A las 12 de la noche de ayer se tuvo conocimiento en Santurce del fuego que devoraba las pobres moradas do Puerta de
Tierra. El jefe de la brigada, señor Pujals, se hallaba en Hato Rey
pasando la Noche-Buena. No encontró carro ni coche é inmediatamente que
se enteró del incendio que desde allí se divisaba perfectamente, salió á pié para
su distrito. A los cuarenta minutos llegó al Parque de Santurce.
Treinta hombres de aquella brigada con su uniforme puesto y el material listo para salir aguardaban
ordenes. La mayor parte de aquellos buenos hijos del pueblo dejaban su cena en el hogar para concurrir al cumplimiento de
su deber.
El teléfono no funcionaba bien, el alumbrado eléctrico se habla apagado. A poco rato
salió la brigada á pié para el sito del siniestro. Cuando llegó, la gran área de
superficie que ocuparon los edificios incendiados, estaba encendida todavía en
su cimientos. Grandes llamaradas amenaza ban á las casas circunvecinas. El fuego
había sido localizado por las brigadas de San Juan y Puerta de Tierra, el pueblo y la dotación de
los barcos de guerra que hay en el puerto.
Las mangas del parque de Puerta de Tierra eran muy escasa y no alcanzaban dar agua en el
sitio del fuego. NO HABÍA BOCAS DE INCENDIO en una distancia de doscientos
metros. Empalmadas las mangas traídas de Santurce se procedió á apagar
los escombros y restos que quedaban encendidos. Dos postes de la línea de
los carros eléctricos estaban incendiados en la parte superior y amenazaban caer
é interrumpir el tráfico. Enseguida se apagaron y pudo circular el
último carro de las dos y media de la mañana y asegurarle el servicio del día de hoy.
Esparcidos en tríste desorden veíanse
en los alrededores los muebles y pobrísimo menaje de los que ocupaban las
dos casas quemadas, pues eran casi todos sus vecinos de humilde condición.
Pudo evitarse que se propagara el incendio á los edificios de la escuela
industrial y casa particular del señorr Behn, jefe del movimiento del ferrocarril, que quedan
contiguos.
Quedaron destruídas dos
grandes casas de madera, de la propiedad de don Pío y don Francisco Amador,
que no estaban aseguradas. Otra casa de madera propiedad de don José
González Pacheco, también quedó completamento destruida.
Calcúlanse las pérdidas en más de doce mil dollars.
Doce personas entre heridos, contusos y con enfriamientos, del pueblo y de
los bomberos fueron llevados al hospital. El doctor Gomez Brioso, los
practicantes Otero y Daniel, doctores Velez López y Avilés trabajaron activamente.
Se supone que el fuego empezó en una casa pequeña sita en el medio de las
dos mayores é ignórase la causa.
La policía de Santurce y de San Juan, los jefes y oficíales del cuerpo de
bomberos, señores Steinacher, Cordero, Prats, Llovet, Molina y Pújals, el alcalde
de la ciudad y otras autoridades acudieron desde los primeros momentos.
Más de treinta famillas pobres han quedado sin hogar.
La brigada de Santurce se retiró á pié, á su parque á las ocho de la mañana después de haber dejado, en unión de la de Puerta de Tierra, completamente
apagados los escombros.
Estas notas están tomadas rápidamente y ampliaremos detalles á medida que puedan irse conociéndose.
"La Correspondencia" ha dicho muchas veces que hacía una gran falta el
establecimiento de suficientes bocas de incendio en toda la carretera desde la ciudad á
Santurce y más que en ningún sitio por su escases, en Puerta de Tierra. Anoche
había que traer el agua de más de doscientos metros y las mangas no alcanzaban. No importa que
los bomberos trabajen y acudan dispuestos á todo *sacrificio en los
momentos de peligro si no disponen de los medios necesarios para combatir el voraz elemento.
La señora de Behn obsequió con café á los bomberos de Puerta de Tierra que terminaron su servicio en la mañana de hoy.
José Vázquez, Ricardo Carrión, Francisco Morales, José Cosme, Silvestre Pomares,
Fracisco Ponte, Bernardo Figueros, Concepción Castro, Alfredo Irizarry, José
Martinez, Rafael Hernández, é Isaías Quijano, fueron curados en el hospital y quedan allí
Fracisco Ponte, Ricardo Carrión y Concepción Castro.
Con objeto de aislar el incendio fueron destruidas á hachazos dos casas de madera
contiguas á la parte Oeste de las incendiadas.
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