Hoy estuvo á visitar al Gobarna dor, una comisión de lavanderas de esta ciudad, entregándole la exposción siguiente:
HONORABLE GOBERNADOR
«La junta local de Sanidad, ha notificado recientemente al gremio de lavanderas, su prohibición de que no puede lavarse ni tender la ropa en las afueras de la ciudad, así como en los alrededores de las casas que habitan las lavanderas.
Esa orden Honorable señor, viene á matar de un solo golpe, el único medio de subsistir de infinidad de madres de familia tan pobres que á duras penas pueden atender á las más perentorias necesidades de la vida.
Si se nos prohibe !avar y tender la ropa en esos lugares sin que por ello sé perjudique en lo más mínimo la salud pública, no podemos señor llevar á nuestras casas el mísero pan, fruto de nuestro trabajo y único alimenta de nuestros ancianos padres y pequeños hijos hundiéndonos en la más horrorosa miseria.
Acatamos la orden como emabada de la autoridad en todas sus partes, y al dirigirnos á V. H. buscamos su valioso amparo á fin de que provea á lo necesario, para la fabricación en sitio adecuado de esta Capital, de lavaderos públicos, como los que hay en todas las ciudades de Europa y América, á fin de que el numeroso gremio de lavandera, pueda ir allí á ganar honradamente el pan de su familia.
Interín no se resuelva y lleve á cabo dicha obra suplicamos á V. H. revoque la orden de la Junta de Sanidad y se nos permita provisionalmente seguir lavando como hasta ahora en el sitio de costumbre.
Por el gremio.
Benedicta Carrillo
|