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Cuerpo de Ingenieros busca ampliar su presencia en Puerto Rico tras designación de nuevo distrito del Caribe
 

La dependencia adscrita al Ejército estadounidense está a cargo de varias de las principales obras de infraestructura en la isla

El Nuevo Día
5 de septiembre de 2024 

Por Manuel Guillama Capella

El establecimiento de un distrito del Caribe –con base en San Juan– dentro del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE) resultará en un incremento significativo en el volumen de proyectos de infraestructura de mayor escala en Puerto Rico, así como una agilidad en la ejecución mayor a la que ha caracterizado recientemente a las obras lideradas por esta dependencia federal, anticipó el brigadier general Daniel Hibner, comandante de la división del Atlántico Sur.

Hibner, quien visitó Puerto Rico esta semana, subrayó también que la creación de un distrito permanente será una ventaja a la hora de solicitar los fondos necesarios para completar las obras que el USACE ejecuta, que suelen alcanzar los cientos o miles de millones de dólares.

El proyecto de control de inundaciones del río Piedras, por ejemplo –obra que se ha discutido desde la década de 1970, pero se encuentra a media ejecución, entre la oposición de grupos comunitarios y ambientales–, aún enfrenta una brecha de más de $1,000 millones respecto a los fondos que se necesitan para culminarlo.

“La correlación (entre la agilidad de los proyectos y las asignaciones de fondos) es clara porque, si no estás haciendo el trabajo, ¿por qué el Congreso te daría más dinero? Tienes que hacer las cosas para justificar la capacidad de tener más trabajo. El mayor potencial de contar con un distrito en el Caribe va más allá de (adelantar los proyectos de) infraestructura que necesitamos, sino recibir el financiamiento, incluyendo para cerrar las brechas que actualmente tenemos”, dijo Hibner, en entrevista con El Nuevo Día.

Al presente, el USACE cuenta con 14 proyectos civiles en curso en Puerto Rico, entre los que están la canalización del río Piedras, los dragados de la bahía de San Juan y el caño Martín Peña y mejoras estructurales a las represas de Guajataca y Patillas, dos instalaciones claves para los sistemas de riego que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) maneja.

Administrativamente, Puerto Rico pertenece al distrito de Jacksonville, que, a su vez, es parte de la división del Atlántico Sur que Hibner comanda.

“Absolutamente, hay potencial para un mayor volumen de trabajo, y es lo que queremos. Hay una necesidad de este tipo de infraestructura en Puerto Rico”, puntualizó.

Transición en proceso

El anuncio oficial de la creación del distrito del Caribe –que cubrirá las operaciones en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses– se produjo a finales de julio, si bien se trata de una transición que debe completarse para 2026, cuando la nueva división cuente con una sede física. Sin embargo, Hibner enfatizó que el “task force” de Islas Vírgenes y Puerto Rico, establecido en mayo de 2023, sirvió como una especie de “proyecto piloto” de cara a la formalización del distrito.

“Ya tenemos un impulso, y ahora es cuestión de mantener ese ‘momentum’ hasta que estemos operando a máxima capacidad en junio de 2025, que será nuestro próximo hito. Cuando eso pase, ya tendremos a todo el personal en su lugar”, subrayó Hibner, acentuando que, si bien la sede esperará hasta 2026, ya el año entrante el distrito contará con la estructura de trabajo completa.

El distrito del Caribe es el primero en crearse desde que, en 1950, se estableció el distrito de Fort Worth, en Texas, por lo que Hibner resaltó que no se trata de una decisión que se toma “todos los días”.

“Ahora, tendremos más de los líderes que se necesitan enfocados a máxima capacidad. El ‘task force’ seguía dependiendo de otros distritos para asistencia y, ahora, el distrito lo podrá hacer por sí mismo”, agregó Hibner, mencionando que, al contar con personal a tiempo completo, se facilitará, por ejemplo, la comprensión de las exigencias regulatorias de Puerto Rico.

Según Hibner, a través del “task force”, se logró adelantar significativamente varias obras, incluyendo la contratación dirigida al reemplazo del puente de la avenida Roosevelt –como parte de la canalización del río Piedras– y los de las mejoras a las represas de Guajataca y Patillas.

Atención a consideraciones ambientales

A futuro, el militar considera que los trabajos de mitigación de inundaciones, ante el peligro que supone el riesgo de huracanes y otros eventos de alta precipitación en gran parte del año, será uno de los enfoques principales del USACE en Puerto Rico, al igual que la atención a la erosión costera.

“Ahora mismo, estamos atendiendo las áreas de mayor necesidad, pero hay muchas otras que requieren mayor trabajo”, sostuvo Hibner, quien también aludió al memorando de entendimiento con la AEE, firmado este miércoles, para impulsar proyectos futuros en las instalaciones de agua de la corporación pública.

Hasta la fecha, tanto el proyecto de control de inundaciones en la cuenca del río Piedras como los trabajos preliminares dirigidos a combatir la erosión en las costas de Rincón y San Juan han enfrentado la oposición de comunidades que consideran que el USACE opta por recurrir, como primera alternativa, a grandes proyectos de ingeniería en lugar de estrategias alineadas con la conservación del medioambiente.

Hibner describió el “balance” entre las soluciones “verdes” y las “grises” como “el futuro de la ingeniería”, y señaló que la división del Atlántico Sur que dirige sirve actualmente como “programa piloto” para alternativas ancladas en las características de la naturaleza.

“Hemos hecho trabajo de bajo nivel en, por ejemplo, el uso que damos al material dragado, pero cuando hablamos de mitigación de inundaciones, huracanes o tormentas, todavía estamos aprendiendo sobre eso. Al designarse la división del Atlántico Sur como un centro de experimentación, eso sienta las bases para encontrar las respuestas. Queremos implementar soluciones basadas en la naturaleza tanto como sea posible, (aunque) a veces los requisitos de ingeniería no lo permitirán”, insistió el brigadier general.

Además de encontrarse en plena ruta de ciclones tropicales, el comandante de la división mencionó el riesgo sísmico como el principal desafío para la infraestructura de Puerto Rico, incluyendo los proyectos en curso del USACE.

“En general, hacemos proyectos de gran escala y tenemos que asegurarnos de que no colapsen ante un terremoto, un evento sísmico de cualquier magnitud. El trabajo que hacemos tiene que ser suficientemente robusto para las consideraciones sísmicas”, acentuó.

En enero, El Nuevo Día reportó que 294 de los puentes –o el 13% de estas estructuras– en el país se encontraban en una condición “pobre”, según los estándares de la Administración Federal de Carreteras. Hibner recalcó, no obstante, que el USACE no suele intervenir con estructuras que quedan bajo la jurisdicción de otras entidades federales, a menos que haya un proyecto atado a la infraestructura de agua. Ese es el caso del proyecto de canalización del río Piedras, en el que el USACE reemplazará una veintena de puentes, incluyendo próximamente el de la avenida Roosevelt.

“Hay mecanismos que nos podrían permitir hacer eso (otros reemplazos de puentes), cosas fuera de la norma, como ocurrió en las centrales de Palo Seco y San Juan, en que nos reclutaron para estabilizar la flota (de generación eléctrica) a través de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias)”, comentó Hibner, aludiendo al proyecto de instalación de unidades portátiles que se completó en 2023.