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Con expresiones que exaltaron la calidad humana y el talento del músico puertorriqueño Raphy Leavitt, su entrañable "barrio" de Puerta de Tierra le dijo hoy adiós, a pocas horas de que sus restos descanse sean sepultados.
La misa por la memoria del fundador de la orquesta La Selecta, celebrada en la Iglesia San Agustín, en el Viejo San Juan, congregó a familiares, amigos, colegas y vecinos de la comunidad que siguió los pasos del pianista desde que era un niño. Asimismo, estudiantes del Colegio San Agustín, donde el director musical cursó estudios, se unieron a la ceremonia.
El féretro llegó al templo cerca de las 9:30 a.m., cuando la multitud comenzaba a llenar los bancos para ser partícipes de la misa, y fue colocado frente al altar, rodeado por arreglos compuestos por rosas rojas, y orquídeas, lirios casablanca y hortensias blancas.
Durante la homilía el padre Miguel Torres resaltó que, aunque no conoció personalmente a Leavitt, si logró hacerlo a través de los mensajes que llevaban las letras que este compuso.
"Yo quisiera honrar a Raphy, no solo por ser un artista famoso, no solo en Puerto Rico y en todos los lugares hasta donde llega su obra, sino a Raphy por ser un hombre de nuestra tierra, nacido en Puerta de Tierra. Eso es lo que tiene valor porque sin esas experiencias que él experimenta sus canciones quizás no tendrían ese sentido y esa capacidad de llegar al tuétano de la vida de todo aquel que la canta y que la siente", expresó el sacerdote, quien bajó del podio y se mezcló entre los feligreses.
"Siempre hay la posibilidad de un cielo nuevo, de una tierra nueva, una tierra sin llanto, sin calor, sin IVU (impuesto sobre ventas y uso), sin accidentes, sin criminalidad, sin corrupción… un paraíso. ¿Puede Puerto Rico ser eso? Eso lo luchó Raphy", reflexionó sobre el legado del músico, que falleció durante la madrugada del miércoles pasado por complicaciones de salud relacionadas con una cirugía en la cadera, a la que fue sometido dos días antes.
Fue en ese momento, cuando el oficiante compartió el micrófono con los presentes para que estos respondieran cómo Raphy pudo, a través de la música, "alentar al pueblo pobre, al que sufre, al que tiene hambre, al que se siente perseguido".
El primero en tomar la palabra lo fue el vocalista de La Selecta, Sammy Marrero, quien aprovechó la ocasión para recordar la vocación de Leavitt para la enseñanza, profesión que tuvo que abandonar para dedicarse de lleno a la música.
"Lo que desconoce mucha gente es que Raphy siempre se entregó a su pueblo con respeto, con cariño, con bondad, y yo en mi capacidad de intérprete de sus canciones, he podido entender ahora realmente que no somos nada si no tenemos a Dios por dentro", manifestó entristecido, mientras le exclamó a su inseparable amigo: "que espere por mí, sepárame un lugar (en el cielo)".
A Marrero se unieron varios integrantes de La Selecta para destacar el legado del artista y cómo su música impactó más allá de su patria. Expresiones como: "la selecta no es de Puerto Rico, es de toda Latinoamérica" y "Raphy hizo música que no era para él, que no era para nosotros, que era para todos. Raphy, eternamente, gracias", conmovieron a los presentes.
Durante la ceremonia, en la que los hijos del director musical, Sheila Marie y Rafael José Leavitt Barreto, leyeron la primera y segunda lectura, respectivamente, se presentó una bandera de Puerto Rico durante la entrega de las ofrendas, que colocada frente al altar.
Uno de los momentos más emotivos de la misa lo fue cuando el pastor Carlos Camacho, cantante del cuarteto Los Hispanos, vocalizó a capella el tema Creo en Dios. La familia, que se había mantenido sosegada hasta ese instante, no pudo contener el llanto ante la interpretación.
Antes, el hijo de Leavitt se dirigió a los asistentes para agradecer en nombre de la familia el apoyo y las muestras de cariño que han recibido, por parte del público "en este momento tan doloroso".
"Mi papá es mi orgullo", afirmó.
José Leavitt, hermano del músico, por su parte, señaló que no había otro lugar mejor para despedir al compositor de "Mi Barrio" que no fuera la Iglesia de San Agustín, donde este se mantuvo activo durante gran parte de su juventud. También destacó lo apegado que era Raphy a su papá, quien murió cuando este era un preadolescente.
Antes de concluir exhortó a la ciudadanía a defender la salsa e inculcar a los jóvenes el aprendizaje de este género y las composiciones auténticas que dejó su hermano.
"Hay que exponer a la juventud a la verdadera música porque todas esas canciones de La Selecta eran originales. Eran únicas", sentenció.
La comitiva fúnebre partió en recorrido por varias calles de San Juan, antes de dirigirse al Cementero Porta Coeli, en Bayamón, donde el cuerpo sería sepultado.
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