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José Vega, conocido popularmente como el payaso Remi, tiene una exposición en el vestíbulo del Hospital Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe. (Luis Alcalá del Olmo)

El payaso Remi continua con su labor social para niños y adultos

Las pinturas inspiradas en la huella del huracán María sobre la naturaleza sirven para que la Fundación Remi ayude a los más necesitados

El Nuevo Día

lunes, 15 de octubre de 2018 

Por Mildred Rivera Marrero
 

Vestido del payaso Remi o sin la característica vestimenta de ese personaje infantil, José Vega Santana continúa haciendo labor social para niños y adultos que necesitan ayuda, a través de la fundación que creó hace 11 años y a la cual aporta el producto de su arte.

La exposición de pintura “Lo que el viento me dejó” es el más reciente proyecto del artista, cuya segunda edición se exhibe en el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe. La primera parte, en la que expuso obras inspiradas por la devastación que causó el huracán María en el paisaje de la isla se hizo en Plaza Las Américas en febrero y con el producto de la venta de todas las obras se hizo un comedor comunitario en Santos Pamba en Quito, Ecuador, donde se le da una comida diaria a cerca de 100 niños.


De hecho, fue la pobreza que vio en ese país, cuando laboraba en una campaña de nutrición contratado por la farmacéutica Abbot, lo que lo motivó a establecer Fundación Remi para ayudar a niños pobres.

“Después del huracán, estuve como 100 días sin trabajar en casa, volviéndome loco porque yo me pinto la cara casi todos los días”, le dijo José, quien lleva 38 años laborando en la televisión, a los asistentes en la apertura de su nueva exposición.

Luego del paso del ciclón y de ver los daños sufridos en su estudio y en la empresa de su esposa, Bettina Mercado, el artista decidió vestirse de Remi y visitar diferentes pueblos para llevar alegría. Para manejar el proceso de recuperación, se puso a pintar los paisajes que le habían impactado. “No quise pintar naturaleza seca y quise ponerle ponerle color porque nosotros somos así”, explicó sobre sus piezas.

Con parte de lo que genere la nueva exposición, irá en viaje misionero a Cuba, Perú y Guatemala.

“Hemos nacido con un corazón misionero y no lo sabíamos. En el camino, lo hemos ido descubriendo. No solo estamos en el tema de los niños, sino en el alcance de las mujeres que tienen pocas oportunidades y tienen que ser madres y padres”, agregó su esposa Bettina.

Se refirió a la fundación Ángeles Vivientes, de la cual José es vicepresidente, que ayuda a más de 17 hogares que albergan niños huérfanos y/o con autismo, o que han sufrido maltrato y abuso sexual, entre otros. Además, tienen un proyecto para construir viviendas a residentes de Dorado que perdieron todo a causa del huracán.

Como parte de su crecimiento como educador, José, de 62 años, decidió compartir sus conocimientos con adultos mayores y les ofrece clases de pintura con el propósito de que aprendan algo nuevo que les permita combatir la soledad, la depresión y sirva como prevención de condiciones como el Alzheimer. Para más información se pueden comunicar al 787-409-7494.

Sicólogo y artista plástico

Aunque la mayoría de las personas lo conocen como Remi, José ha estado ligado a las artes plásticas desde adolescente, al igual que al mundo de la televisión pues su madre, Googie Santana, trabajó como actriz y cantante.

“Tuve la oportunidad de estar en la Liga de Arte desde los 12 años y en séptimo grado fue el profesor Rodríguez a la escuela pública donde estaba, la intermedia Sabana Llana en Río Piedras. Me entusiasmó. Fue la primera persona en darme un lienzo, unos pinceles y pinturas de óleo y, luego me acuerdo de cómo (Luis Germán) Cajigas nos buscaba a los muchachos del barrio, nos montaba en una guagua que tenía y nos llevaba a las galerías. Esas dos influencias reforzaron mi infancia”, contó en entrevista antes de comenzar la exposición.

“Como somos de Puerta de Tierra (San Juan) y el taller del pintor Juan Rosado estaba allí, los muchachos nos pasábamos allí. Estaban (Rafael) Tufiño, (Epifanio) Irizarry, Lorenzo Homar y Carlos Raquel Rivera. Y eso desde niño me tocó. Voy a la universidad a estudiar sicología pero, por las tardes, me iba a la Escuela de Artes Plásticas y cuando terminé gestioné una beca para irme a San Miguel de Allende, en México. Estuve un tiempo, pero no conseguí trabajo, ni vender mis cuadros y el hambre me hizo regresar”, recordó.

A su regreso, estableció un mercado de artistas plásticos y artesanos en el Parque Luis Muñoz Rivera, en San Juan, con Andy Hueso, Rafy Rivera, (Nelson) Sambolín y otros. “Un día, cuando estoy a punto de empezar a dar un taller para los niños, me di cuenta que se me había quedado el lienzo y un amigo me dijo: ‘píntate la cara y canta y haz algo ahí’, y así nace Remi”.

El personaje infantil fue tomando forma luego que el productor Elín Ortiz lo invitara al programa El Pueblito News, en 1979, y él invitara tres amigos para crear el grupo Los Dulces Payasos. Posteriormente, Ortiz se mudó a Florida, y Tommy Muñiz lo llamó.

“Básicamente, es mi padre. Me dio trabajo, me enseñó cómo se escribía, me puso a escribir distintos shows que el tenía, me puso a hacer comedia. Me dio la oportunidad que yo necesitaba”, señaló de la persona que acortó el nombre de Doremi que él pensaba para el personaje,para convertirlo en Remi.

Varias décadas más tarde, Remi continúa en la televisión con programas cuya meta es educar y servir de ejemplo a los niños en un tono más serio que los payasos convencionales.

“Los niños me han aceptado y adoptado porque ellos saben que ese soy yo, que me equivoco, que no finjo la voz. Les hablo de la bondad, del deber, porque soy así, porque así me criaron”, declaró.