Cronista deportivo,
contable, pelotero y líder cívico. Natural de Puerta de Tierra, San Juan, Francisco (Paquito) Cruz Quijano
nace el 10 de junio de 1914. Hijo de Bernardo Cruz (don Berna), famoso esritor deportivo de su época, natural de Bayamón y de doña María Quijano natural de Fajardo. Estudió en el Colegio San Agustín hasta el noveno (9no.) grado y luego termina la escuela superior en la "Central High" de Santurce. Era contador de profesión.
Incursiona en el ámbito deportivo actuando como lanzador en el equipo Caribe Sport. En la temporada de 1931 fue lanzador en la Liga Semipro con el equipo Puerta de Tierra Sports. Compartió en esa liga con Pepe Santana, Millito Martínez, Nenene Rivera y el Brujo Mangual entre otros. Francisco tuvo una destacada participación en el equipo Royal Mart dirigido por Carlos de Jesús.
En el 1933 se dedica a su vocación de cronista deportivo. Llegó a ser editor deportivo del periódico La Correspondencia y El Imparcial. En sus escritos firmaba con los seudónimos de Franide y Struckout. En el 1938 comienza un programa deportivo por la emisora WNEL. Ese mismo año la Federación Insular de Baloncesto le otorga el premio de El Cronista Deportivo del Año, premio que vuelve a lograr el próximo año.
En sus columnas periodísticas y su programa radial abogó para que el barrio Santurce obtuviera su representación en el Béisbol Profesional.
Durante la década del 1940 trabajó en el Departamento de Auditoría del Fuerte Brooke.
En la temporada de béisbol de 1948, comienza a trabajar en la pizarra del Parque Sixto Escobar de San Juan. Y a propósito; su padre Bernardo Cruz al unísono con otros destacados periodístas tales como Teófilo Maldonado, Antonio Frías, Luis Progress, Nemesio Soto, Tony Luciano y Carlos García de la Noceda terciaron para que el Gobierno de Puerto Rico comenzara la construcción del parque en el 1931. No solo operaba los controles electrónicos de la pizarra, sino que también fungía como locutor al anunciar las alineaciones antes de comenzar el juego.
Allí permaneció hasta 1962, año que estrena la nueva pizarra electrónica del Estadio Hiram Bithorn hasta el 1979. Durante estos 32 años en las pizarras, nunca se ausentó de un juego. Regresó entonces a su oficio de escritor de crónicas deportivas para el periódico El Vocero.
De personalidad práctica, resolvía sus asuntos con mucho sentido común. Poseía un temperamento admirable, siempre de buen humor. Muy sociable hacía amigos con facilidad. Le encantaba el bailar.
Desde los años 1950 se comprometió con la juventud de El Falansterio, en Puerta en Tierra, para disfrutar en la playa de la Parada 8 o para jugar béisbol en la liga del Canódromo (actual Parque del Tercer Milenio). Fue comisionado para representar a la Tropa 50 de El Falansterio ante el Concilo de Niños Escuchas. También fue consejero de varios clubes de jóvenes y adultos. Colaboró para que se hiciera realidad la Casa del Boxeador en Cayey. Sus escritos periodísticos sobre el boxeo fueron incluidos en el libro Álbum de Oro del Boxeo Puertorriqueño.
Llegó a recibir un centenar de placas por su labor deportiva y cívica. La primera placa se la otorgó la Fraternidad Alpha Delta Nu, de El Falansterio, por su apoyo y dedicación a la juventud, el 17 de junio de 1967.
Vivió toda su vida en Puerta de Tierra hasta el 28 de marzo de 1983, fecha en que fallece.
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