Ricardo Rivera
Castro
Por
Bibiana Hernández Suárez
Conocido como Ricky Castro a través de la radio cristiana en Puerto Rico y Nueva York, el locutor Ricardo Rivera Castro fue un ejemplo de superación de los muchos que han existido en Puerta de Tierra a través del tiempo.
Ricky nació el 25 de junio de 1965. Fueron sus padres don Miguel Ángel Rivera Cruz, capataz de muelles y conocido en nuestro barrio como “Papo Limonada”, y la Sra. María Castro. Ricky se crió con su abuela, Josefina Alverio, conocida cariñosamente como Doña Tita, la muy querida y recordada cocinera del restaurante El Fortuna. Fue el mayor de tres hermanos, dos varones y una hembra. La familia Rivera Castro vivía en la K-277 del Residencial Puerta de Tierra.
Ricky estudió en las escuelas Brumbaugh y Barbosa. A los doce años fue a vivir con su mamá a Estados Unidos, y a los dieciséis años regresó a vivir con sus abuelos en el I-153 de dicho residencial. Cuando era adolescente estuvo en el Hogar Crea de Río Piedras y obtuvo su diploma de Cuarto Año. Luego estudió en la UMET, de donde se graduó Magna Cum Laude en Administración de Empresas. Posteriormente laboró en el Departamento del Trabajo como pagador auxiliar en Nóminas y Finanzas, hasta llegar a ser gerente del Departamento de Transportación en dicha entidad.
Aunque en una etapa de su vida Ricky estuvo cinco años confinado, en 1997 se convirtió al Evangelio. Su más preciada esperanza era poder compartir más con su papá, sobre todo en cuanto a su fe, cuando regresara a la libre comunidad. Pero días antes de Ricky recibir su libertad, su padre fue asesinado. Aun así, Ricky no claudicó de los caminos del Señor, y llegó a ser director del Hogar Crea de Playita. También fue capellán supervisor de la región noroeste de Puerto Rico, y entre las instituciones penales que supervisaba estaba el reclusorio de Puerta de Tierra, conocido como “la cárcel de la 8". Allí pudo llevar la Palabra como hacía en las otras instituciones, pero en este caso la compartía de manera especial, ya que algunos de los confinados eran conocidos suyos del barrio mismo.
El arte llegó a Ricky en el trabajo de su abuela, donde conoció muchos artistas con quienes aprendió actuación, improvisación y el ritmo de la plena. Pero fue con el Reverendo Rey Figueroa en su programa "Puerto Rico para Cristo", que Ricky aprendió todo lo relacionado a locución radial y, sobre todo, a llevar apropiadamente el mensaje de Jesús.
Ricky tuvo ministerios cristianos en la estación Latina Radio FM de Albany en NY, fundó un ministerio de ayuda a deambulantes en Puerto Rico, y un ministerio misionero en Cuba, Haití, Republica Dominicana, Guatemala y Méjico. También fue autor de un libro autobiográfico: El Dios que me protege, y asistía a la Iglesia "Tabernáculo de Restauración Camino al Éxito", en Connecticut. Tuvo dos hijas y dos nietos.
Cuando le preguntamos a Ricky qué era Puerta de Tierra para él y cuál era su mejor recuerdo del barrio, nos respondió lleno de fe, amor y gozo: “Quien nace en Puerta de Tierra, sabe que nuestro barrio es el corazón de uno. La capital de los barrios de Puerto Rico es Puerta de Tierra. La calle San Agustín, cuando yo era niño, para mí era como la 42 de Nueva York. Recuerdo con alegría la Tropa 693 de los Boy Scouts, y que hice mi Primera Comunión con mi uniforme, y con él desfilé en la Procesión. Pero lo más importante en mi vida es el Señor. Él siempre me ha guardado. De todos los peligros de los que me libró, lo hizo con un propósito. Siempre digo que si yo fui lo que fui, para ser lo que soy, a Dios sea la gloria.”
A muchos puertaterrenses la vida les ha sonreído, pero de aquellos que han tenido tropiezos y se han rehabilitado por medio de su fe, nuestro barrio también se enorgullecerá siempre.
Ricky cumplió la misión que el Señor le encargó, para luego acudir a Su último llamado, el 8 de julio de 2023.
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