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Artístico antídoto al ocio

miércoles, 23 de mayo de 2007 
POR Patricia Rivera Meléndez
El Nuevo Día
Jóvenes canalizan sus energías diseñando camisetas y gorras

 

ÁLEX NIEVES, un joven de 16 años residente en Santurce, finiquitaba cada detalle del diseño que pegó sobre una camisa negra.

A su lado, Ángel Cartagena, de 18 años y vecino del residencial San Agustín, en Puerta de Tierra, trazaba la letra de su segundo nombre para luego pegarla sobre una tela.

Ambos estudian en la escuela Segunda Unidad José Celso Barbosa, en San Juan, y ya terminaron sus clases. Sin embargo, contrario a lo que muchos pensarían, aplazaron sus vacaciones de verano y acudieron ayer al plantel para tomar un taller de arte y completar los diseños sobre camisas y gorras en los que trabajan hace casi un mes.

Nieves, quien en ningún momento de la entrevista se quitó la gorra de diseño propio, sostuvo que si no está en la escuela, "me quedo 'enzorrao' (aburrido) o jugando baloncesto".

"(En la escuela) me distraigo y aprendo cosas. Me gusta venir aquí porque aprendo cosas", comentó el joven estudiante de undécimo grado.

"(Aquí) no estamos con esa malicia en la mente, nos despejamos", agregó Cartagena, quien se gradúa este año.

Y es que cuando el Taller de Foto-periodismo llegó a "la Barbosa", buscaba precisamente aportar al mejoramiento de la enseñanza en el plantel vandalizado con frecuencia por sus propios estudiantes.
"Por mucho tiempo, estos estudiantes habían sido abandonados por el sistema. Eran violentos porque realmente carecían de actividades que los motivaran a ponerse unas metas", expresó Ivette Vicente, coordinadora del Programa Escuela Abierta de "la Barbosa" en el que ha trabajado durante los últimos 14 años. Ahora, a través de adiestramientos en arte y en formación de pequeños negocios, el Taller busca que los estudiantes desarrollen formas de sustentarse económicamente.

"Ves a los malos de la película, pero en verdad son los mejores, porque canalizan a través de esto sus vidas personales y reconocen su trabajo como un producto", indicó el tallerista Edgardo Larregui, también organizador de una iniciativa similar en La Perla: el proyecto Coco D' Oro.

El director del Taller, Pedro Borges, explicó que durante los últimos años utilizaron las instalaciones físicas de la Escuela para los campamentos de verano, pero nunca habían trabajado directamente con su matrícula.
 




El tallerista Edgardo Larregui (al centro) ayuda a los alumnos Cris-topher Escobar (izquierda) y Ángel Cartagena a terminar sus proyectos. Al lado. Escobar observa el diseño que plasmará en una camiseta. A la izquierda, et estudiante Álex Nieves prepara su obra.

En busca de extender los servicios que ofrecen en la sede del Taller a su comunidad vecina, habilitaron dos salones abandonados e iniciaron los cursos regulares en los que participan alumnos de las escuelas públicas del País.

También establecieron el proyecto piloto del que Nieves y Cartagena forman parte y por el que recibieron medio crédito para la graduación.

Aunque todavía desconocen si formarán un negocio con los diseños de ropa que elaboraron en el taller de Larregui, ambos jóvenes aseguraron que prefieren trabajar en arte, antes que estar en la calle "perdiendo el tiempo" o "pensando en cosas malas".

"La idea es mantenerlos fuera de las calles y sabemos que dos horas que los saquemos van a evitar que se metan en problemas mayores", opinó Vicente.

"Estos jóvenes salen de aquí a buscar un billete en la calle, ya sea legal o ilegalmente. La idea con este proyecto multidisciplinario es enfocar en desarrollar destrezas empleables para ellos", afirmó el Director del Taller.

Según Borges, ya la misma comunidad escolar protege los equipos que los vándalos han intentado robar. "Se ha visto el cambio de actitudes de ellos y de la comunidad. La imagen de la escuela está cambiando", aseguró.