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lnstalada en el magnífico Iocal que antes ocupaban las oficinas de la Compañía del Ferrocarril, en
Puerta de Tierra, viene aquélla Escuela funcionando desde hace algún tiempo.
Parece que nuestra juventud no se ha compenetrado lo bastante de los inmensos beneficios que á ella, más que a nadie, ha de reportar la aludida Escuela, base de la de Artes y Oficios, en la cual desde luego pueden hallar preparación para esta última los jóvenes que se dispongan á recibir allí conveniente educación.
Se dan en la Escuela Industrial clases manuales, de gran aprovechamiento para los discípulos, y, ade más, las asignaturas de aritmética que allí se cursan son de inestimable importancia para los que á las artes mecánicas se dedican ó quieran dedicarse, pues tienden á perfeccionar necesarios conocimientos para el oficio de carpinteros, albañiles, etc.
Por otra parte, la Escuela Industrial, como lo indica su nombre, háse abierto para que allí adquieran apropiada instrucción cuantos á las industrias quieran encaminar sus esfuerzos y su inteligencia.
Es, pues, un nuevo horizonte para nuestro pueblo, ávido de instrucción en todos sentidos. Vaya á la Escuela Industrial nuestra juventud, ya que ella significa un palenque en que pueden y deben brillar los que se afanen en poseer conocimientos útiles al progreso de nuestra tierra, realzado por la intelectualidad de sus hijos.
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