Bases Navales Norteamericanas en
Puerta de Tierra, San Juan
1939 - 2002
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Conforme a lo dispuesto por el Artículo VIII del Tratado de París de 10 de diciembre de 1898, en virtud del cual se puso fin a la guerra hispano-
estadounidense, Estados Unidos entró en posesión de todas las instalaciones militares construidas por España en Puerto Rico, así como también de una gran cantidad de tierras pertenecientes a la Corona española. El tratado se firmó sin la presencia de los representantes de los territorios invadidos por
Estados Unidos, lo que provocó un gran descontento entre la población de esas ex-colonias, especialmente en el caso de Filipinas, que acabaría
enfrentándose contra los Estados Unidos en la guerra
Filipino-Americana.
Las instalaciones militares españolas de mayor envergadura estaban localizadas en San Juan, la ciudad capital, ubicada en una pequeña isla unida por
puentes, a la costa norte de Puerto Rico. De acuerdo con el Brigadier General George w. Davis, entre la mitad y las dos terceras partes de la superficie
de esta isleta pertenecía a la Corona de España.(1)
En el año de 1902 el Congreso norteamericano aprobó una ley que le confería al Presidente la autoridad legal necesaria para reservar las tierras y
edificios públicos que considerase necesarios en Puerto Rico.(2) Al año siguiente, la Asamblea Legislativa de Puerto Rico aprobó una ley que autorizaba al
gobernador a hacerle entrega a Estados Unidos de ciertas tierras con fines navales y
militares.(3) Por estas leyes quedó establecido el mecanismo mediante
el cual el Estado norteamericano podría hacer los ajustes necesarios en la infraestructura de bases e instalaciones de la isla.
La ubicación de Puerto Rico fue provechosa para Estados Unidos en la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial, ya que la Isla garantizaría, según la
historiadora Josefa Santiago Caraballo: ... la seguridad de la ruta naval y aérea del Atlántico hacia el Continente, el Golfo de México y el Canal de
Panamá. La protección y defensa del Canal de Panamá fue una de las mayores preocupaciones de Estados Unidos ante la declaración de la guerra europea en
1939. Fue en este escenario que entró Puerto Rico a desempeñar una importante función estratégica, ya que sirvió para defender toda la Cuenca del Caribe y
proteger el Canal de Panamá.(4)
Desde el 1934, la Marina de Guerra de Estados Unidos había mostrado interés en construir una base aérea en el sector rellenado de la bahía de San Juan,
que comprendía la Isla Grande y la Isla Miraflores.(5) El primer informe que afectó a Puerto Rico apareció en diciembre de 1938. El Almirante A J Hepburn presidió un comité que le informó al presidente la isla estaba en la "A-List" de la marina.
(6) Las bases aéreas en el Caribe eran una "necesidad evidente", y dada la escasez de posesiones de EE.UU. en esta área, resultó Puerto Rico una opción obvia. De hecho," en su estudio del Caribe la Junta sólo
encuentró un sitio capaz de convertirse en una base aérea adecuada para el normal funcionamiento de los aviones de patrulla ". El lugar idóneo resultó ser
Isla Grande,que pronto se convertiría en una estación aérea de 400 hectáreas justo en el centro de San Juan. La Junta observó que una base tan lejos hacia
el este en el Caribe podría ser de "importancia estratégica" porque permitiría las facilidades de uno o dos grupos de portaaviones y facilidades para dos
escuadrones de aviones, con posibilidad de "inmediata expansión emergencia para al menos cuatro escuadrones de aviones de patrulla.
(7)
El 19 de abril de 1939, la Asamblea Legislativa aprobó el traspaso de los terrenos; un total de 293 acres valorados en
$11,866,836.(8) El 30 de octubre, la Marina de Estados Unidos anunció la construcción de una base naval en San
Juan.(9) El Décimo de Distrito Naval, incluyendo las Bahamas y las Antillas desde Cuba hasta Trinidad, se estableció 14 de noviembre 1939, con San Juan designada como sede
administrativa.(10)
En abril de 1940 la Legislatura insular autorizó el traspaso a la Marina de 110,077 metros cuadrados de los terrenos ganados al mar en Puerta de Tierra,
al sur de la avenida Fernández Juncos. Además, se agregaron “los manglares y cuerpos de agua alrededor de la bahía de San Juan, nueve parcelas de manglares y terrenos sumergidos radicados en el barrio Hato Rey y Monacillos de Río Piedras, Pueblo Viejo, Guaynabo y Palmas de Cataño”, equivalentes a
1,679 cuerdas valoradas en casi $500,000 y “una parcela de terreno radicada en La Puntilla, barrio de la Marina en San
Juan”.(11) Hasta el momento, el Gobierno de Puerto Rico había traspasado al Gobierno de Estados Unidos terrenos cuyo valor ascendía a $14,292,857.
Cuarteles del Tenth Naval District. Ave. Fernández Juncos, parada
8, Puerta de Tierra, Circa. 1945
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Los edificios para albergar la sede del Décimo Distrito Naval (10th
Naval District) se iniciaron en septiembre de 1940, sobre una extensión de terreno que bordea el Canal de
San Antonio, justo enfrente de la estación aérea. Los primeros edificios eran estructuras de madera de una sola planta, equipadas con cables de anclaje en el techo y fijados a la tierra en cada extremo como medida de seguridad contra los huracanes. Además, los cuarteles en la avenida Fernández Juncos y los de San
Jerónimo se levantaron para albergar el personal de los cuarteles generales de la sede. En la construcción se utilizó hormigón armado y
estructuras prefabricadas de acero y estuco. La construcción de una nueva estación de cuarentena y el hospital se llevaron a cabo de forma simultánea en un terreno
contiguo al grupo de la sede del distrito. Construidos en hormigón, éstos fueron construidos para reemplazar los edificios de 40 años de edad, del
Servicio de Salud Pública de los EE.UU. que ocuparon una superficie necesaria para el estacionamiento de hidroaviones. Doscientas camas estaban siempre en
el hospital naval, en una estructura compacta que comprendía un edificio principal con garajes y unidades de calefacción. Todos los edificios eran de un solo piso, con paredes de hormigón armado y tejados de madera. Contrafuertes y cables de acero anclaban los techos al suelo como medida de precaución
contra el viento. Como el número de actividades navales en la zona de San Juan expandido más allá de la actividad aérea original, las dimensiones fijas del sitio Isla Grande hizo necesaria la compra de tierras adicionales directamente al sur de la estación aérea.(12)
El contrato de la base naval en San Juan, por la cantidad de $8.5 millones, fue adjudicado conjuntamente a The Arundel Corporation y a la Consolidated
Engineering Co. Inc., ubicadas en la ciudad de Baltimore, Maryland.
(13) El canal de San Antonio se profundizó a 35 pies de profundidad junto a la costa
norte de la estación aérea, y se le hicieron mejoras a la línea de costa con 2.000 metros de muro del muelle y los 2.000 metros del mamparo para dar
cabida a los transportistas y las embarcaciones de superficie. La sección de la base de San Juan, una planta totalmente equipada con los cuarteles,
edificio de administración, almacenes, y las mejoras frente al mar, fue construido bajo el mismo programa, en una zona adyacente a la sede del 10th Naval
District headquarters. (14) Debido a la magnitud de los proyectos, el 21 de octubre de 1941, Arundel y Consolidated Engineering se asociaron con la
Hardaway Contracting Co. de Columbus, Georgia, para así cumplir con los requisitos de las obras
contratadas.(15)
Originalmente, el contrato para el dragado de la bahía fue adjudicado a la Rexach Construction, una compañía puertorriqueña. Sin embargo, Arundel y
Consolidated Engineering no quedaron complacidos con el desempeño de la misma y le cancelaron el contrato, adjudicándoselo a la compañía estadounidense Standard Dredging Co.(16) Subsiguientemente, Benítez Rexach demandó a The Arundel Corporation en el foro federal. Además, impugnó que el fiscal A. Cecil
Snyder, en su carácter de oficial del gobierno de Estados Unidos, contestara la demanda, ya que Arundel no era una entidad del gobierno estadounidense.
(17) De ahí en adelante, todos los subcontratistas que utilizaron estas compañías fueron importados de Estados Unidos. Es importante señalar este dato, ya
que en la Operación Manos a la Obra, el programa industrial de Puerto Rico comenzado en 1947, los empresarios locales estarían
marginados.(18)
El 3 de marzo de 1941 el Gobierno de Estados Unidos requirió la transferencia de 6,657 metros cuadrados situados al noreste del Capitolio y le solicitó a
Arundel y Consolidated Engineering construir alojamiento para oficiales, carreteras e instalaciones soterradas en los sectores que comprendían San
Jerónimo y el Club Náutico.(19) El resto de actividades se completaron y se rescindió el contrato el 28 de agosto de
1943.(20)
Edificios del Navy al borde del barranco de la playa Baja Mar.
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En septiembre de 1941, un departamento de obras públicas fue organizado para servir a todas las actividades en San Juan, a excepción de la estación aeronaval para la cual se estableció un departamento de obras públicas aparte. El departamento de obras públicas de San Juan llevaba a cabo el mantenimiento de la estación y funciones de operación, así como una extensa construcción de proyectos no incluidos en el contrato. A excepción del maestro de obras y el capataz, toda la fuerza laboral estaba compuesta por los puertorriqueños, que respondieron muy bien a un programa de capacitación en oficios de la construcción y otras habilidades, bajo la dirección del oficial de Obras Públicas.
Del mismo modo, la fuerza combinada de la oficina pública del distrito y de la oficina de actividades de Obras PúblicasSan Juan utilizaron puertorriqueños bajo supervisores capacitados.
El uso extensivo de los puertorriqueños en oficios mecánicos y trabajo de oficina constituyó una innovación interesante en esa época en la cual el país era principalmente agrícola, y el empleo de personal de oficina femenina en tan gran escala rompió centenarios precedentes sociológicos.
Baterías de cañones antiaéreos de 155 mm se emplazaron en el Castillo de San Cristóbal y en Punta Escambrón la Batería Shwan 263, la cual fue puesta fuera de servicio en el
1949 y demolida en el 1965.
Durante esta época se logró en 1961 la salida del Ejército – no sin resistencia - de
las fortificaciones sanjuaneras, ya obsoletas para su fin militar y enseguida estas fueron habilitadas como museo bajo la titularidad del Servicio Nacional de Parques del gobierno de EE.UU. Bajo la tutela civil, aunque bajo autoridad federal, los “castillos” de El Morro y San Cristóbal se convirtieron en principales atractivos turísticos.
A finales de la década de 1980, el colapso de la Unión Soviética trajo un abrupto final a la Guerra Fría y la Marina ya no necesitaba tantos barcos,
aviones y bases de apoyo. Desde la perspectiva de "Naval Facilities Engineering Command", uno de los resultados más importantes fue la puesta en marcha del Programa de Realineación y Cierre de Bases (BRAC). El procedimiento BRAC fue desarrollado en un intento de lograr el objetivo del Gobierno de cierre y
realineamiento de bases militares a pesar de los desafíos políticos que surgen a menudo cuando las instalaciones enfrentan la reducción o eliminación. Debido a que una base militar puede aportar millones de dólares en fondos federales a su entorno cada año, los desafíos planteados por los miembros del
Congreso de los distritos afectados hacen este tipo de iniciativas muy difícil. El Congreso creó el proceso BRAC en 1988 como un método políticamente
aceptable para perseguir tales objetivos. El 5 de noviembre de 1990, el presidente George Bush firmó la Ley Pública 101-5 10, que estableció la "Defense
Base Closure and Realignment Commission". Entre 1988 y 1995, el Congreso autorizó cuatro rondas de selección para los cierres de base y numerosas
instalaciones. Hasta el otoño de 2004, Naval Facilities Engineering Command (NAVFAC) dirigió el programa BRAC para el navy y el Marine Corps. A finales
del año fiscal 2002, el Comando había ayudado a disponer de 64 bases que no eran necesarias y tenía un inventario de 26 instalaciones
cerradas.(21)
1 Carmen Ramos de Santiago, El Desarrollo Constitucional de Puerto Rico: Documentos y Casos, Editorial Universitaria, 1979.
María Eugenia Estades Font, La presencia militar de Estados Unidos en Puerto Rico, 1898-1918: intereses estratégicos y dominación colonial,
Ediciones Huracán, 1988
2 An Act Authorizing the President to Reserve Public Lands and Buildings in the Island of Porto Rico..., Public Law No. 249, United States Statutes at
Large, 57th Congress, 1901-1903, Vol. 32, Part I, pág. 731.
3 An Act Authorizing the Governor of Porto Rico to Convey Certain Lands to the United States for Naval, Military and other Public Purposes, Feb.
16, 1903, Las leyes y resoluciones de la primera sesión de la segunda Asamblea de Puerto Rico (San Juan, Tip. El País, 1903), págs. 112-115.
4 Josefa Santiago Caraballo, “Guerra, reforma y colonialismo: Luis Muñoz Marín, las reformas del PPD y su vinculación con la militarización de
Puerto Rico en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.” Tesis Doctoral, Departamento de Historia, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río
Piedras, 2005, pp. iii, iv (Depositada en el Centro de Investigaciones Históricas,
Departamento de Historia)
5 Sgd. Claude A. Swanson, Departamento de la Marina al Secretario de lo Interior. 29 de diciembre de 1934. Archivo General de Puerto Rico, Fondo:
Obras Públicas, Serie: Asuntos Varios, Legajo: #398, Caja #240. En adelante AGPR.
6 Report on Need of Addítional Naval Bases to Defend the Coast of the United States, Its Territories, and Possessions, House, 75th Congress, Ist
session, Document no. 65, December 27, 1938, p. 4.
7 A. J. Hepburn, Letter from the Secretary of the Navy, House, 76th Congress, Ist session, Document no. 65, p. 16.
8 Armado Morales Caños, jefe de la División de Terrenos Públicos al Comisionado Interino. 8 de enero de 1941. Archivo General de Puerto Rico, Fondo: Obras
Públicas, Serie: Asuntos Varios, Legajo: #398, Caja #241.
9 “Minutas de la Junta de Directores”. Archivo Privado de The Arundel
Corporation. Documentación bajo la custodia de The Arundel Corporation
P.O. Box 5000 Sparks, MD 21152-5000, 1939-1943, pp. 100-496.
10 Building the Navy's Bases in World War II, History of the Bureau of Yards and Docks and the Civil Engineer Corps ,1940-1946,
Volume II, Part III, The Advance Bases, Chapter XVIII, p. 5
11 Armado Morales Caños, jefe de la División de Terrenos Públicos al Comisionado Interino. 8 de enero de 1941.Fondo:
Obras Públicas, Serie: Asuntos Varios, Legajo: #398, Caja #241.
12 Op. Cit. Building the Navy's Bases in World War II
13 “Minutas de la Junta de Directores”. APAC, 1939-1943, pp. 100-496.
14 Op. Cit. Building the Navy's Bases in World War II, p.6
15 APAC, pp. 100-496.
16 José L. Bolívar Fresneda, La Economía de Puerrto Rico Durante La Segunda Guerra Mundial: ¿Capitalismo Estatal o Economía Militar? p. 215.
17 “Impugnarán a Snyder como defensor de la Arundel Corporation”, El Imparcial, 17 de mayo de 1940, p. 13.
18 Bolívar Fresneda, op. cit., p. 216.
19 José G. Bloise al Gobernador Tugwell. 3 de marzo de 1941. AGPR, Fondo: Obras Públicas, Serie: Asuntos Varios, Legajo: #398, Caja #241.
20 Op. Cit. Building the Navy's Bases in World War II, p.8
21 Naval Facilities Engineering Command Headquarters (UIC 00025) Annual Command
Operations Report for CY 2009, Chapter 3. Chronology and Narrative, p.15
Gerardo M. Piñero Cádiz. El Gibraltar del Caribe en Guerra: Las Defensas Costeras en Puerto Rico durante la Segunda Guerra Mundial,
San Juan: Isla Negra Editores, 2015.
José L. Bolivar Fresneda. La economía de Puerto Rico durante la Segunda Guerra Mundial: ¿Capitalismo estatal o economía militar?
Building the Navy's Bases in World War II, History of the Bureau of Yards and Docks and the Civil Engineer Corps ,1940-1946,
Volume II, Part III, The Advance Bases, Chapter XVIII
Ronald Fernández. The disenchanted island: Puerto Rico and the United States in the twentieth century, Greenwood Publishing Group, 1996.
Geo. W. Davis. Report of the Military Governor of Porto Rico on Civil Affairs, in Annual Reports of the
War Department for the Fiscal Year Ended June 30, 1900, vol 1, pt. 13 (Washington, D.C.: Government
Printing Office, 1902)
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