Decir antaño es recordar las décadas del 40, 50, y 60 donde el Béisbol Profesional Insular era la sintaxis copulativa del pueblo puertorriqueño. Los fanáticos de aquellas épocas no se pueden comparar con la nueva multitud deportiva de hoy día. No por su concordancia, sino por la diferencia que estribaba esa tangente tanto sociológica como económica.
Era una comunión exacta entre el fanático, su vida y el deporte recolectando numerosas ansiedades vestidas con un atuendo subliminal. El pueblo puertorriqueño era entusiasta por demás sintiendo el béisbol en sus venas reuniendo a toda la "claque social" en su más íntimo esplendor, el deporte.
Vamos a remontarnos en un viaje imaginativo al viejo Parque Sixto Escobar, para revivir de cerca la fibra deportiva de lo que fue la gran Epoca Romántica del Béisbol de Puerto Rico. Haré una cirugía descriptiva del fanático de esa época y otros detalles del fanático que asistía al Viejo Parque Sixto Escobar de Puerta de Tierra.
El Béisbol Romántico se vivía a plenitud, era preciso ver los corrillos en las barberías, esquinas, restaurantes y bares viviendo esa corriente beisbolística que corría por las venas de un pueblo humilde por demás. Era una procesión verdaderamente equilibrada con unas bases sólidas de completa felicidad y costumbrismo que se acumuló a través de su historia.
LA FANATICADA
Haré una cirugía descriptiva del fanático de esa época y otros detalles del fanático que asistía al! Viejo Parque Sixto Escobar de Puerta de Tierra. Dentro de su sentimiento deportivo, era colosal, se exaltaba, sufría, se ponía histérico, maldecía y si lo empujaban mucho peleaba cuando perdía. Cuando ganaba, sin embargo, la bonita, era el ser más feliz de la tierra, su alegría duraba la semana entera hasta el próximo fin de semana en que volvía a ver acción a su equipo.
LAS GRADERIAS
Ahora, amigos lectores entrarán al fuego de las graderías, tranquilos, síganme… "Uyyy", ven que ¡es algo fuera de lo común! Cuando iban a comenzar los partidos las oraciones empezaban, el paralelismo entre el deporte y la religión se cogían de la mano e imploraban al cielo la suerte para su club.
Otros cruzaban los dedos, cada uno buscaba su corillo en las gradas, evitaban el contacto con los del otro equipo, pero la tensión era más grande cuando los "Cangrejeros del Santurce" y los "Senadores del San Juan se enfrentaban. El fanático Senador era orgulloso, seguro y dispuesto a todo por su causa, procedía de San Juan, Puerta de Tierra, Hato Rey y Rió Piedras.
EL EXPRESO DE LOS BLEACHER
La otra cara de la moneda nos presenta los diferentes grupos que se daban cita al Sixto Escobar. Cada sección tenía nombres o motes alusivos, ejemplos, los de Puerta de Tierra le llamaban a su entorno, "EL EXPRESO DE LOS BLEACHERS", compuesto en su totalidad por fanáticos Senadores. Algunos de ellos eran, Jenaro Marchand, Tato Carradero, William Vázquez, Rafael Figueroa, Pepín Fernández, Juan López, Luis Romero Cuevas, Juan Fernández, los Balados, Jesús Mendoza, Pepin González, Chechere Gody, Wilf! redo Santana, Jimmy Moore y Tato Vázquez.
LINEA DE FOUL-BOSQUE IZQUIERDO
De los que se sentaban por la ! línea de foul y en lo profundo de bosque izquierdo usted podía encontrar a Nicasio López sentado en su banqueta, rodeado de Manuel Santiago, Celestino Benítez, Marcos Torres, Jorge Luis Colombani, Pepito Maldonado, Melo Gines, David Arton, Pachito Villanueva, Guillermo Domínguez, Álvaro de Jesús y su hermana, Roberto Perena, Pepito Méndez, Paquito Bastard, Arnaldo Torres y Antonio Cruz.
LA ESQUINA CALIENTE
Pasamos a las preferencia, "LA ESQUINA CALIENTE", con Turín Lamas de líder, Eddie Pagan, Mike Gonzáles, Canino, Luis Felipe Guilbot, Juan López, Delfín Dávila, Arturo Simonpietri, Godofredo Gaetan y los Cobians.
LOS PALCOS
En los palcos, Felo Benítez, Antonio Sanquirico, Andrés Marino, Mario Ocasio, Zoraida Rodríguez, Amador, Héctor Nevarez, Pablito Espejo, Moreno, Arcadio Rivera, Enrique Bairan y señora, Dimas Sánchez, Cabanilla con su sirena, el cojo Domingo Vidot, dándose paseo de un lado del stand a otro, los esposos Pieves, con su hijo Carlos, Cucu Montesinos, Tonin Rodríguez Silva y Héctor Modesti.
EN LAS AFUERAS DEL PARQUE
Los llevare ahora a la parte de afuera, esto era otro mundo, antes de comenzar el juego, usted podía observar al famoso Sevillita y los vendedores de sobres para los fanáticos. No podían faltar los revendedores de taquillas que se aprovechaban de la efervescencia deportiva que existía para hacer su agosto económico.
Aquellos que no podían entrar por haberse acabado las entradas o que en realidad no tenían el dinero de la entrada se convertían en delincuentes deportivos. Usando toda clase de estrategia, saltando las verjas, haciendo pirám! ides de seres humanos, escaleras de sogas desafiaban la ley y los cristales incrustados en las cercas como advertencia para los que trataban de colarse. Este sacrificio se lo merecía su equipo y por nada del mundo estaban dispuestos a fallarles cuando más necesitaban de su aliento y respaldo.
Si era un doble juego domingo, muchos se quedaban en el parque para saborear la comida-almuerzo que preparaba Arroyito en su cantina. Otros por su parte, se iban al "Piccolino" o el "Bar las Olas", donde continuaban comentando del primer partido celebrado dándose su cervecita. Los derrotados en el matinal! , se preparaban para el desquite y los vencedores, mas seguros y contentos, se aprestaban a barrer el doble encuentro.
EL JUEGO DE LA TARDE
El juego de la tarde amigos, comenzada a tres menos cuarto, era de mayor tensi! ón, los fanáticos vociferaban con mas fuerza. Sus gritos de estímulos se oían en todo el parque y aplaudían hasta quemarse las palmas de las manos, cuando uno de sus ídolos sacaba la bola o realizaba una espectacular jugada.
Como ven mis amigos el Béisbol Romántico de Puerto Rico es una historia inolvidable para aquellos que la vivieron. Proezas de lealtad era la comunión de miles de fanáticos que seguían a sus equipos sábado y domingo hasta que llego el alumbrado y se comenzó a jugar en los días de la semana.
FANATICOS LEALES
Era preciso ver figuras que animaban el espectáculo y creando unas personalidades únicas dentro de esta jungla deportiva. Ejemplo de ello: José Muñiz con sus grandes caminatas para ver a sus queridos cangrejeros, Turín Lamas, ronco de tanto de gritar y alentar a sus Senadores, el cojo Vidota con su muleta gritándole a su príncipe Nenene Rivera, Gallita Sánchez volcada en discusiones en las graderías, Mariano con su sombrero blanco atacando a Felo Benítez, Miguel Dickson con sus cosas en ingles, Cabanilla con su sirena, el fotógrafo Cruz Castro anfitrión de la prensa con sus suculentos almuerzos criollos.
EL TERRENO DE JUEGO
Era digno de ver a Chendo haciendo maravillas con sus tres pedazos de lonas, únicos recursos que contaba para defender el terreno de juego de las inclemencias del tiempo y el jíbaro Agapito Acosta con sus pies delcazos atrapando bolas que caían en el techo de los stand, sin tener en cuenta lo caliente" del zinc.
Dedico este trabajo a todas esas personas que formaron parte de esa época, a las que tuve el placer de entrevistar .
BIBLIOGRAFÍA
Periódicos.- El Mundo Y El Imparcial
ENTREVISTAS
Fanáticos Sanjuaneros-El Indio Martínez, Clarita González, Paco Nueva York, Aladino El Zapatero.
Fanáticos Cangrejeros-David “El Teniente” Meléndez, Benito Reynosa, Thomas Sánchez
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