La profesora María García de
Olivo es una de las personas más recordadas, y con el mayor de los
afectos, en nuestro barrio de Puerta de Tierra. Miss Olivo, como todos la llamaban, nació el 12 de septiembre de 1911. Ella, al igual que su mamá, doña Juana García, nació y se crió frente a la estación televisiva WAPA, cuyas instalaciones se encontraban ubicadas en la parada 7 de la Avenida Ponce de León de Puerta de Tierra en aquellos tiempos. Cursó estudios en la escuela Martin G. Brumbaugh y en el Colegio San Agustín. Más adelante ingresó a la facultad de pedagogía de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, donde obtuvo su maestría. Desde niña Miss Olivo asistió con su mamá a la Iglesia Evangélica
Luterana San Pablo, en la calle Matías Ledesma esquina Muñoz Rivera en
Puerta de Tierra, en la cual posteriormente contrajo matrimonio con don
Francisco Olivo Arroyo, también natural de Puerta de Tierra. Ambos
fueron padres de nueve hijos: Paco, Socorro, Hilda, Margarita, Elsie, Pipo,
Nilda Adela y Raúl -que eran mellizos-, y Lilliam.
Lilliam, su hija más pequeña, nos
cuenta sobre Miss Olivo con mucho cariño: “Mamá era la maestra de
kindergarden y primer grado en la escuelita de la Iglesia Luterana, y
también era la maestra de la escuela bíblica dominical para los niños.
Cada domingo mamá nos llevaba de la mano a mis hermanos y a mí a la
iglesia pero también se ocupaba de visitar a los demás niños del barrio
y hablar con sus papás. Era muy activa y recorría el barrio invitando a
la gente a la iglesia. Nos enseñó a todos sus hijos y a muchos otros
alumnos a leer y a escribir.
Estuvo más de treinta años como maestra en
la iglesia. Era estricta, pero muy cristiana y cariñosa. Puerta de
Tierra era su vida. Mi abuela, ella y todos sus hijos, nacimos allí. Los
domingos, a la iglesia. Luego a casa, y en la tarde, al parque Muñoz
Rivera con nuestros patines, bicicletas y biplanos. En Navidad y en
Semana Santa, mamá preparaba dramas con sus estudiantes en la iglesia.
Recibía ayuda en estas actividades de la Sra. Orta, profesora en la escuela
Dr. José Celso Barbosa de Puerta de Tierra, y también
maestra del coro y de música de los niños y jóvenes de la iglesia. Pero
hubo una única ocasión en que mamá preparó un drama y lo presentó en el
teatro Lara, a cinco o diez centavos la entrada, para recaudar fondos
para la iglesia. Fue apoteósico.”
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