Visita
legislativa . (PRIMERA HORA/ Heriberto Castro)
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sábado, 26 de agosto de 2006
Primera Hora
Por: Francisco Rodríguez-Burns
Joya perdida.
Repelió los embates del contraalmirante inglés Francis Drake una
década después de que el temido navegante protagonizara, como
segundo en mando, la batalla que condujo a la derrota de la Armada
Española. Pero ahora, el Fortín San Jerónimo del Boquerón,
baluarte de la primera batería de defensa militar construida
sobre suelo puertorriqueño, yace ensombrecido por un lujoso
proyecto residencial-comercial que prácticamente impide el paso
de los materiales y la maquinaria que lo salvarían de la
destrucción.
De hecho, Puerto Rico podría perder la joya arquitectónica por
el fuerte oleaje que desmembra sus cimientos y la erosión que
destruye sus paredes y columnas. A pocos pies de donde los
turistas del Caribe Hilton disfrutan de una piña colada sobre una
cómoda silla de playa, el puente de entrada de la estructura
lentamente se desmorona sobre el mar. Sobre el suelo se camina por
una especie de barro que en realidad son pedazos de la estructura
marchitos por las inclemencias del tiempo. La grama crece
salvajemente entre los corredores de sus cañones, en un momento
operados por puertorriqueños que formaban parte de las tropas
irregulares del Imperio Español.
En una visita legislativa, producto de una resolución presentada
por los senadores Orlando Parga y Eudaldo Báez Galib, se
evidenció ayer el alto deterioro de la estructura y se planteó
que el camino construido por el desarrollador del proyecto Paseo
Caribe imposibilita traer por tierra los materiales y el equipo
para rescatarla. Se investiga, además, si el proyecto invadió la
propia servidumbre del fortín, tapando parte de su puente de
entrada.
"Lo que falta es resolver el problema legal de acceso en
contra de los intereses económicos que se han posesionado de este
sector. Contra el Estado nunca prescribe nada, no hay
prescripción adquisitiva. Sí me preocupa el factor tiempo desde
el punto de vista de deterioro. El fuerte ya está en un estado
crítico. De no actuar pronto, podríamos perderlo", indicó
Báez Galib.
El fortín requiere de un rompeolas, trabajos acuáticos para
arreglar sus cimientos, entre otras obras altamente especializadas
que podrían extenderse por cinco años.
Difícil la obra de restauración
Aunque el desarrollador de Paseo Caribe proveyó un camino
peatonal hacia el fortín, éste parece muy estrecho e incómodo
para las brigadas de restauración que serían encabezadas por el
Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos. Según
indicaron los legisladores, el Cuerpo de Ingenieros se
comprometió a hacer la obra si se provee una entrada adecuada,
pero el desarrollador del proyecto vecino asegura que no ha
sostenido conversaciones con el organismo federal.
Ayer, los legisladores tuvieron que caminar desde la entrada del
estacionamiento del Caribe Hilton hasta el fortín porque guardias
de seguridad no sabían si sus vehículos podrían transitar por
el decorativo paseo recién adoquinado y adornado con exquisito
alumbrado.
En tanto, el socio gestor del proyecto, Arturo Madero, indicó que
cualquier visitante podrá acceder al paseo del cinco veces
centenario fortín durante las horas requeridas por el Instituto
de Cultura Puertorriqueña (ICP). Además, puntualizó que el
corredor tiene ocho metros de ancho, equivalente a más de dos
carriles de una autopista.
"Se ha hecho una inversión espectacular para darle al
peatón un acceso bien bonito. Estamos en la mejor disposición de
ayudar en lo que sea necesario y estamos abiertos al diálogo
siempre dentro de la ley y los derechos que tenemos",
dijo.
El proyecto Paseo Caribe conlleva una inversión de $270 millones.
El precio de cada una de sus 100 unidades de vivienda tipo
condohotel sobrepasa $1 millón.
Madeja física y legal
Se podrá entrar al fortín a través de una calle que cruza entre
un edificio y un estacionamiento del Caribe Hilton, así como otro
camino que se construye desde la avenida Ponce de León. Ambas
vías intersectan en el único paseo peatonal que desemboca en la
entrada del fortín.
"Es increíble y vergonzoso. Nadie puede reclamar ignorancia.
Es evidente que ésta era la única forma de entrar el
fortín", indicó la senadora pipiola María de Lourdes
Santiago.
Estudios técnicos muestran una madeja de traspasos del fortín y
sus terrenos aledaños, algunos propiedad del Caribe Hilton. Paseo
Caribe adquirió todos los terrenos para las obras del
hotel.
Después de estar temporalmente en manos privadas, la estructura
fue traspasada al ICP en 1956. No fue hasta principios de la
década del noventa que su avanzado estado de deterioro se hizo
evidente.
"La historia de esta estructura es muy azarosa. Por años la
administró el Caribe Hilton cuando (el hotel) era propiedad de
Gobierno. Se explotó en su sentido comercial porque aquí se
celebraban bodas y se realizaban reuniones. Por diversas razones
se fue deteriorando", indicó el director ejecutivo del ICP,
José Luis Vega.
A pesar de su pequeño tamaño, en comparación con otras
fortificaciones de la época, la ejecutoria de las tropas
puertorriqueñas fue ejemplar ante el ataque en 1595 de Drake,
considerado un "pirata" por todos los ejércitos,
excepto el inglés.
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