|
—De Puerta de Tierra no se acuerda nadie. Aquel populoso barrio tiene alumbrado precisamente para evitarse el Ayuntamiento mayores gastos. Así los vecinos pueden ver por donde andan. Y lo que son las cosas, en Puerta de Tierra no hay, en lo que pudiéramos llamar calles, tanta hierba como en Ballajá, por ejemplo. Hay un arenal de mil demonios. Se va el pié hasta el tobillo. Por algo los parajes tienen nombres tan significativos como "El tártago", "Hoyo frío", "Sal si puedes", "Hoyo dulce", "La cotorra", "Beneficencia", "El laberinto."
|
