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Hotel secuestra un patrimonio histórico

Caribe Hilton obstruye vista senatorial
Víctima de decisiones equivocadas

Director del ICP opina sobre fortín San Jerónimo
PRIMERA HORA
sábado, 16 de septiembre de 2006

Francisco Rodríguez-Burns 

¿PATRIMONIO secuestrado? 

Empleados del hotel Caribe Hilton podrían enfrentar cargos criminales por prohibir la celebración, en el Fortín San Jerónimo del Boquerón, de una vista de senadores que investigan obras que han limitado el acceso necesario para la restauración del patrimonio histórico. 

La vista de ayer de la Comisión senatorial de Asuntos Federales y del Consumidor tuvo que realizarse en una sala de audiencias del Capitolio, debido a que el hotel se negó a facilitar el acceso a través de su propiedad. Varios intentos por contactar un portavoz de la cadena en Puerto Rico resultaron infructuosos.

"Tenemos que hacer todo lo que sea necesario para salvar al Fortín San Jerónimo. Hay un problema de acceso y podemos perder el Fortín. No es un problema únicamente de Puerto Rico. Es una joya que trasciende las fronteras ", indicó el presidente de la comisión senatorial, Orlando Parga.

Pese a que se construye un paseo peatonal que conectaría el fortín con la avenida Ponce de León, el mismo será administrado por la compañía dueña del proyecto en construcción, Paseo Caribe, el cual consiste de 100 apartamentos tipo condo-hotel cuyo precio de venta sobrepasa el millón de dólares, así como de un lujoso centro comercial.

Una resolución del senador popular Eudaldo Báez Galib persigue facilitar un acceso al fortín para rescatarlo de su avanzado estado de deterioro que podría provocar su colapso. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos ha accedido a realizar una serie de mejoras para fortalecer la estructura si el acceso se facilita para transportar la maquinaria pesada que requiere la obra. 

A pesar de la importancia que tiene el fortín como la primera batería militar construida en Puerto Rico en 1587, el titular de la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE), Luis A. Vélez Roche, indicó a través de un portavoz que carece de jurisdicción sobre la estructura. 

"Reconocemos y lamentamos lo difícil que es poder apreciar un monumento como éste y que pertenece a nuestro patrimonio, primero por el mucho tiempo que lleva cerrado al público y, segundo, porque para accederlo hay que pasar por las facilidades del hotel Caribe Hilton, que alegan que el mismo es uno privado", indicó. 

En otra ponencia, el presidente de la Junta de Planificación, Ángel David Rodríguez, indicó que los permisos de Paseo Caribe fueron condicionados a proveer un acceso adecuado a San Jerónimo.

El Código Penal establece como delito grave de cuarto grado, sancionable con seis meses a tres años de cárcel, el impedir una reunión legislativa a través de la "intimidación, violencia o fraude". 

La Legislatura citó a los jefes de las dos agencias para una vista en el fortín el jueves en la cual se les pedirá deponer bajo juramento. También se pidió un observador del Departamento de Justicia.

"Ambas agencias tienen que haber concedido los permisos y hay que ver si los permisos se concedieron (legalmente)", sostuvo Báez Galib.
PRIMERA HORA 
martes, 17 de octubre de 2006

Francisco Rodríguez-Burns 

Monumento enclavado entre malas decisiones.

Para el director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), José Luis Vega, el fortín San Jerónimo del Boquerón es víctima de decisiones desacertadas del Gobierno que culminaron en el desaprovechamiento de la estructura durante décadas.

Desde la construcción del Caribe Hilton, el fortín permaneció enclaustrado como propiedad de la hospedería y aunque el desarrollo de un nuevo proyecto, Paseo Caribe, provee un acceso directo al monumento desde la avenida Ponce de León, el funcionario sostuvo que está por verse si el mismo es apropiado.

"No me hubiera gustado, a nivel personal, que el fortín haya quedado enclavado y rodeado por propiedades privadas. El expediente es tan complicado que tampoco puedo decir si se erró o no. Claramente, es un buen ejemplo de cómo no debe manejarse un recurso cultural. Las propiedades que se han desarrollado en su entorno definitivamente aumentarían de valor si el fortín hubiese tenido un acceso libre y llamativo", sostuvo Vega. 

El desarrollador de Paseo Caribe, Arturo Madero, ha asegurado que aunque el corredor forma parte de su propiedad es una servidumbre que podrá ser utilizada por el público de acuerdo con un horario que establezca el Instituto de Cultura. Vega, no obstante, indicó que aún se requiere su firma para que esta servidumbre sea final y firme.

"Hay que estar claro en cuanto al acceso y que el mismo sea el más conveniente posible para restaurar el fortín", indicó el funcionario, quien sostuvo que esperará para que concluya una investigación legislativa para determinar cuál será su curso de acción. 

El corredor provisto para el fortín ya le presenta ciertos problemas al Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos para la construcción de un rompeolas, requerido para detener el debilitamiento de sus cimientos. Para el año que viene, la agencia espera tener listo un estudio de viabilidad para determinar el costo de la obra. 

El Instituto de Cultura ya ha destinado cerca de $1 millón, de una línea de crédito de $3 millones, para determinar el daño que ha tenido la estructura y algunos de los trabajos requeridos para su restauración.

"Hay que ponderar sobre el valor intrínseco de la estructura. Tiene un valor incuestionable y hay que salvarla, punto. Es un patrimonio del pueblo puertorriqueño", sostuvo el funcionario.

El Consejo de Arqueología Subacuática del ICP comenzó a realizar estudios de la estructura en el 2001 y pudo documentar sus condiciones físicas en diferentes etapas. Su lado sureste, el cual mira hacia el Condado, aparenta ser el más débil por el embate que recibió durante un ataque naval del 1797.

El oleaje también ha ido erosionando los cimientos submarinos. El daño se refleja como grietas que atraviesan las murallas. 

"El castillo San Felipe del Morro estaba en una situación parecida. Todo el paseo peatonal que va bordeando la muralla es parte de un proyecto importantísimo para fortalecer los cimientos del Morro", añadió Vega.

En los pasados años, el fortín ha experimentado un proceso acelerado de deterioro que ha coincidido con la construcción de Paseo Caribe. El proyecto asegura que todas las medidas se tomaron para no impactar la estructura de la batería militar.

"Tenemos ante nosotros una estructura que ha resistido siglos. Con las tecnologías a nuestra disposición tenemos que corregir sus fallas estructurales", subrayó Vega.