montmartre, París. Su composición de una planta rectangular dividida en tres naves por columnas, con el coro sobre el área de entrada y un ábside de planta cuadrada cubierto con una cúpula de ladrillos. El espacio interior lo dominaba su altar con cinco vitrales en la cúpula. A vuelta redonda del templo, los vitrales hablaban de la vida de Jesucristo desde su nacimiento hasta la resurrección y presentaban su ministerio acompañando a su pueblo. En la cúpula, el vitral central -a distancia, pero directamente sobre Cristo crucificado- es de Jesús Resucitado, que representa la salvación y la redención de los pecados. A sus lados, están los vitrales de los cuatro evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

"El paso del huracán María dispuso de este vitral del Cristo Redentor y de los otros cinco vitrales color verde que narraban la vida de Jesús con su pueblo. También quedaron destruidas las tres puertas centrales hacia la iglesia, aunque ya hemos dado los pasos con el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) para las cotizaciones y restauraciones de los mismos", expresó a EL VOCERO el párroco Esteban de la Rosa, mejor conocido como padre Toñito.

Estos vitrales fueron traídos de Alemania por el padre Joseph Schneider, en 1915, cuando se comenzó a construir la iglesia con la ayuda del representante José de Diego. Este monumento estaba hecho a prueba de huracanes y terremotos y fue construido con cemento Rosendale, una cantera que produce un tipo de concreto que después de 80 años queda petrificado. Las paredes son dé 13 pulgadas de grosor y las columnas de 36 pulgadas. Toda la iglesia fue hecha a mano por obreros locales en 1915 y terminó su construcción un año después.

Los vitrales habían sido restaurados e instalaclos nuevamente en la iglesia en diciembre de 2014 como parte de la celebración del centenario de la iglesia, en eneros de 2015. El huracán María destruyó seis de los 27 vitrales originales. La compañía Lance Vitrales está a cargo de la cotización y restauración de los mismos.

Miguel García, párroco anterior al padre Toñito y la hermana Rosemarie González, hermana de Notre Dame y directora del Hogar del Buen Pastor que asiste a deambulantes én dónde ubicaba el Cine Eureka de Puerta de Tierra, también declaró que el huracán hizo estragos a la planta física de la escuela, especialmente su tercer piso y parte del primero.

"Elviento huracanado sacó los vitrales de sus posiciones viajando estos por la nave de la iglesia llegando hasta detrás de las puertas. Fue un verdadero desastre", dijo la monja, quien se encuentra en medio de una campaña para ayudar a los damnificados del huracán.

Por su valía arquitectónica, a cargo del arquitecto y sacerdote redentorista Schneider, la Parroquia San Agustín fue declarada Monumento Histórico por el ICP.