Dr. Rafael García López
Por Bibiana Hernández Suárez
El doctor Rafael García López nació el
31 de diciembre de 1924 frente a la iglesia San Agustin, en el barrio de Puerta de Tierra, donde vivió toda su vida.
Hijo de Pablo García, natural de España y Manuela López, natural de Río Grande.
La especialidad clínica del doctor García fue la Medicina Familiar, para la cual se educó y entrenó en Puerto Rico y en España.
Ejerció su profesión en el Hospital Municipal de la Capital, cuando
esta institución estaba ubicada en Santurce. Posteriormente estableció su consultorio frente a la iglesia San Agustín del barrio, el cual continúa abierto, en la Avenida Ponce de León (hoy Ave. de la Constitución) 258.
El doctor García fue por muchas décadas el médico ideal, por su forma alegre y afectuosa, pero seria y sincera, con la que trataba a sus pacientes, y siempre manteniendo ante ellos su fe personal y absoluta en
Jesucristo como El Principal Sanador. También por ser médico de familia, García atendía desde niños hasta personas de mucha edad, y su amor al prójimo le permitió mantener sus servicios profesionales al alcance
del bolsillo de su clientela.
Cuando los doctores comenzaron a adquirir la costumbre general de llegar a sus consultorios a media mañana y dejaron de visitar hogares, el doctor García permaneció visitando pacientes en sus casas, siempre muy
bien vestido y con su inseparable maletín médico. Además de eso, siempre que podía, García regalaba los medicamentos sin costo a sus pacientes. Administraba muy bien su tiempo de consulta y su atención era tan
eficaz que los enfermos recobraban la salud o comenzaban a sentir alivio prontamente. Por todo esto, aunque sus pacientes eran mayormente vecinos del barrio, la fama del doctor era extensa y a diario le llegaban
pacientes desde muy lejos.
Su amplia experiencia y profundo conocimiento hicieron que García continuara laborando aún después de cumplidos los ochenta años, retirándose
profesionalmente apenas dos meses antes de morir el 10 de junio del
2011, en el mismo barrio al que tanto amaba.