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Lunes, 9 de octubre de 1905.   P. 2

El simulacro de ayer


Concurren todas las brigadas y son muy aplaudidos los bomberos de la ciudad.


A las cinco de la tarde de ayer se efectuó el simulacro del cuerpo de bomberos de la ciudad dispuesto oportunamente, al que concurrieron las brigadas de San Juan, Puerta de Tierra y de Santurce.

La bomba "Eulalia" convenientemente reparada fue empleada para dar agua y prestó muy buen servicio.

Con los aparatos de salvamento se descolgaron los bomberos de la brigada de Santurce, desde el tercer piso del teatro á la calle y esta brigada como la primera dieron agua simultáneamente á los toques de fuego.

Unos ciento cincuenta hombres concurrieron llevando los aparatos de que dispone el cuerpo, como carros de mangas, de útiles y aparatos de salvamento.

El oficial señor Pujals mandaba las brigadas de Santurce y Puerta de Tierra, el señor Prats la primera y los sargentos del Valle y Ruiz la de "Salvadores", cuyo oficial no pudo asistir por enfermedad.

El segundo jefe don Antonio Cordero secundó, lo mismo que el ayudante don Horacio Cordero, las órdenes del primer jefe señor Steinacher, y salvó un incidente con la brigada de "Salvadores"; hubo gran orden y precisión en los movimientos y forma de trabajar de todas las brigadas, siendo aplaudidas por el inmenso público qué allí se congregó á presenciar el simulacro.

El ingeniero de la ciudad señor Rodríguez asistió también.

A las seis terminó el acto retirándose la fuerza para el Parque de Puerta de Tierra donde se había hecho la reunión y de allí saliendo para sus respectivos puntos las distintas brigadas.

La ambulancia del ayuntamiento, que pertenece al servicio de incendios fue llevada también y en ella fue conducido al cuarto de socorro uno de los bomberos de la brigada de Puerta de Tierra que enfermó en el transcurso del simulacro.

Quedó pues demostrado una vez más, que hay verdadero entusiasmo entre esos hijos del trabajo que prestan su valioso concurso á una obra por demás benéfica, como es la de pertenecer á tan benemérito cuerpo; pero que necesitan el apoyo decidido de todos los que por la seguridad de sus hogares se interesen y que deben auxiliarle en todo lo dable.