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“Surfers” quieren reunirse con la Alcaldesa de San Juan 

Metro
31 Diciembre 2012

Un grupo de surfistas afiliados a distintas organizaciones ambientalistas solicitó a la alcaldesa entrante de San Juan, Carmen Yulín Cruz, una reunión para exponerle un plan para el manejo, operación y conservación de los predios e instalaciones del antiguo “Reserve Officers Beach Club”, aledaño a la Playa de El Escambrón y el Parque del Nuevo Milenio, en Puerta de Tierra.

El grupo propone un proyecto piloto de sociedad administrativa entre el gobierno, la empresa privada y grupos comunitarios para la creación de un nuevo tipo de parque nacional auto-sustentable.

El grupo propone el desarrollo de un centro de actividades marítimas entre las que detallaron una escuela de natación y “surfing”, un museo del “surfing” y un centro para la educación y conservación marina, que serían costeados los fondos que dichas actividades generen y donativos y otros fondos de propuestas para el los sectores de gobierno y privado.

En el 2004, el acalde de San Juan Jorge Santini negocio con el gobierno federal la cesión del “Radio Station parcel” que incluyó los terrenos ocupados desde la década de1940 por el “Reserve Officers Beach Club” (ROBC), en la zona marítimo terrestre de Puerta de Tierra. La parcela está dividida por la Avenida Luis Muñoz Rivera, pero de acuerdo con el grupo de ambientalistas, ambos predios constituyen una sola finca.

Ambos, el "Radio Station parcel" y el "beach parcel" contienen estructuras de reconocido valor histórico, dos de las cuales constaban inscritas en el Registro Nacional de Lugares Históricos (NRHP, por sus siglas en inglés). La Ley de Preservación Histórica Nacional (“National Historic Preservation Act”) de 1966, protege tanto las estructuras en cuestión por ser consideradas de valor histórico; específicamente de la Era de la Segunda Guerra Mundial (WWII Era).

La escritura de cesión de parte de la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) al municipio de San Juan incluyó como condición, entre otras cosas, la preservación y mantenimiento de estas dos estructuras, y la dedicación de la totalidad del predio para fines de beneficencia pública.

Para los surfistas, Santini incumplió con ambas clausulas en la medida en que dejó que “se perdieran las dos estructuras inscritas en el NRHP” al dejar clausurada, y a la merced de las inclemencias del tiempo, la totalidad del "beach parcel", aun cuando habían reconocidas entidades ambientales y educativas –Guarda Mar y Surfrider, entre otras – que públicamente se ofrecieron, de forma gratuita, a asumir la mayordomía ("stewardship") y custodia de estos terrenos y estructuras.