Desde el balcón de su casita en Puerta de Tierra observaba a Cao acercarse a paso lento, triste y cabizbajo. Desorientado, el hombre de mediana estatura y en sobrepeso, recorría el barrio. Hubo quienes lo vieron llorar y ahogar sus penas con el licor para sobrellevar, como si estuviera muerto en vida, la infidelidad de su amada.
Rafael Angel Leavitt Rey, entonces un jovencito, lo seguía con su mirada hasta que se perdía por la calle San Agustín de su natal Puerta de Tierra. Su soledad era tan avasalladora que hasta los perros realengos le sacaban el cuerpo, ahuyentados por su devastadora melancolía.
Con el tiempo, cuando sus estudios universitarios en el Recinto de Río Piedras le abrieron los ojos y sensibilizaron su corazón para cultivar el arte de la composición, le dedicó la canción “El solitario”.
La escribió en 1971 inspirado en la historia de su “band boy”. Esa fue la primera canción que interpretó en un ensayo de su orquesta La Selecta el cantante Sammy Marrero, voz que durante 44 años le ha impartido aliento a la poesía urbana de su director Raphy Leavitt, quien lo fue a buscar al residencial Falín Torrech de Bayamón.
En las inmediaciones de las calles San Juan Bautista y San Agustín, Raphy no sólo descubrió la tragedia de Cao, sino que se enfrentó, cuan “payaso” que se ha olvidado que debe fingir, a la tragicomedia del amor que se burló de él.
Allí, impactado por las imágenes de los vecinos y amigos que regresaban de Vietnam mutilados o en ataúdes, inspiró canciones como “Soldado” y “Mi barrio”, su clamor por el cese de las trifulcas entre los residentes de Puerta de Tierra y los de La Perla. “El barrio me ayudó a descubrir muchas realidades de la vida; muchas cosas que uno ignora. Yo venía de una comunidad pobre y me enfoqué en su realidad y en la de los muchachitos curtidos por el fango de arrabal como lo plasmé en “Corazón de niño”, dijo en entrevista con este periodista.
Esa composición apareció en su primer elepé “Payaso”, cuya canción homónima, durante casi cuatro décadas, ha sido como un himno obligado en cada aparición local e internacional de La Selecta, tanto que a petición popular la tiene que tocar una y dos veces.
Nunca, sin embargó, Raphy había hablado de la historia detrás de “Payaso”. “Fue una experiencia muy privada. De ese dolor fue que pegó La Selecta. Es sobre el daño que hacen muchas mujeres a hombres que las quieren y los pisotean a gusto y gana”.
La decepción, que caló profundo en su interior, lo convirtió en un fumador compulsivo que diariamente consumía cinco cajetillas de cigarrillos.
Cada experiencia y vivencia de este hombre sensible y temperamental hallaba eco en el pentagrama. De otra manera no hubiera concebido los versos de “La cuna blanca”, la canción más popular en la trayectoria de La Selecta, escuchada hasta en los velorios y despedidas de duelo de los seres queridos de la presente generación de jóvenes.
Cada vez que cae un muchacho en un punto de drogas o cuando matan a un inocente, por altavoces en el camposanto resuena “La cuna blanca”. La compuso a la memoria de su amigo, vecino y trompetista Luisito Maisonet, fallecido trágicamente en un accidente automovilístico en una autopista de Connecticut en que por poco muere Raphy, que sufrió la fractura de la cadera izquierda.
“Nunca olvidaré el 28 de octubre de 1972. En sueños tuve una visión en que Luisito se me aparecía en la habitación del hospital y sólo me miraba, vestido de negro, cuando el resto de mis músicos vestían de blanco. Luego supe que había fallecido”, recuerda llorando.
Raphy se recuperó lentamente y Borinquen Records, sello de Darío González que los contrató receptivo a la sugerencia del locutor de Radio Voz Luis Raúl Striker, distribuyó el disco “Jíbaro soy” en 1973, año en que La Selecta se consolidó como la orquesta que con más elocuencia expresaba los sentimientos del pueblo. Uno tras otro, desde “Herido”, “Lamento jíbaro”, “Niñez” hasta el “El Buen Pastor”, “Como el moriviví” y “Falsedades”, se sucedieron los éxitos, matizados siempre por el buen gusto, el respeto al público, la honestidad y la sensibilidad.
Entre amanecidas, con la asistencia de su esposa y secretaria María Milagros, el pianista Raphy Leavitt educó a sus hijos Rafael José y Sheila Marie, hoy dos profesionales de provecho para la sociedad.
Sus hijos le suplicaban que dejara de fumar y en todas las despedidas de año encendía un tabaco y le imploraba Dios que lo ayudara a neutralizar su vicio. La petición fue escuchada al atardecer del Viernes Santo de 2003, cuando de promoción en Los Ángeles por poco se muere de un paro respiratorio.
A los 66 años, mientras celebraba poco más del cuadragésimo aniversario de La Selecta, la vida de Raphy Leavitt está libre de humo, pero desbordante de salsa y una musa renovada presta a arrullar, con la ternura de “La cuna blanca” y la franqueza de “Payaso”, al alma de Puerto Rico.
Así, por los cambios en la industria, transcurrió década y media desde el lanzamiento del más reciente disco de Raphy Leavitt y La Selecta. Mas, con renovado entusiasmo y la musa activada, recientemente regresaron al estudio a producir el sencillo “Cuarentona”, composición original en cuya letra el pianista esboza una analogía con la madurez de una dama, evocando las huellas imborrables (“Payaso”, “Soldado”, “Jíbaro soy”, “La cuna blanca”, “Herido”, etc.) que su orquesta ha dejado en poco más de cuatro décadas de trayectoria.
El lanzamiento del referido sencillo, interpretado por Sammy Marrero, Carlitos Ramírez y la nueva adquisición Víctor Ramírez, ha sido digital y está disponible para descargas pagadas en Itunes, Amazon y otros portales especializados en música.
“Estamos poco a poco adentrándonos en el “mercado digital”. Ya contamos con nuestra página cibernética (Raphyleavitt.com), estamos en Facebook, Twitter, Instagram y pronto en Youtube. Asimismo, la experiencia de grabación totalmente digital en el estudio de Rolando Alejando ha sido única y muy impresionante”, dijo Raphy a la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
El disco en vivo de su trigésimo aniversario fue editado en 2002 por VI Music y en 2006 fue reeditado en dvd. WIPR-TV obtuvo –por tres años- la exclusividad de su divulgación.
Así, pues, La Selecta estuvo casi 20 años sin producir una grabación de obras inéditas porque la última, precisamente, la lanzaron en su vigésimo aniversario.
No obstante, de taller no ha carecido porque continuamente solicitan sus servicios del exterior. “La Selecta se ha mantenido trabajando tanto aquí en Puerto Rico, como así también en el extranjero, gracias al respaldo de todo un pueblo boricua y de nuestra fanaticada en países que siempre solicitan nuestros servicios. Claro está, La Selecta mantiene su preferencia por el pueblo debido al respeto y a la verticalidad con que realizamos nuestras presentaciones. Son muchos los éxitos que perduran latentes en los corazones de nuestra gente”, señala Raphy, a quien el escritor y sociólogo Angel ‘Chuco’ Quintero le dedica un capítulo de su libro “Salsa, Sabor y Control”.
De entrada en 2015, La Selecta renovó su frente con la incorporación del cantante Víctor Ramírez y el corista Charlie Maldonado, quienes se integran a los veteranos Sammy Marrero y Carlitos Ramírez.
“En la producción discográfica que hemos comenzado a preparar me he unido al talento del arreglista Isidro Infante con quién, en continua comunicación, hemos logrado un sonido moderno y refrescante sin perder la esencia del estilo original. La Selecta de Puerto Rico acaba de cumplir 43 años de trayectoria musical ininterrumpida y creí prudente ofrecer alternativas vocales con muchachos jóvenes ansiosos de echar pa’ lante y contribuir al género salsero de nuestra música tropical”.
La incorporación de voces jóvenes no se debe entender como que se acerca el retiro de Sammy Marrero, aseguró en una reciente entrevista.
“De ninguna forma. Mientras Sammy Marrero goce de salud para continuar siendo ícono en la Orquesta La Selecta, continuará deleitando a nuestra gente con todos los clásicos que el público nos solicita. Pronto escucharán un tema interpretado por él con el cual nos hemos propuesto dar un grito de conciencia social para el mundo entero”.
Leavitt, quien, junto a su esposa María, forjó un hogar como obrero de la música, cuyos hijos hoy son profesionales, no quiso divulgar los títulos de las otras composiciones por sus experiencias negativas con la piratería de discos.
“Hay una piratería rampante con la cual estamos lidiando día a día y que ha sido el motivo principal para nuestra ausencia de los medios radiales. Garantizo que los temas a incluirse dejarán una huella profunda en el alma de los pueblos”.
En la pasada edición del Día Nacional de la Salsa, La Selecta ofreció una primicia de su primer álbum de estudio en más de dos décadas.
“Estaremos sacando ‘singles’ hasta que podamos completar la producción sin comprometer su calidad”.
A raíz del estreno de “Cuarentona”, La Selecta había recibido solicitudes de fechas para tocar en México, Venezuela, Panamá, en las ciudades salseras de Cali y Medellín, en Colombia, y en el Festival Puertorriqueño de Boston.
Desde ayer, el último destino de su gira es el Cielo…
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