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Sabemos que el Presidente de nuestro Ayuntamiento presentó una moción solicitando del Gobierno la autorización para enagenar los terrenos de la zona del ensanche, con el fin de salvar la crisis porque atraviesa nuestra corporación municipal. Fue favorablemente acogida dicha moción y por unanimidad se nombró de su seno una comisión que gestione y recabe del Gobierno, lo que con fundadas razones se pide. Se propone la corporación vender esos solares.
Nosotros aplaudimos esa idea y felicitamos á nuestra autoridad local por sus gestiones; pues es una necesidad por todos sentida y por todos proclamada, á la del ensanche de nuestra población, urbanizándose hasta la antigua escuela de tiro, de suerte que termine el hacinamiento en el actual casco de la población.
Por esto nos permitimos llamar la atención del Ayuntamiento para que miren la cuestión
no sólo bajo el aspecto económico, sino también bajo el punto de vista social, es decir, que no se preocupe solo de proporcionar recursos al Ayuntamiento para salvar la situación angustiosa en que se encuentra, sino que también se fije en la necesidad de dar facilidades mañana, para las coinstrucciones urbanas que se levanten en el ensanche, no exagerando los tipos de venta en las subastas, sino antes al contrario procurando, que su tasación módica haga factible su rápida enagenación y dé acceso á los mo destos capitales.
Creemos también que debe estipularse un plazo perentorio para que los compradores fabriquen, perdiendo en caso contrario, todos los derechos adquiridos. Haciendo esto con el objeto de que no se presenten especuladores de oficio quo adquieran solares y se sienten á esperar que el tiempo avance aumentando el valor de dichas propiedades para, venderlas á precios crecidos. Debe darse facilidades para el pago, concediendo plazos prudenciales, con el objeto de que no sean solo los capitalistas los que estén en condiciones de adquirir los solares del ensanche.
También debe determinarse el número de solares que pueda adquirir cada, comprador, no se dé el caso de que uno acapare el negocio, con perjuicio de todos.
Hoy que la carestía de viviendas hace imposible la vida en nuestra ciudad, que á pretexto del canje se trata de aumentar más aún los exagerados precios de las casas y que cada día va en aumento la población; es de imprescindible necesidad agrandar el radio urbano.
Sabemos de muchos comerciantes ó industriales que no se establecen, por la carestía de locales y por sus precios
exagerados.
Reconocida está por todos la necesidad de ensanche y huelga insistir sobre este punto. La barriada de los obreros ha de levantarse más ó menos cerca de esos sitios, donde encuentren albergue los hijos del trabajo y vivienda cómoda, higiénica y económica.
Siga, pues, el Ayuntamiento, en la senda emprendida y cuente con nuestro apoyo y nuestro aplauso, que no es más que el apoyo y aplauso de la opinión pública.
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