Cuerpo de Ingenieros
Adelantan trabajos para mitigar inundaciones en la Isla
El Vocero
Lunes, 5 de junio de 2023
Por Istra Pacheco
Uno de los riesgos más grandes
que enfrenta una persona dentro o fuera de la casa es estar en
un área propensa a inundaciones. La fuerza avasalladora del agua
y la rapidez con la que se acumula en áreas de poco drenaje han
provocado muertes, daños a la propiedad y pérdidas al entorno
que pueden considerarse incalculables.
La cantidad de quebradas y cuerpos de agua tributarios de los
principales ríos de Puerto Rico es amplia, y en muchas ocasiones
las construcciones aledañas han tenido efectos adversos al
evitar que el agua siga su curso. También se han eliminado áreas
que ayudaban a mitigar las inundaciones.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (Usace,
en inglés) trabaja en 18 proyectos para mejorar la
infraestructura que afecta los distintos cuerpos de agua en la
Isla, de los cuales hay tres que son fundamentales: el río
Puerto Nuevo, La Plata y Río Grande de Arecibo, a los que llaman
“Los Big 3” (Los Tres Grandes).
EL VOCERO hizo un recorrido por varios de los proyectos para
entender las causas que hacen necesario los trabajos, la
planificación —incluyendo los cambios que no son visibles— y dar
una mirada al pasado, presente y futuro de estas obras que deben
mitigar el efecto de los ríos, particularmente ante el cambio
climático.
Por un lado, las antiguas instalaciones del vertedero de San
Juan —que hoy se levantan como montañas cubiertas de pasto verde
en medio de una de las zonas más densas del área metropolitana—
ofrece una vista amplia y privilegiada de la canalización de una
parte importante del río Puerto Nuevo. Este proyecto comenzó a
gestarse hace 37 años y solo se había logrado adelantar entre
20% a 30% de total de los trabajos que hacen falta.
Fondos federales
En 2018, cuando el Congreso aprobó la Ley Bipartita de
Infraestructura, se autorizó que el Cuerpo de Ingenieros del
Ejército realizara las obras con el 100% de fondos federales
—sin necesitar inversión estatal— lo que ha permitido acelerar
muchos proyectos, explicó Brenda Calvente, jefa de la Oficina de
Programas Integrados de Puerto Rico.
Esto incluye los nuevos avances en el Río Piedras, que es el
proyecto principal, y los cauces tributarios como las quebradas
Margarita, Josefina y Doña Ana.
También incluye el arreglo o sustitución de 20 puentes, algunos
de gran tamaño como el de la PR-22, cercano a Plaza Las Américas,
y puentes pequeños que cruzan calles residenciales.
“En total, los fondos autorizados para el proyecto del río
Puerto Nuevo son $1.6 billones ($1,600 millones) con todo,
aunque la inflación puede ser un poco más, pero esa es la
cantidad oficial que está autorizada”, informó José Bilbao,
gerente del proyecto.
Wilmel Varela, ingeniero de área, señaló que previo a la
intervención, el canal al lado norte de la PR-22 tenía un ancho
aproximado de 20 pies y ahora tiene 350 pies, y aguas arriba ha
ensanchado a unos 180 pies.
Este canal pasó a tener unos 15 pies de profundidad, lo que le
da una capacidad hidráulica aproximada de 3.5 veces más de lo
que tenía antes, lo que ha permitido que las personas entren en
bote o kayak para dar paseos, y hasta es posible ver los
manatíes.
Al lado sur de la PR-22 también se hizo una ampliación que mide
250 pies de ancho y que aguas arriba, cerca del área de
Matadero, cambia a 35 pies.
“Los cambios de ancho significan que va a tener unos flujos con
mayor velocidad —donde tienes menos ancho— y cuando tienes estas
porciones más anchas la velocidad baja, creando una transición
de un lado a otro. Por eso hay una estructura de cemento que es
de control, que permite el cambio de velocidad sin que los
flujos conflijan”, explicó Varela.
También se informó que sembraron casi 27 cuerdas de mangle
adulto en el área de Margarita abajo.
Mientras que dos tuberías de aguas negras que no tenían la
capacidad de uso que se les daba, fueron reemplazadas por otras
más grandes, lo que elimina el problema de descargas en cuerpos
de agua aledaños.
“Algunas de estas cosas no se ven, pero son esenciales para la
calidad de vida”, sostuvo Adalberto González, uno de los
ingenieros que más tiempo lleva involucrado en el proyecto, que
comenzó en 1986.
Aunque las obras están en 60% terminadas, Varela indicó que en
una reunión con la comunidad Puerto Nuevo las personas
expresaron haber visto el cambio, y aseguró que un residente
contó cómo debido a las inundaciones, en una ocasión sacó de la
casa a seis integrantes de la familia a toda prisa, pero ahora
se siente tranquilo porque la situación ha mejorado.
Reiteran llamado a tener listos los planes familiares ante el
inicio de la temporada de huracanes
Reiteran llamado a tener listos los planes familiares ante el
inicio de la temporada de huracanes
El Negociado para el Manejo de Emergencias y Administración de
Desastres (Nmead) reiteró el …
“Y será mucho más cuando se canalice aguas arriba”, puntualizó
Varela.
Calvente expuso que de 10% a 20% del presupuesto asignado se
utilizará para la adquisición de propiedades —que podrían sumar
de 300 a 400— que se tienen que expropiar mayormente en Reparto
Metropolitano porque están en áreas en las que nunca se debió
construir.
Bilbao apuntó a que un problema que han encontrado es la
construcción desmedida de casas o comercios, junto a la
eliminación de la vegetación cercana a los ríos y tributarios,
que evitan la retención del agua de lluvia y provocan las
inundaciones.
Proyecto en La Plata
Cuando se camina sobre el puente de la PR-6165 —que da acceso al
casco urbano de Dorado— y se mira hacia abajo o a lo lejos, ya
sea al norte o al sur, se aprecia la maquinaria pesada moviendo
terreno y los trabajadores con chalecos fosforescente dentro del
río La Plata, cuya agua está dividida en secciones.
Este es un proyecto de canalización de las aguas y control de
inundaciones para el que hay $500 millones de fondos federales
asignados y que debe mitigar que ocurran desastres en los
municipios de Dorado, Toa Baja y parte de Toa Alta.
“A mí nunca se me va a olvidar que viendo las noticias después
(del huracán) Fiona había esta familia, estas personas, ayudando
a los viejitos a sacar el fango de su casa en el área de
Campanilla. Y eso nosotros de alguna manera tenemos que ver cómo
lo reducimos, ese riesgo de que esas personas pasen por eso otra
vez”, expresó Maricarmen Crespo, ingeniera del área de las
Antillas en el Usace.
También se refirió a que después del huracán María, hubo
personas en Toa Baja que tuvieron que ser rescatadas de los
techos de las casas porque no sonaron las alarmas de apertura de
las compuertas de la represa y el caudal de agua había crecido
demasiado.
Algunas personas estuvieron días incomunicadas debido a estas
inundaciones. Además, son decenas las personas que han muerto en
estos pueblos debido a los efectos de la lluvia torrencial.
Según explicó Kiomy Lamb, jefe de la sección de Puerto Rico de
la Oficina de Gerencia de Proyectos, en 2015 se completó la fase
de canalización en el área más cercana al océano Atlántico y
ahora trabajan más cerca del área urbana de Dorado, donde ya han
desviado la corriente para ensanchar y profundizar el cauce por
donde debe correr el agua.
Indicó que han agregado bloques de concreto articulado para
proteger el fondo del río contra la erosión y para proteger los
pilares del puente.
Según se informó, en las etapas subsiguientes se construirá el
dique de Toa Baja y terminarán la canalización, hasta el norte
del puente de la PR-2. Estas obras conllevan además profundizar
el canal del río y relocalizar una porción del Superacueducto.
“Son como de 5 a 6 millas en total de canalización y
construcción de dique, que va desde la boca arriba hasta justo
al norte de la PR-2. Obviamente, con esto estamos evitando las
inundaciones grandes y las inundaciones históricas que han
pasado en el área de Toa Baja, que estamos hablando que antes se
metían 12, 13, 14, 15 pies de agua en algunos sitios. Eso se va
a estar mitigando grandemente porque el agua se va a contener
dentro del canal y dentro de los diques”, detalló Lamb.
Los estimados del Cuerpo de Ingenieros del Ejército apuntan a
que por cada obra completada previenen unos $12 millones anuales
en daños.
A diferencia de lo que ocurre en las zonas aledañas al río
Puerto Nuevo y las quebradas asociadas, a orillas de La Plata
hay áreas agrícolas, con menos comercios, y encontraron lo que
se entiende son restos de asentamientos precolombinos, con
osamentas, tazas y vasijas, que fueron removidas y entregadas al
Museo de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras.
“Se trajo un equipo de arqueólogos con experiencia para hacer
eso. Estuvieron unos cuantos meses trabajando —con la brochita,
como en las películas— en áreas cercadas. Hicieron su trabajo de
acuerdo a todas las reglamentaciones y requerimientos”, expuso
Crespo.
Según Lamb, históricamente la ladera de los ríos era lo primero
en poblarse porque era la fuente de suministros para la gente.
Entiende que hay una cultura atada a estos espacios y quizá
explica que hay mejor planificación, pues tomando en cuenta las
escorrentías, los edificios están despegados del suelo y tomaron
algunas precauciones, aunque no las suficientes.
El puente de La Virgencita, otra área que históricamente se
inunda, no es parte de estos trabajos debido a que en el proceso
de revisión y optimización del diseño, “como consecuencia de los
costos”, se concluyó que no había que llevarlo hasta esa área,
explicó Lamb.
No obstante, agregó que habrá mejoría en las condiciones en el
aérea del puente.
El otro proyecto que completa la triada es el del Río Grande de
Arecibo, para el que asignaron $200 millones, también de la Ley
Bipartita, con los que esperan mejorar las condiciones en el
pueblo de Arecibo y el área de Los Caños.
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