José Torres Pérez
Por Bibiana Hernández Suárez |
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Nacido y criado en nuestro barrio de Puerta de Tierra, “Papo”, como todos lo conocemos por el cariñoso apodo que le puso su mamá, nació el 17 de abril de 1955. Son sus padres el comerciante orocoveño don José “Pepín” Torres Pérez (QEPD) y doña Blanca Iris Pérez Nieves, ama de casa natural de Vega Alta. Papo fue el segundo de doce hijos, siete hermanas y cinco hermanos. Estudió en el Colegio San Agustín hasta el décimo grado y terminó su escuela superior en la Escuela Gabriela Mistral.
Desde niño, Papo ayudaba a su papá a preparar desayunos y alimentos antes de ir y luego de salir del colegio, en el recordado restaurante Bar Restaurant Pepín, que luego fue El Fondón de Pepín. Pero curiosamente sus comienzos laborales fueron como “bagger” en el Supermercado Amigo Central, donde llegó al puesto de gerente. Luego trabajó en los Supermercados Amigo de Ciudad Universitaria y de Cataño, y posteriormente en su centro de distribución ubicado en Buchanan.
En 1979, mientras laboraba en Amigo de Cataño, conoció a Olga Ivette Aguayo Medina, que trabajaba como cajera del supermercado, y quien por cuarenta y cinco años sería su esposa y madre de sus tres hijos, José Amid, Giovanni Javier y Tania Ivette. También Papo y Olga son abuelos de tres hermosas niñas: Isabella Mia, de doce años, Suamid Zoé, de diez años, y Emma Valentina, de dos años y diez meses.
Después de muchos años en el Fondón, don Pepín estableció el Colmado y Carnicería Torres en 1985, y luego Papo continuó su mismo legado comercial junto a su hermano Manolo. Actualmente su hija Tania es quien queda al frente del negocio, ahora conocido como El Colmado de Papo.
Con extrema emoción, Tania indica: “Mi papá fue el hombre más ejemplar, como hijo, esposo, padre y abuelo, y se desvivió por todos.” Y cuando Tania indica “todos”, se refiere a familiares, amigos, y muy especialmente a la gente del barrio. Su mamá, Olga, añade: “Para Papo, éste era su barrio, vivió aquí toda su vida y nunca bebió ni fumó ni usó drogas, como muchos califican a la gente de Puerta de Tierra. Al contrario, siempre procuró tener a los muchachitos empleados en el colmado. Ayudaba a la juventud a ganarse su dinerito honradamente realizando diferentes tareas para mantenerlos fuera de la calle. También ayudaba a deambulantes, a ancianos y a personas necesitadas de compra. Todo esto sin que nadie se enterara. Era buen consejero y muy alegre y sencillo. También colaboraba y patrocinaba eventos sociales del barrio y fue homenajeado por el Consejo de Seguridad Vecinal de Puerta de Tierra en el 2004.”
Desafortunadamente, Papo falleció el 30 de junio de 2024. Pero su legado continúa, no solamente por medio de sus descendientes y su establecimiento comercial, sino en el corazón de todos los habitantes de Puerta de Tierra por varias generaciones.
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