Hace tres días que, concluidos los estudios de la tranvía que, sin subvención ni privilegio de ningún género, trata de establecer nuestro respetable amigo el Exmo. Sr. D. Pablo Ubarrí entre esta capital y Rio-piedras, estudios que han corrido á cargo del entendido ingeniero D. Tulio Larrinaga, se ha presentado ultimado el proyecto al Gobierno General, que, con una premura digna de encomio, lo ha pasado á los demás centros consultivos, a fin de que cuanto antes se impetre la concesión del Gobierno de S. M. No dudamos de que, por los beneficios generales que esta obra reporta á la capital, tanto las oficinas de la provincia como las del ministerio de Ultramar procurarán despachar con la mayor festinación posible este importantísimo expediente.
El Estado ganará mucho con la tranvía no sólo porque, disminuyendo el tráfico por la carretera, irrogará muchos menos gastos de entretenimiento, sino porque se erigirán muchos edificios que hoy no existen, á los lados de la vía, creando así una masa de riqueza imponible que aumentará indudablemente los ingresos del Tesoro. El público ganará más que nadie, pues las familias podrán vivir en puntos frescos y baratos con más economía que en la capital y con muchas mayores comodidades y condicionas higiénicas.
La vía tendrá un ancho de 762 milímetros o sean 30 pulgadas inglesas: partirá del tinglado de la Marina, y ocupará todo 51/2 pies de la carretera.
Los motores serán de vapor, último modelo de Marryweather, de Londres, que hace más de un año están dando magníficos resultados en las capitales de Francia, Inglaterra y Austria, y cuyos fabricantes están construyendo actualmente varios para la Península. Precisamente ahora se establece una de estas tranvías en Cataluña. Los que existen en París marchan á muy pequeña velocidad por las calles y á ocho ó diez millas por hora en las afueras de la población.
Sabemos que el Sr. Larrinaga ha formado con grande esmero y previsión el proyecto, y que el costo de la instalación se acerca bastante á cien mil pesos.
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Esta palabra, que viene del inglés tramway, se suele escribir tramvía, y considerarse como del género
masculino. Pero en vista de que el diccionario de la Academia escribe tranvía calificando el
vocablo de femenino, nos decidimos por seguir á la primera autoridad literaria de la nación.
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